Capítulo 9

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HanBin estaba en lo cierto.

Durante la siguiente semana, el trabajo pateó su trasero. Temprano por la mañana, horas tardías por la noche, pero nunca dejó de compartir conmigo lo que él estaba haciendo. Al venir a casa por la tarde me mostraba las últimas novedades, con gran entusiasmo me mostraba lo que había hecho ese día.

En la noche del viernes, HanBin volvió cerca de las once y cuando se sentó en el borde de la cama, se quitó los calcetines y suspiró con cansancio. Dijo que JaeWon seguía sobre él como una sanguijuela, pero le había dicho, de nuevo, que no estaba interesado.

—Si se acerca demasiado, empiezo a hablar de ti— dijo HanBin —Incluso si él me mira como si estuviera a punto de decir algo no relacionado con el trabajo, hablo de ti.

Puse mi libro sobre la mesita de noche y sonreí.

—No dejes que te moleste.

—¿Te molesta?— preguntó, desvistiéndose.

—No— dije en voz baja —Si te molesta, entonces eso me molesta, pero puede desearte todo lo que quiera, eso no significa que va a tenerte.

Levanté la sábana de la cama y HanBin entró. Apoyó la cabeza en mi pecho y se acurrucó a mi lado.

—No, no me tendrá.

Habíamos tenido una conversación similar a esta que había terminado en una pelea, así que tenía mis dudas en cuanto a cómo iría esta vez. Con calma besé la parte superior de su cabeza.

—Confío en ti, cariño.

No discutió. En cambio, se acurrucó aún más a mi lado y habló.

—Gracias— dijo en un susurro.

Entonces me besó en el pecho, me sostuvo apretado y se durmió entre mis brazos.

***

HanBin trabajó la mayor parte del fin de semana en su oficina, y eso estaba bien. Por mi parte, terminé el trabajo en casa, pero todo se encontraba en una extraña tranquilidad. Sin música, sin nada con lo que tropezar en el suelo, sin olor a alimentos siendo cocinados en el apartamento, sin nadie insultando a la máquina de café.

No se me escapó lo mucho que él había traído a mi vida.

O lo mucho que le echaba de menos cuando no estaba aquí.

Cuando llegó a casa el domingo por la noche, le pregunté si quería que calentara su cena. HanBin simplemente sacudió la cabeza con cansancio, y sin decir una palabra, tomó mi mano y me llevó a la cama.

Estaba tan cansado, sus movimientos eran sin prisas, sus besos lentos y lánguidos, pero no por ello era menos apasionado.

—Realmente te necesito— dijo con voz ronca —Por favor, JiWon.

Y no necesité mucho más para estar caliente por él.

Lo puse boca abajo en la cama y levanté su trasero. Poco a poco, con ternura, lo preparé para mi, y cuando finalmente me empujé dentro de él, arqueó la espalda y gimió fuertemente.

Me tumbé sobre él, llenándolo por completo. Tenía los ojos cerrados y poco a poco sacudía mis caderas contra él, saboreando cada momento.

—Joder— gimió largo y bajo.

Besé su cuello, su hombro, cualquier porción de piel que pudiera alcanzar, mientras me empujaba lentamente en él. HanBin puso sus manos sobre las mías, enhebró mis dedos con los suyos, y extendió sus muslos más ampliamente para mí.

Me hundí en él lo más profundo que pude, cada centímetro de mí, y él levantó su culo pidiendo más. Me sacudí con más fuerza, aumentando el ritmo. Empujé más profundo y cuando sus paredes apretaron deliciosamente mi pene, no me pude contener más.

—Voy a terminar— le dije al oído con voz áspera.

Echó la cabeza hacia atrás y gimió, mientras llenaba el condón, muy dentro de él.

Cuando me retiré, le di la vuelta. Tenía los ojos cerrados y sonreía, su pene aun estaba duro.

—Tu no terminaste— dije en voz baja.

—No hace falta— respondió adormilado, aún con los ojos cerrados —Solo te necesitaba.

Deseché el condón y me dediqué a lamer su longitud, desde sus testículos hasta la reluciente punta de su pene. Cuando lo tomé en mi boca, deslicé mi dedo en su entrada, todavía dilatada, en busca de su glándula.

Él se resistió moviendo sus caderas, apretó las sábanas y sus ojos se abrieron de golpe.

—¡Mierda!— gritó placenteramente.

Chupé, lamí, froté y toqué su próstata hasta que se corrió con un grito ronco. Su cuerpo convulsionó, atormentado por las oleadas de placer. De esa forma, completamente agotado y sonriente, se quedó dormido.

***

La siguiente semana fue básicamente lo mismo. Trabajó duro igual que yo, y le extrañaba terriblemente. Aun así, me envió un mensaje cuando tuvo algún momento libre, me llamó desde el trabajo de vez en cuando, a pesar de que sonaba tan cansado.

Había llegado tarde a casa todas las noches, se metía en la cama y se quedaba dormido en cuestión de segundos, solo para despertar al día siguiente e ir a trabajar temprano. Yo estaba consciente de que eso era lo que tenía que hacer.

Las largas horas de trabajo acompañan a una carrera exitosa. Así que por mucho que lo echaba de menos, lo entendía.

El jueves por la noche después del trabajo cuando entré en el vestíbulo de nuestro edificio, SukJin sonrió.

—Entrega especial para usted, señor Kim— dijo, las arrugas alrededor de sus ojos me decían que era una sonrisa sincera.

Me acerqué al mostrador de recepción, donde había una caja envuelta y un ramo de rosas rojas acompañándola.

—¿Son para mí?

SukJin asintió.

—Creo que alguien le echa de menos.

Mis ojos se dirigieron al portero.

—¿Hay una tarjeta?

—Por supuesto— respondió SukJin, y me entregó un pequeño sobre blanco —Pero el señor Lee llamó con antelación. Me pidió que le dijera que va a llegar tarde otra vez, y gracias por comprender.

Sonreí tan bobamente que era ridículo, agradecí a SukJin y tomé mis regalos para luego subir.

En cuanto llegué al apartamento, acomodé todo y abrí la tarjeta primero.

Vi esto y me acordé de ti,
donde todo empezó.

Arranqué el envoltorio de la cara, confundido en un principio por lo que vi. Entonces me eché a reír y mi corazón ardió en mi pecho.

De todas las cosas que podrían haber sido, era un puta caja de construcciones LEGO.

De donde todo empezó...

Un juego LEGO de la ópera de Sydney.

Donde habíamos ido juntos, donde hicimos el amor por primera vez, donde me di cuenta de que las líneas se habían desdibujado, donde empecé a enamorarme sin miedo de él.

Donde todo empezó.












***
Hoy me di cuenta que ya estamos más o menos por la mitad de la historia :v
Y ya pronto viene el verdadero drama 🥺🙄

Jajaja, gracias por leer 😬

UP ❀ Double B [iKON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora