Dulce Venganza; jjk #2

№58

El sol está en su pleno punto. Taehyung está detrás del auto, y Hoseok dentro de la camioneta.

—¿Ya sabes lo que tienes que hacer, no?— Taehyung me pregunta, él está tan tranquila, claro, él ha hecho esto desde hace mucho tiempo. Es normal que un psicópata como él no sienta nada al realizar este tipo de cosas.

Me pregunto, ¿mi Tam estará bien al cargo de su hermano? ¿Por qué ese tal Min la quiere cerca? Es mi chica, y protegeré a mi chica si él quiere arebatarmela.

—Si, sé lo que tengo que hacer. —respondo fijando la vista a mi objetivo. JiMin práctica danza por las tardes después del colegio, exactamente en dos minutos él tiene que salir por esa puerta.

—No seas estúpido, controla tus emociones y tráelo aquí. —Hoseok baja el vidrio de la ventana.

Me ha comentado varias cosas en estos días. El padre de Tam tiene una deuda con ellos, y como soy si novio debo de pagar las consecuencias de los actos seguidos por los más cercanos a ella. Debo de controlar mis emociones al momento de tomar a mi víctima, debo demostrarle que todo está bien. Que soy seguro y que puedo protegerle, luego después de que este se haya tomado mi confianza, ataco. A mí manera.

El momento ha llegado.

El chico sale con un bolso colgado en su hombro derecho. Se ve agotado, y eso es aún mejor, no será tan difícil.

Dejo que camine un poco, se adentra a una de las calles. Le sigo, dos cuadras más. Mierda, se dirige a la casa de Tam.

Me detengo.

Detrás de mí viene el auto de los chicos.

Taehyung sale del auto.

—¿Por qué te detienes? ¡Ve a seguirlo!—me grita, con sus manos me hace señas de seguir, está furioso, ¿tanto es su dolor y rencor? Está tan desesperado.

No puedo hacerlo,—Esta yendo a la casa de Tam. No puedo hacerlo si él está ahí.

¿Cómo pensaría ella al momento de verme golpearle para traerle aquí con los chicos? Sería mi perdición, dejaría de ser mi novia, dejaría de estar para mí, y lo peor de todo. Me tendría miedo, temería de mi presencia.

—¡Escucha bien, JungKook!— Taehyung me toma de los hombros, me mira fijamente, y puedo ver ese dolor y sufrimiento en sus ojos. Venganza—. No importa que es lo que tengas que hacer, debes de traerlo aquí, tienes que obedecer todo lo que te digamos. O tú, tu familia y tu querida novia sufrirán las consecuencias.

No me quedaba de otra.

Corrí tras él.

Entre a la casa de Tam, y golpeé a JiMin. Lo saque de ahí y lo lleve justo donde me lo pidieron. Yo no acabe con su vida, fueron ellos.

Pero Tam al verme, lloro y sufrió por mi culpa. Sus últimos palabras fueron lo que desgarraron mi corazón.

—¿Por qué estás haciendo esto, JungKook? ¡Aléjate de él, aléjate de mí!— pero ella no entendía que la estaba protegiendo. Que la estaba cuidando.

Y que la cuidaría siempre.

—Buen trabajo JungKook. JiMin estará en buenas manos, no te preocupes.