Almas inseparables (Jumin x Mc)

Capitulo 18

Saeran se me declaró inesperadamente y me quedé sin palabras. Él se veía algo nervioso al no recibir respuesta de mi parte.

– Lo siento Marie, sé que no soy suficiente para ti, yo no soy nada... olvida lo que dije, no merezco ser feliz-.

– No digas cosas tan crueles sobre ti mismo, nadie en el mundo es menos que otra y tú mereces ser feliz Ray. Me siento halagada por tus sentimientos hacia mí, pero deberías esperar más tiempo para hacer ese tipo de declaraciones, ya que aun no nos conocemos como es debido-.

– ¿No estás molesta por lo que dije?-.

– Claro que no – sonreí – me pone feliz que comiences a tener sentimientos diferentes del miedo y la soledad-.

– ¿Podrías mantener esto en secreto? si mi salvador se enterara de mis sentimientos me obligaría a beber el elixir y no quiero pasar por ese dolor-.

– ¿Qué es el elixir?-.

– Es lo que usa nuestro salvador para mantenernos bajo control, también se utiliza en la ceremonia de purificación, he estado pensando y no quiero que tú sufras por él-.

– ¿El elixir causa dolor? ¿Sabes de qué está hecho?-.

– Causa mareos, dolor de estomago y mi cabeza se siente como si fuera a explotar. La receta solo la tiene nuestro salvador así que no sé que contiene-.

– Ray por los síntomas que describes ese elixir es más bien un veneno, no deberías someterte a esa tortura-.

– Pero no puedo contrariar a mi salvador, ella se pondría triste por mi culpa, es la única persona que ha estado siempre a mi lado no la puedo traicionar-.

– Ray si te obliga a beber algo tan dañino está claro que no te cuida, ella te está utilizando a costa de tu dolor-.

– Eso no puede ser verdad-.

– Quien te quiere te cuida y protege de todo mal. Si le importaras no te obligaría a pasar por ese sufrimiento, por favor aléjate de esa persona-.

Saeran me miraba fijamente y podía notar lo confundido que estaba, de pronto se tomó la cabeza con ambas manos y cayó al suelo.

– ¡Ray! -.

Él se retorcía en el suelo y gritaba de dolor, no sabía qué hacer y traté de calmarlo, pero fue inútil.

– ¡Aléjate de mi mujer estúpida!-.

– ¡¿Que te ocurre Ray?! Dime si puedo ayudar en algo-.

– ¡Te he dicho que te alejes! Tú has estado dándole falsas esperanzas al debilucho de Ray ¡no lo permitiré más!-.

– ¿Qué? Pero si tu eres Ray ¿de qué estás hablando?-.

– ¡Yo soy Saeran mujer imbécil no vuelvas a pronunciar a ese estúpido!-.

De entre sus ropas sacó una pistola y me apuntó con ella, no entendía que estaba pasando, Ray ya no parecía ser el mismo, se sentía como si hubiese sido poseído por un ente maligno.

No me iba a quedar a esperar a entender lo que había ocurrido, por lo que corrí lo más rápido que pude por los pasillos hasta llegar a la puerta de entrada. Necesitaba salir de ese lugar antes de que Saeran me matara, pero los guardias que allí se encontraban me impidieron el paso. No me quedó más opción que correr hasta mi habitación.

Puse el seguro de la puerta y posteriormente me encerré en el baño, allí aproveché de enviarle un correo a Seven contándole lo que había ocurrido.