Ocho pero con y

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— I GET HYSTHERICAL, HYSTHERIA, WHEN YOU GET THAT FEELING, BETTER START BELIVING —gritó Duff en su habitación abrazando un cojín.

Izzy entró a la habitación.

— Duff, hijito lindo, cállate por favor —pidió.

— Lo siento —respondió el teñido poniendo cara de ":(".

— Bueno, vine porque quería pedirte si sacabas la basura —le dijo.

— Es que estoy...

— ES UNA ORDEN —exclamó Izzy y Duff asintió rápidamente parándose a sacar la basura.

Lo hizo, cerró el basurero y mientras se lavaba las manos escuchó una conversación entre su madre y una voz masculina.

— ¿Qué demonios haces aquí? —había preguntado Izzy en tono de notoria molestia.

— Tú sabes lo que vine a hacer aquí, Iz —respondió la voz masculina, Duff se asomó a mirar por la puerta que daba al pasillo, logrando así verlo en el marco de la puerta principal. Era... extrañamente familiar.

— No vuelvas a llamarme así, imbécil —espetó Izzy molesto—. Si quieres dinero, yo debería pedirlo, dejaste de pagar pensión hace años...

— No vengo por eso —respondió el hombre—. Quiero ver a mi hijo.

Duff se colocó apoyándose de espaldas rápidamente en la pared.

— Pudiste venir a verlo hace 15 años, Elmer —reclamó el azabache—. Eres un desconocido para él.

El corazón de Duff empezó a latir con fuerza.

Aquel hombre que se encontraba en el marco de la puerta... ¿era su padre?

Siempre había soñado con una figura paterna, la cual jamás encontró. Añorando tener a ese hombre a quien se celebra en junio, te enseñaba cosas y se hacían bromas mutuamente.

Sí, Izzy era... hombre, pero tenía más el papel de madre que de padre, por algo esta historia se llama Mommy Izzy y no Daddy Izzy, dah. Además Daddy Izzy suena a historia anticristiana y esto es apto para todas las edades, amén.

En fin, allí se encontraba lo que siempre había añorado, lo que siempre había deseado y buscado.

Pero... ¿por qué simplemente sentía rabia?

Supuso que la respuesta era bastante obvia, el tipo no había siquiera hecho un intento de conocerlo en todo aquel tiempo, llevaba 15 años ignorando su existencia.

— Es mi hijo —dijo Elmer—. Tengo derecho a conocerlo.

— Perdiste ese derecho cuando dijiste que no pensabas hacerte cargo —reclamó Izzy disponiéndose a cerrarle la puerta en la cara, pero el hombre puso la mano en la puerta para evitarlo.

—

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Mommy Izzy and his  blessings [GUNS N ROSES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora