El amor de tu vida.

Cuatro

 Sabrán su nombre, pero lo sabrán conforme yo lo supe durante el tiempo que esto paso. Tendrán que esperar un poco, les prometo que no será mucho tiempo.

 Un mes y dos semanas habían pasado si mal no recuerdo desde que comenzó a estar en mi casa todas las tardes exceptuando las dos semanas de vacaciones de invierno, las excusas con los chicos  se me estaban acabando, bueno se me estaban acabando las creíbles, porque para inventar excusas para evitar cosas estoy siempre...

 - ¡¿Es decir que cuando faltaste a mi recital no era por una emergencia?! - Me quedo en total silencio sin saber que decir.

 - Lia por favor deja de interrumpirme - Es lo único que se me ocurrió decir para evitar el tema.

 La cara de ofendida de la niña es idéntica a la de su madre cuando algo no le gusta y igual lo hacia o decía frente a ella, en cambio su hermana se encontraba feliz viéndome mientras esperaba que siguiera la historia.

 - A ustedes nunca les pongo excusas para no ir a sus actividades - Digo simple para que la pequeña de cabello lacio me dejara seguir con lo que relataba, la cual asintió dejándome seguir.

  Las excusas se me acababan para no jugar los días que ella estaría en casa, y un par de días atrás las clases de los martes se acortaron debido a que ella comenzó a entrenar, mi hermana no quiso decirme qué, en realidad si iba a decirme pero debía admitir que me gustaba así que preferí no volverle a preguntar y quedarme con esa duda, solo para no dejar de negar lo que ya era un poco creíble, pero no cierto.

 Estaba en el descanso del colegio junto con los chicos, ellos hablaban de algo a lo que no le preste ni la mínima atención, mi mente estaba al pendiente de que podría inventar para no jugar ese día, era viernes, tendría el fin de semana completo para inventar algo para el martes, pero no tenia ni la mínima idea de que decir ese día.

 De un momento a otro Henry le hace una seña a los demás chicos y ellos se van a otra parte, veo alrededor y el descanso aun seguía, me fije en la hora en mi celular y aun quedaban unos diez minutos. Lo veo sin entender que sucedía lo que le dio el incentivo de hablar.

 - Llevas los treinta minutos de descanso viendo a la nada como idiota y nos preocupaste - Dice haciéndome fruncir el ceño, y se adelanto a hablar antes de que soltara alguna excusa barata -. A mi no me salgas con mas excusas raras, deje de creértelas hace dos semanas.

 - Perdón por poner excusas y huirles en las tardes desde hace un mes - Hago una mueca, me sentía realmente mal por dejar a mis amigos por una chica con la que aun ni siquiera había podido hablar, pero no quería dejar de verla, era lo único que me permitía mi timidez.

 - Necesito que me expliques Nia - Frunzo el ceño y lo veo mal por el diminutivo femenino que le dio a mi nombre, a lo que el suelta una risa por mi cara -. Hasta que me expliques porque nos abandonas los días que esa chica no esta en el parque eres Nia, amigo.

 - Eres a veces despreciable Henry - Me burlo de el y le doy un zape cuando deja de mirarme por ver a unas chicas menores que iban pasando solo para guiñarles un ojo.

 - Deja de dar rodeos y dime que paso.

 - La chica le esta dando clases a mi hermana en casa - Digo sin mas dejándolo boquiabierto. 

 - Eso es entendible, nos dejas por ir a ver como le da tutorías a tu hermana - Dice irónico -. ¿Si quiera le has hablado?

 Comienzo a negar dejando de verlo, de repente mis tenis son mas entretenidos.

 - Ni siquiera le has hablado - Ríe molesto o mas bien decepcionado, su tono de voz me confundía -. Ni siquiera su nombre sabes, debes dejar la puta timidez de mierda, ni mi hermano menor es tan tímido con las chicas como lo eres tu, a la novia de Logan no le hablaste hasta luego de dos meses de que logan nos la presento, dime ¿Qué ganas viéndola pero sin ser capaz de decirle un puto hola o darle la hora? Te gusta y lo niegas, desde que la viste han pasado ya casi dos meses, ¿entiendes lo que son dos meses teniéndola cerca, poder hablarle y solo verla como un idiota?.