t w e n t y f o u r

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O de los cometas en el cielo

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O de los cometas en el cielo

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El regalo cayó al suelo haciendo un sonido sordo; Juliette, por inercia o por mero instinto de protección, retrocedió asustada.

—¿Por qué lo tomaste?

—Yo... yo —balbuceó la niña sin lograr articular una palabra.

—¡Ben! Emily dice que abrieron una zona de juegos en un centro comercial y que podríamos ir todos y... —Joseph entró en la habitación con una gran sonrisa que pronto se esfumó al ver a su hija hincada en el suelo con muchos regalos con envoltura navideña a su alrededor —¿Qué sucede? —cuestionó confundido.

La niña, en un intento por remendar la situación, trató de volver a colocar los regalos debajo de la cama sin embargo esa acción provocó que la voz de Benjamin se elevara en un grito agitado.

—¡Te dije que los dejaras!

Juliette se encogió por la gruesa voz de su entrenador gritándole y fue en ese momento cuando Joseph saltó a la defensiva posicionándose en frente de su hija.

—¿A ti que te pasa? ¡¿Por qué le gritas a mi hija?!

Guiados por el alboroto, Emily y Gwilym llegaron a la habitación bastante consternados, solo bastó con que Lee viera todos los regalos de Laia en el suelo para que comprendiera con rapidez lo que sucedía.

—¿Por qué no la enseñas a no husmear en casas ajenas? —escupió Ben con la respiración acelerada.

—Eso es algo que lo decido yo —. Pronunció Joseph con fuerza —Y tú no tienes que gritarle de esa manera a Juliette.

Gwilym tomó a Ben por el pecho obligándolo a mirarlo. —Ben, tranquilízate. Es una niña y no sabe lo que sucede. —pronunció entre dientes.

—Pero Gwil... —trató de hablar pero su amigo volvió a interrumpirlo.

—¡Basta, Benjamin! Necesito que te calmes.

Dispuesto a tomar a su hija en brazos, Joseph se agachó para tomar a Juliette pero se detuvo en seco al ver unas cuantas lágrimas bajando por el contorno del rostro de su niña.

De pronto, comenzó a sentir una molestia en su garganta.

—La hiciste llorar... —murmuró —¿Hiciste llorar a mi hija?

En el momento en que vio un par de lágrimas descender de los asustados ojos azules de Juliette, algo dentro de Ben dolió. Pero ese dolor no se comparó al que sintió cuando la niña frente a él se escondió detrás de las piernas de su padre, temerosa de su presencia.

Luces en el balcón || BenHardy x JoeMazzelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora