Capítulo 5

228 30 0
                                    


En el momento en que entramos por la puerta del apartamento y me había deshecho de la corbata y los zapatos, HanBin estaba tranquilo, su ira se mantenía burbujeando bajo la superficie. No tenía ni idea de por qué estaba enfadado, o qué había hecho mal, pero sí sabía que con HanBin solo era cuestión de tiempo antes de que me lo dijera.

Le pregunté si quería un café mientras preparaba la máquina junto con dos tazas. Su silencio era inquietante. HanBin se quedó callado. Así que pensé que podría presionar un poco.

—JaeWon está impresionado por ti. Aunque no me había dado cuenta de que es gay.

—¿Eso importa?— preguntó HanBin.

—Bueno, no— le contesté —Por supuesto que no.

Entonces me encogí de hombros.

—Entonces, ¿por qué tocar el tema?

—Solo que nunca lo mencionaste.

—Porque no es importante— dijo secamente —Deberías de saberlo, JiWon.

—Lo sé, HanBin— dije con calma —Pero básicamente me dijo que pensaba que deberías estar con alguien como él y no conmigo.

—¿Te dijo eso?

—No exactamente— concedí —Pero hizo alusión a ello.

—¿Y qué le has dicho tú?

—Nada. Solo le sonreí y dije que tal vez si deberías, pero que a fin de cuentas eso era asunto tuyo, y fue entonces cuando me acerqué a ti.

—¿Le dijiste que tal vez estaría mejor con alguien como él?— me preguntó como si no lo pudiera creer.

—Le dije, muy diplomáticamente, que con quién estás no afecta la forma de hacer tu trabajo. Pero aparte de eso, ¿qué se supone que debería decir?— le pregunté —No estoy seguro de lo que siento por personas así.

—¿Sentir sobre qué?— preguntó HanBin con incredulidad —¿Qué se puede sentir al respecto?

—No sé... celos, inseguridad, duda.

La boca de HanBin se abrió.

—¿Quién? ¿Tú?

—¡Sí, yo!— le contesté —¡Él sería perfecto para ti! Es brillante, exitoso... más joven.

HanBin gimió.

—¡Yo no lo quiero a él! ¡Nunca he pensado en él de esa manera! Es un maldito mocoso inmaduro cuyo padre le ha dado todo. Y para ya con esa mierda de "Soy demasiado viejo para ti", ¿de acuerdo? Porque ya estoy hasta las narices de escucharlo.

Su arrebato me sorprendió.

—Está bien— le dije.

—Por Dios, JiWon— continuó diciendo —¡Tu mentalidad de "te dejaré libre si es lo que quieres" me vuelve loco! Es muy noble de tu parte, gracias— agregó con sarcasmo.

Obviamente, había tocado una fibra sensible.

—Bueno, pero es cierto. Te amo lo suficiente como para no interponerme en tu camino.

HanBin rodó los ojos y gimió una vez más en voz alta.

—Eso, ¡justo eso! Algunas personas podrían encontrarlo muy dulce, JiWon, pero ¿sabes qué? ¡A mí me encabrona!

—¡Por Dios, HanBin!— le dije de nuevo —¡Nunca voy a ganar contigo! ¿Entonces qué diablos se supone que debo hacer?

—¡Quiero que te enfades!— gritó —Quiero que seas capaz de mostrar a cualquier imbécil que quiera ligarme que te pertenezco, eso es lo que quiero. Quiero que cuando un tipo como JaeWon te diga que piensa que debería estar con él en lugar de contigo, le digas que se vaya a la mierda. Quiero que les digas que soy tuyo. Diles que es contigo con quien me voy a casa, que tú eres a quien yo quiero— se pasó la mano por el cabello —Quiero que muestres alguna emoción. No quiero que actúes como si dejarme ir con otra persona no te importaría una mierda. No es tan difícil, JiWon.

—¡¿Qué no me importa una mierda?!— le pregunté —Me mataría, HanBin. ¿Crees que no quiero lo mejor para ti? Incluso si eso significa dejar que te vayas, ¿crees que esa mierda no va a matarme? Por Dios, HanBin, eres todo para mí. Quiero todo contigo. Quiero pasar el resto de mi vida contigo. HanBin, me casaría contigo en un puto latido. Quiero que lo tengas todo, así que ¿cómo podría interponerme en tu camino?

La boca de HanBin se abrió y lentamente levantó las manos para que pudiera frotar su frente.

—Por el amor de Dios, JiWon, dime por favor que eso no era una propuesta. Si solo fue por esta mierda... Esa fue la excusa más lamentable para una propuesta de matrimonio.

Exhalé fuerte. Las ganas de seguir discutiendo con él se habían ido.

—No, no lo era. Pero en verdad me casaría contigo. Y sé que me amas, de eso no es de lo que estoy inseguro— le dije —Solo quiero que tengas todo. No quiero que elijas a otra persona, y me asusta hasta la mierda que algún día lo hagas— me pasé las manos por el cabello —Y para ser sincero, HanBin, ni siquiera estoy seguro de saber porqué estamos discutiendo.

HanBin suspiró y se acercó a mí. Tomó en su puño la parte de mi camisa que estaba a la altura de mi estómago.

—No estamos discutiendo. Es solo que cuando alguien te dice básicamente que me quiere para él, sería agradable que actuaras como si te importara.

Tomé su rostro entre mis manos.

—Me importa, demasiado jodidamente— le dije antes de besarlo —Nunca pienses que no me importa. Es solo que los tipos como JaeWon no merecen esa reacción. Además, él es el primer cliente con el que logras un contrato y tanto como me hubiera gustado decirle que se fuera a la mierda, no podía. No haría nada para poner en peligro tu trabajo.

—Ugh— HanBin gimió y apoyó su frente en mi clavícula.

Todo este exabrupto no era común en él. Froté su espalda con delicadeza para tratar de tranquilizarlo.

—Ahora, ¿te gustaría decirme qué es lo que realmente te molesta?

Levantó su rostro y sus ojos parpadearon con las dudas a flote. No era algo que viera muy a menudo en él.

—Ya sé que él me quiere, no soy estúpido.

—¿Y?

—¿Y qué pasa si solo eligió mi propuesta porque pensaba que con ello podría tenerme?

—Oh, HanBin, cariño— le dije en voz baja, pasando la mano por su cara —Eligió tu proyecto porque es el mejor.

HanBin resopló.

—El tipo ni siquiera puede distinguir su izquierda de su derecha.

Sonreí.

—Es un Jung. Su familia ha estado en el campo de desarrollo de bienes raíces durante décadas. Así que sus padres o abuelos pueden sostener los cordones de la bolsa, y podrán no conocer los términos técnicos, pero reconocen la buena arquitectura cuando la ven.

—Solo pensé cuanto estaba tratando de conseguir que salga con él, y que eso era todo lo que quería— dijo HanBin en voz baja —No mi trabajo. Y yo puse muchas horas en ese proyecto.

Negué con la cabeza.

—¿Tienes una copia de los planos del proyecto aquí?

—En mi lap— dijo con un guiño —¿Por qué?

—¿Puedes abrir el archivo para mí?— le pregunté —Quiero mostrarte algo. Solo dame un segundo.

UP ❀ Double B [iKON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora