Capítulo 13

204 20 1
                                    


A la primera oportunidad que tuve en el trabajo el lunes, busqué en Naver tiendas de Prada, luego las botas que HanBin había mencionado. Una cosa era cierta. HanBin tenía unos gustos muy caros. Ya fuera que estaba bromeando sobre querer esas botas o no, las compré.

Pero entonces, sabiendo que ordenarlas en línea no sería lo suficientemente bueno, fui a la tienda en mi hora de almuerzo. Pedí que las envolvieran y enviaran por mensajería a su oficina, con una nota manuscrita adjunta que decía:

Cualquier cosa por ti.

Estaba tan distraído con los clientes nuevos que no fue hasta que llegué caminando al apartamento que me di cuenta que no había tenido ninguna respuesta de HanBin. A decir verdad, estaba un poco decepcionado, pero tenía ganas de ver su reacción cuando viniera a casa.

Era tarde, mucho después de su hora habitual de llegar al apartamento, cuando entró por la puerta con aspecto cansado. Dejó caer su maletín en el suelo junto al sillón y se sentó frente a mí en el otro asiento. Cerré el archivo de trabajo que estaba leyendo y lo observé detenidamente.

Sin decir ni una sola palabra, levantó los pies con sus botas de Prada puestas, los deslizó sobre la mesa y una lenta sonrisa se extendió por su cara.

"Cualquier cosa por ti"— repitió lo que había escrito en la tarjeta.

Me quedé mirándolo directamente a él.

—Sí.

—No tenías que comprarlas, sabes. Solo estaba bromeando.

—Tus deseos son mis órdenes. O algo por el estilo— le dije, devolviéndole una sonrisa.

—¿Mis deseos?

—Creo que eso dije, sí.

—Mi deseo eres tú, dentro de mí.

Mis ojos se abrieron ante esa petición tan descarada.

—Ah, ¿si?

—Sí.

—Estas muy cansado.

—Entonces fóllame lento.

Negué con la cabeza, pero me puse de pie y le tendí la mano. Él la tomó inmediatamente, lo ayudé a levantarse, pero cuando entré en la sala, me atrajo hacia él. HanBin deslizó sus brazos alrededor de mí y me abrazó, acariciando mi cuello.

—Estaba teniendo un día de mierda— murmuró en mi clavícula —Y entonces me llegaron unas botas por mensajería y no tienes ni idea de lo mucho que quise irme en ese momento venir a verte.

Apreté mi agarre sobre él y deslicé una mano sobre la parte posterior de su cabeza.

—En realidad, no fue por la botas. No me malinterpretes. Son excelentes, pero la tarjeta...

—Cualquier cosa por ti— susurré contra su oído.

Asintió.

—Era justo lo que necesitaba escuchar. Gracias.

—De nada.

—Llévame a la cama , JiWon.

—Estas muy cansado, cariño.

Se echó hacia atrás para mirarme.

—¿Vas a hacer que te ruegue?

Negué con la cabeza y lo besé en los labios.

—Nunca.

Hice el amor con él, suavemente, lentamente. Saboreando cada movimiento, cada empuje. HanBin estaba de espaldas, con las piernas flexionales hacia su pecho. Nunca apartó su boca de la mía. Me besó profundamente, manteniendo el ritmo de cada movimiento de mis caderas. Su orgasmo se apoderó de él, sus ojos se cerraron y sus dedos se clavaron en mi piel.

UP ❀ Double B [iKON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora