Capitulo 9

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Harry sentía su corazón casi salirse de su pecho, ese delicioso aroma había venido de su profesor, joder lo había empalmado desde la primera vez que le sintió y sin saber que era el, su cuerpo reaccionaba de manera natural a ese murciélago de las mazmorras. Con descaro seguía con el rostro sobre el firme pecho de su profesor que no había notado cuando la capa de este termino en el suelo, ni cuando solo había terminado en una camisa de satín negro ajustada que marcaba muy bien esos deliciosos brazos y ese torso para morir, como ese gruñón podía estar tan bueno debajo de tanta capa de ropa!!?!.

Severus solo apretaba un poco más de lo debido la cadera del menor sintiendo un leve temblor como respuesta, enterrando esos largos, pálidos y delgados dedos que seguro dejarían una marca, pero a quien le importa ese mocoso sería suyo y de nadie más y el que quisiera atreverse a quitarlo de su lado conocerían porque Voldemort lo consideraba su mano derecha, hundió el rostro en el hueco del cuello de Harry inhalando con parsimonia, salivando con el olor tan exquisito que presentaba el menor, pensó era solo una alucinación que su tan torturada mente le presentaba, esto solo le confirmó que era real y dejo salir lo que hace mucho tiempo pensó había perdido, una risa profunda y deliciosa al oído que hizo erizar todo cabello en Harry. Ahora sí, el menor se separó un poco en shock para saber si realmente él se había reído de aquella manera, quizá sus sentidos le estaban mintiendo, quizá solo se estaba volviendo loco, pero cuando le vio su corazón latía aun más aprisa, no quería que nadie más notara esa risa, no quería que escucharan esa música natural de ese gruñón profesor podía dar porque tenia miedo que si alguien más descubría lo que en verdad era ese hombre podía enamorarse como él lo hacía

-Y bien Potter que planes tienes?. Harry suspiro sonoramente mientras el mayor se separo un poco para solo pararse frente a el invitándole, sin mucho por decir como el tonto y hormonal adolescente que era intento con torpeza quitar la camisa de este, agradeciendo a Merlín porque hoy no usaba sus usuales ropas con mil y un botones

-Dejame ayudarte...Harry. Vaya que decirlo ohh saborear ese nombre, sentía que se ponía un poco más que dolía mientras tomaba las temblorosas manos del chico y les daba un beso a cada una sin dejar de ver esos ojos verdes, verdes como esmeraldas, verdes como la maldición mortal, le invitaban a perderse en ellos, por un instante pensó no importarle morir si lo último que vería serían esos ojos viéndole solamente a él.

Con un ágil movimiento de su mano su camisa desapareció mostrando el abdomen trabajado para deleite de la vista ajena, disfrutando como los ojos de Harry viajaban desde su clavícula hasta un poco más abajo del ombligo mostrando el inicio de su marcada v de la pelvis ohh claro que quería más que solo eso

-Debo aclarar que me siento en desventaja. Sacando a Harry de su ensoñación de verlo de cerca, de tenerlo solo a un palmo de distancia movió de nuevo su mano ahora dejando al chico en las mismas condiciones haciendo que este se ponga tan rojo como el cabello del estúpido Weasley y vea a cualquier parte menos a él

-P...profesor yo... No podía pronunciar palabras coherentes, quería tocarle, quería que le tocara, pero sentía que si lo decía se burlaría de él aun en esta situación, sabia que su cuerpo no estaba tan mal el quiddich le había ayudado a ganar un poco de masa muscular pero aun así se sentía cohibido con el enfrente así que solo tomó las manos del mayor colocándolas justo en su pecho para luego cerrar los ojos sin que el color rojo abandonara su rostro. Luego de unos segundos en shock por la acción tierna y un poco atrevida de Harry, Severus quito una de sus manos del pecho del chico donde sentía su corazón latir con locura para tomar una de las manos del menor y ponerla en su propio pecho demostrándole que el también estaba emocionado y excitado por lo que estaba pasando.

Harry abrió los ojos de golpe al sentir el pecho de Severus, pensó que quizá no se sentía igual que el, quizás solo lo hacia porque era un virginal chico calenturiento

-No te asustes Harry. Snape vio que a pesar de que había sido tan atrevido este mocoso durante un tiempo, seguía siendo un chico inexperto en ciertas áreas. Se aceerco unos pasos mas, hasta sentir como su respiracion pausada se mezclaba con la respiracion tibia del menor, para que sus pechos desnudos se tocaran entre si, enviándole una corriente a todo su cuerpo, especialmente al sur de este, sin medirse mucho como pensó podría hacerlo le levantó poniendo las piernas del chico en su cadera agarrándole del trasero mientras comenzaba a masajearlo sobre la ropa, Harry al sentir esto se aferró al cuello de su "profesor favorito", lo llevo directo a su escritorio donde botó todo lo que había en él, sin importarle la poca elegancia con lo que lo hizo.

Al estar sentado en el escritorio Harry no quiso soltar el cuello del mayor, abrió las piernas un poco más para sentirle casi directamente, lo único que les separaba era esos estorbosos pantalones y como si hubieran leído su mente ambos quedaron desnudos, Severus sonrió al ver la magia "accidental" pero no dijo nada. Harry quería aun más y al verle desnudo tan cerca, su miembro dio un respingo dándole a entender que le gustaba así que con la poca cordura que conservaba mandada al demonio le jaló un poco el cabello para plantarle un beso al principio tímido luego haciéndose rápidamente demandante separándose por el estúpido oxígeno, realmente sentía innecesario el respirar si eso le quitaba tiempo junto a esos delgados y suave labios que sentía le embriagaban.

Severus no perdió el tiempo al separarse por aire, se arrodilló entre esas tostadas piernas separándolas para mayor deleite, admirando el pene de Harry, se acercó mas para aspirar ese olor de hombría adolescente que despedía, Harry solo podía ver cada movimiento realizado hasta que no pudo más que soltar un sonoro jadeo al sentir a Severus lamer la punta de su virilidad

-Te gusta...?. Diablos con sólo su voz podía casi correrse pero no podía ponerse en tal ridículo aun si fuera a fuerza de tortura, así que como un idiota que ahora creía fervientemente que lo era solo asintió para en cuestión de segundos sentir de nuevo la cálida boca de Severus pero como todo en su vida nada que quisiera duraba para siempre.

Severus enfadado de tanto toquido en la puerta (recordando que fuera de esta no se escucha nada, pero los que estan dentro escuchan si llega alguien) quizá era un idiota de sus serpientes, pero quizás era algo urgente. Suspiró separándose de su ahora dulce favorito para hacer aparecer su ropa con un movimiento de varita que tenia cerca en todo momento -viejo hábito si hay que admitir- pero no dejo que el chico se vistiera, en cambio sonrió para señalarle que se metiera bajo su gran escritorio tal y como estaba, el menor atontado y aun azorado solo obedeció mientras las cosas tiradas volvían a su antigua posición en el escritorio y Severus se sentaba en la silla acercando mucho su virilidad a la cara del chico

-Si hablas, quien sea tras esa puerta sabrá que estas aquí. Entrando un poco en pánico se tapó la boca con ambas manos mientras Severus retiraba los hechizos para dejar entrar a quien sea que le quito la oportunidad de follarse a ese delicioso adolescente.

Sonrió al notar lo crédulo que podía llegar a ser el idiota gryffindork y sin que el lo notara murmuro algo haciendo un hechizo de desilusión para quien sea que se acercara demasiado a su escritorio no notara nada diferente, mas un hechizo de silencio abajo del escritorio

-Adelante!

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