№57

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—No tenemos un lugar fijo, así que será en tu jardín.

No, no y no.

—¿Qué?— me sonrió coqueto—. ¡No vamos a hacer nada en mi casa! ¡Estás loco!

—Lo sé— se mofa de la situacion, alza sus hombros para darme a entender que no le importa nada—. Vamos a estar en contacto está semana para darte tu trabajo.

—Por favor, puedo hacer otra cosa, pero yo no quie...

—Esa boquita tuya necesita que la follen.

Su comentario me deja incapie en mis pensamientos, ¿él era capaz de hacer eso? ¿tenía que matar a sangre fría para cuidar de mi princesa?

Es que... yo haría todo por ella.

Guardo silencio. Dejando que él me guíe en sus hazañas. Tal vez, sólo tal vez, esto... esto me guste conforme al tiempo.

Y si que lo haría.

—Eso pensaba— se gira y comienza a caminar por mi habitación, estamos solos, sin nadie, Hoseok está con su padre y Taehyung no me dice el porque—. Hemos tenido unos problemas muy fuertes con Min Yoon Gi, ¿lo conoces?

¿Qué si lo conocía? Ja, lo quería muerto. Vivo para matarlo yo mismo.

Mis mejillas se crispan rojas del enojo que comienzo a sentir y mis puños comienzan a formarse, estoy cabreado de tan sólo escuchar su nombre.

—Vaya, veo que te agrada el sujeto— sus ojos me miran con serenidad y yo asiento. Hace más de un mes que lo conozco, me han dado órdenes estrictas y una de ellas es alejarme de mi princesa, que me ha insistido en demasía al ver que la evado, que la rechazo y que no la busco más. Pero, ella no sabe que lo hago para cubrir la deuda de su padre, para que ella pueda ser feliz, para que ella jamás se entere de que su padre engaña a su madre desde que puede y respira, quiero... ah, quiero que ella sea feliz, no importando que no sea conmigo, yo... yo, sólo quiero eso—. No te daré el gusto de matarle.

Mis ánimos bajan y mi cuerpo se rige. De una tonta manera me pongo triste.
¿Qué me pasa? Hace unos días me alegré tontamente al ver como Taehyung rasgada el rostro de una de mi ex' compañeras del instituto, también sonreí vagamente al ver como le cortaba las orejas a Seylen viva para según él, su colección.

Algo me pasaba, y no sabía que era. Pero era... era satisfactorio. Me encantaba, joder, me encantaba.

—¿Pero por qué no?— me quejo como un niño pequeño, sin saber el porqué de mis actos—. He obedecido todas tus órdenes y las de Hoseok sin recriminar nada.

El me sonríe de nuevo, acercándose a mí.

—Si matamos a Min Yoon Gi, no servirá de mucho, su muerte será rápido, sin embargo, si matamos a su hermano Park Ji Min él sufrirá por el resto de su vida. Y jamás se lo perdonaría.

Genial, me encantaba, yo quería que sufriera. Yo iba a hacerlo sufrir.

Y vaya que lo haría, de una muy buena manera.

Dulce Venganza; jjk #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora