El amor de tu vida.

Uno

 Nunca podre olvidar la primera vez que la vi...

 Fue algo extraña por la forma en que quede pero a la vez algo en mi me dijo que no sería la última vez que la vería, como desee que ese momento no fuera el único, poder verla mas de cerca o siquiera ser capaz de hablarle en ese momento sin sentirme un idiota.

 Las clases ya habían empezado hace más de tres meses por lo cual realmente me resultó extraño escuchar a mi hermana empezar a hablar de una chica nueva que apenas había entrado dos días antes a su colegio tan prestigioso y exigente, no estaba escuchando absolutamente nada de lo que decía la pequeña a mi lado, la verdad no me interesaba, todos los miércoles me tocaba acompañarla a su colegio ya que era el unico dia que mis padres no podían traerla, solía hablarme de mil cosas que pasaban allí, esa niña podía ser mejor que un noticiero para enterar a todos de lo que sucede siempre, tanto de chismes como de cosas que para ella son tragedias, pero la verdad nunca prestaba atención a algo de lo que me decía gracias a que mis auriculares me lo impedían, cabe aclarar que yo mismo permitía que me impidieran escucharla.

 -... nadie sabe nada de ella, normalmente no habla con nadie y es un poco rara la verdad suele estar en los descanso en la cocina - Lo que logro escuchar a través de la música me hace fruncir el ceño y intentar escuchar lo que dice sin quitarme uno de mis auriculares para no hacerle saber que me interesaba de lo que hablaba -, no se lleva mucho con las de su salón ya hasta discutió con una y lleva solo dos días allí, pero no se lleva con nadie a decir verdad, pensarás que es pronto ya que en dos días no puedes hacer amigas pero suele estar metida en su teléfono o en un libro, solo la he visto sin una de esas cosas una vez que entre en su salón y estaba copiando lo del pizarrón que por cierto es un año menor que tu, esta un año menor que tu.

 El último comentario de mi hermana hace que me interese un poco más en el tema y me atrevo a quitarme uno de mis auriculares bajando el volumen de la música para escucharla mejor sin tener que intentar adivinar qué dice.

 - Déjame adivinar - Finjo pensarlo cuando ella voltea a verme un poco asombrada, está acostumbrada a que la ignore -. ¿Contigo si se lleva y eres una de las pocas con las que habla? ¿Y me dices lo del año más bajo para ver si le hablo y hacerla mi "amiga"?

 La sonrisa en el rostro de mi hermana me afirmo lo que pregunte ya que era inmensa la forma en la que sonreía mientras asentía de forma exagerada haciéndome sonreír también, debo admitir que ese gesto de mi hermana me hacía casi tan feliz como lo hizo la de ella cuando la vi sonreír.

 - Si terminan siendo algo más no me molestaría - Suelto la carcajada más escandalosa de mi vida al escuchar aquello, realmente me parecía cómico la forma de mi hermana de decirme que solo a ella la acepta como mi futura novia.

 Cuando llegamos a la puerta del salón de mi hermana muy pocas niñas se encontraban en el amplio pasillo y ella entro sin siquiera despedirse cosa a la que no le di mucha importancia ya que solía hacerlo siempre, volteo a otro lado dejando de ver a mi hermana empezar a gritar dentro de su salón para empezar a ver por última vez el pasillo viéndola allí, sentada frente a uno de los salones en una de las bancas, no voy a describirla, tendrán que imaginarla a medida que admire cada cosa que me parecía cada vez más hermosa de ella en las tantas veces que la vi luego de esa vez.

 Su peinado realmente me parecía gracioso llevaba dos coletas junto con un flequillo de forma improvisada con su cabello ondulado un poco crespo, los lentes la hacían ver tierna mientras leía el libro que tenía en sus manos en ese momento me esforcé mucho para poder ver el título del libro, Boulevard[1], eso logré leer en ese momento, me pareció un nombre un tanto extraño pero por su forma de sonreír con melancolía ante el libro me dio a entender que no era la primera vez que lo leía y realmente no fue la única vez que la vi con ese libro.