Tres

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 - ¿Solo dinos como es ella? - Exclama una de las pequeñas interrumpiendo lo que iba a continuar relatando haciéndome reír mientras negaba por su desesperación.

 - ¿Si se los digo seria igual la historia? - Pregunto evitando responder la pregunta, la pequeña que aun se mantenía en silencio comenzó a negar sentándose en su cama.

 - No seria igual, sabríamos ya todo lo lindo que viste en su físico, aun faltarían cosas de ellas pero no seria igual sabiendo ya que fue lo que llamo tu atención - Aclara ella por mi haciéndome sonreír, era igual de observadora y detallista que ella, su hermana frunce el ceño claramente molesta por no conseguir lo que quería.

 - Es injusto no saber como es ella físicamente, solo sabemos que tiene el cabello como JB - Se queja señalando a su hermana haciéndome hacer una mueca.

 - Era - Se escucha a alguien aclararlo antes que yo, detrás de mi.

 - ¿Era? - La pequeña sentada sobre su cama pegunta mientras se queda viendo a la persona detrás de mi -. ¿Cómo que era, tita?

 - Sophie - Le reprocho volteándola a ver, sabiendo que era capaz de soltar algo que no debería.

 Ella se encontraba recargada en la puerta sonriendo de lado, su cara mostraba la tristeza y melancolía que solía tener al recordarla, pero negó sabiendo que le pediría irse, este era su objetivo de hacerme recordarla; que las niñas escucharan y quisieran saber de ella, ya que a ellas jamás les negaría saber esta historia.

 - No diré que paso con ella, tranquilo - Asentí dándole permiso a entrar al cuarto para que contara lo que se que quería contar.

 Tanto ella como yo la extrañamos, pero sabemos que no regresara así lo queramos más que nada en el mundo, seria imposible hacerla volver.

 - ¿Por qué dicen que es el amor de la vida de papá? - Se vuelve a escuchar a la pequeña que aun se mantenía con las mantas encima, acostada, preparada para seguir escuchando la historia.

 - Porque lo fue, linda. Y aun lo es.

 La sonrisa en la cara de mi hermana es inquebrantable en este momento, se que esta recordando todo lo que yo estaba contándole a las pequeñas, bueno, su punto de vista, pero la esta recordando a ella a fin de cuentas. Mi hermana sin dejar de sonreír se sienta junta a la pequeña que se mantenía acostada comenzando a acariciar su cabello.

 - ¿Quieren que les cuente algo de ella desde mi punto de vista? - Pregunta aun sabiendo la respuesta, las niñas empiezan a asentir como locas al escuchar la pregunta.

 - Si tita, por favor - La pequeña que estaba sentada en su cama pasa a levantarse comenzando a saltar sobre la misma emocionada porque por fin escuchar la historia.

 La veo de forma de reproche por lo que esta haciendo y al darse cuenta de como la estoy viendo abre los ojos de forma exagerada sentándose de un salto, haciendo reír su hermana y a la mía por su acción, realmente me molestaba cuando hacían eso.

 - Algo que adoraba de ella - Murmuró como si se preguntara que era aquello haciéndome sonreí al escucharla empezar a relatar.

 "Adoraba sus ojos, la primera vez que la vi sus ojos color café me encantaron aunque eran unos ojos tan típicos, eran tan oscuros que parecían negros pero tenían siempre un brillo tan único que en momentos los hacia ver un color hermoso, la vi ese mismo miércoles, había mentido cuando dije que era con la única que trataba, pero si escuche mucho de ella y la verdad todo lo que escuchaba me molestaba, eran tantas criticas a la pobre que ella realmente ignoraba siempre.

 Cuando la conocí me sentí tan atraída a ella de alguna forma, algo parecido a la atracción que hizo que su padre no dejara de verla, quería seguir siendo su amiga, quería ser su mejor amiga, estar siempre para ella, ayudarla aunque la mayoría del tiempo no sabia como animarla o reaccionar a las cosas horribles que pensaba de ella misma. Pero me quería mantenerme allí con ella, quería seguir viendo ese brillo en sus ojos cuando reía.

El amor de tu vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora