Capitulo 12

3.2K 293 28
                                    

Harry se quedó parado en ese frío y oscuro pasillo un poco más, mientras aun lágrimas recorrían sus mejillas, sentía un dolor tan grande que no podía describir, decidió mejor volver a la torre, ya no le apetecía seguir recorriendo el castillo, ya no había que planear nada, ya no sabia siquiera como debía comportarse si le veía de nuevo, quizá el tiempo lo diría, y seria pronto ya que en unas horas tendría doble clase de pociones con él.

Llego la mañana y con ello recibio a un demacrado Harry, sus compañeros aun no se levantaban, era muy temprano para la mayoría, que importaba si llegaba antes o después a su ejecución, resignado se levanto de la cama donde aun no había dormido solo sintiéndose miserable por no pensar otra solución pero como dicen "lo hecho, hecho está"

Severus apenas y pudo dormir, sabia que algo que no estaba bien, habia olvidado algo importante y el wisky no le ayudo en su pesar, solo hizo que el hueco en su corazón se hiciera mas profundo en tristeza y angustia por no saber que es lo que su mente habia perdido.

Harry ya bañado y listo con su uniforme, más el indispensable glamour en su rostro, no quería a Hermione acosándole por saber como es que sus ojos habían terminado hinchados, preguntandole si aún se sentía mal por que había peleado con su padrino, terminó de guardar los libros en la mochila, no quería verles en el desayuno así decidió que seria mejor ir a las cocinas, los elfos siempre se alegraban verle por ahí para comer alguna golosina, además que por raro que parezca le permitían cocinar con ellos cuando le veían deprimido, bueno al principio se negaron casi rotundamente pero luego de tanta insistencia por parte del chico y prometiéndoles que seria un secreto le dejaron usar un espacio para que el hiciera lo que quisiera aceptando la ayuda de alguno de ellos de vez en cuando.

Su especialidad era el chessecake horneado, las tartaletas de crema pastelera con fresas y los cupcakes, adoraba cocinar casi cualquier cosa, pero los postres eran sus favoritos así que preparaba algunos para el gran comedor, usualmente era a la hora de la cena que ayudaba en la cocina porque había tenido un asqueroso día o había hecho algo que enojara a Snape, esta vez era un record, era demasiado temprano, no importaba, quería pensar en otra cosa, esta vez haría chessecake, era su mejor postre aunque no lo admitiría, con la ayuda de su varita machacó un poco unas galletas en un gran tazón que serian la base, les agregó mantequilla, al revolver se sentía el agradable aroma de las galletas con la tibia mantequilla, adoraba esta parte, luego la puso en el molde, aplanándola un poco, no acostumbraba a ponerle azúcar a la mezcla porque sentía que era innecesario, solo arruinaría el postre, un huevo, algo de leche, queso, un poco mas de crema, mezclarlo todo y ponerlo sobre la base, meterlo al horno una media hora y listo, claro que con magia era un poco menos de 10 minutos el tiempo de cocción, anotaba en su lista algo más de porque adoraba la magia.

Al terminar de hacer varios los puso en las mesas que habían ahí, no hacia muchos solo uno por cada mesa, tenia esa leve morbosa satisfacción cuando peleaban por su postre, dado que los alumnos se daban cuenta que ese era diferente a lo demás que hacían los elfos, aun no sabían el secreto, habían querido averiguar pero cada que le preguntaban a un elfo se hacían los desentendidos, pero era delicioso, para la única mesa que hacia dos era para la mesa de los maestros quienes también se habían dado cuenta de la diferencia mucho antes que el alumnado, aunque no lo admitirían, disfrutaban ser los únicos que podían obtener doble porción cuando ese misterioso postre se hacia presente, en su curiosidad y sin levantar sospechas iban a la cocina y le decían a los elfos que prepararan un chessecake, ellos encantados obedecían, pero al probarlo, aun si era bueno, era muy dulce al paladar, desistieron de preguntar quien era el creador de los postres porque empezaban a autolesionarse diciendo que habían hecho una promesa y sentían no poder revelarlo, se limitaron a disfrutar los postres de su misterioso creador

Severus nunca lo admitiría pero adoraba los días de chessecake, discretamente ponía un hechizo de "no me notes" en dos rebanadas del postre mientras tomaba una para ese momento, era tan bueno con un café de calidad, sin azúcar ni crema, por supuesto, aún quería saber quien los hacía pero no era tan entrometido como sus compañeros, disfrutaba su cremosidad y el contraste del chessecake y la jalea, ya que no tenia ese exceso de azúcar que usualmente acompañaba cada simple postre en ese lugar, no era un experto en comida pero sabia apreciar un buen postre como ese.

Cuando se terminaba la comida se tocaba el plato dos veces para que quedara limpio y vacío para el postre, sin saber que clase de ser le poseyó, cuando Severus había terminado su postre quiso agradecer al creador, escribió en un pedazo de pergamino "abreme" para luego transfigurar un pedazo de la servilleta de papel en una pequeña estrella y dejarle un mensaje dentro:

"gracias, estuvo delicioso, aprecio su dedicación. S.S". Toco el plato dos veces y el mensaje desapareció

Harry aun en la cocina hablando con dobby, ya que se negaba a ver a sus amigos en el gran comedor se sorprendió un poco cuando un pequeño elfo se acerco a el, con algo de temor

-Señor Harry Potter, señor, le llego esto de uno de los profesores parece que es algún comentario por el postre que usted realizó. El pequeño elfo extendió su mano huesuda revelando el papel con la instrucción y la pequeña estrella.

-Gracias Gipsy espero no sea un mal comentario. El chico sonrió al tomar el papel acatando la orden abrió el pequeño papel de la estrellita sorprendiéndose aun más, sintió un nudo en la garganta mientras apretaba el papel contra su pecho.

Al tocarlo con la varita se convirtió de nuevo en una pequeña estrella verde, sonrió un poco sin que sus ojos se iluminaran, pensó que quizá podía estar cerca de él de esta manera tan burda, así no podrían descubrirle, luego recordó el hechizo y su mundo se vino abajo -de nuevo-, guardo la estrella en su túnica y comenzó a caminar a las mazmorra, hacia su tortura, poder verle y estar cerca de su amado, pero no más allá que una discusión y miradas penetrantes que hacían su corazón desmoronarse de apoco

-----------------------------------------------------------

Revisado y actualizado

La verdad la receta del chessecake es la que usualmene utilizo y si, no me gusta ponerle azúcar

¡¿Puedes verme ahora?! EN REVISION Y EDICIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora