Capitulo 3

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Casi sin respiración nos separamos de aquel primer beso, nuestras miradas estaban fijas en el otro. – Mc lo siento si te sorprendí, pero deseaba hacer esto desde el primer momento que pisaste mi hogar. Me tienes absolutamente vuelto loco-.

Sus palabras eran como una caricia deseosa. – Jumin sé que todo esto ha sido rápido, pero yo también quería hacerlo, no te preocupes-.

Ambos sonreímos, el ambiente se volvía más romántico, se sentía como si nada en el mundo importara más que nosotros dos; hasta que una llamada interrumpió el instante de paz que habíamos alcanzado. – Lo siento Mc, es mi padre, debo contestar-. Se levantó de la banca en la que estábamos y comenzó a caminar hacia el ascensor.

¿Qué querría el Sr. Han tan tarde en la noche? Observé claramente como el semblante de Jumin pasaba de ser sereno a uno de ira. Comenzó a alzar la voz, aunque yo no entendía bien de que estaba hablando, debía ser algo malo por lo alterado que se veía.

Colgó el teléfono y volvió a mi lado, se sentó y dejó escapar un pesado suspiro. – ¿Todo bien?-. – No, nada está bien. Mi padre agendó un almuerzo para mañana con Sarah, sin consultarme primero. No quiero ver a esa mujer. ¿Por qué él no puede entender que no quiero casarme con ella?-.

Él miraba el cielo, quizás buscando una respuesta. Sus ojos eran lo que más demostraba sentimientos en él, o al menos así lo percibía yo. Pasó de tener ira en los ojos a una mirada melancólica. Probablemente lo que más odiaba en el mundo era pelear con su padre. – Bueno Jumin creo que deberías conversar seriamente con tu padre, de hombre a hombre. No creo que haya otra manera de que él entienda que tú no quieres casarte con alguien a quien no amas-.

Guardó silencio unos segundos. – Tienes razón, lo mejor será tener una conversación a solas. Me disculpo por que hayas tenido que ver esa discusión hace un rato, yo no soy así, pero me veo superado con esta situación del matrimonio arreglado por mi padre-.

No dije nada por un momento, me atreví a abrazarlo y él me correspondió. Quizás era más necesario eso que un montón de palabras. Luego de unos segundos nos separamos. – Gracias Mc, calmas mi corazón.-

Me sentí halagada con esas breves palabras. – Deberíamos volver al departamento, comienza a hacer frío y no quisiera que mi invitada de honor se enfermara. Quiero poder protegerte de todo lo que pueda-.

Él se levanto primero de aquella banca y extendió su mano para ayudarme, como todo un caballero. Me sorprendía lo amable que él podía llegar a ser, muy lejano de lo que dejaba ver a todo el mundo.

 Me sorprendía lo amable que él podía llegar a ser, muy lejano de lo que dejaba ver a todo el mundo

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Volvimos al departamento y nos fuimos directamente a la habitación. Aun me daba vergüenza usar aquella camisola de seda blanca, por lo que me metí raudamente a la cama.

Probablemente él se daba cuenta de mis reacciones y solo sonreía mientras se paseaba por la habitación ordenando lo que parecían hojas de un informe.

Almas inseparables (Jumin x Mc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora