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Boo Reed caminaba por el largo pasillo de su escuela mientras iba revisando el nuevo libro de astronomía que su padre le había regalado hace un par de días. Lo que más amaba en el mundo, era la astronomía, le encantaba sentarse en su balcón junto al viejo telescopio de su abuelo y mirar el cielo esperando encontrar algo nuevo, eso era lo que normalmente hacía todas las noches, hasta que su pequeña hermana de cinco años decidió que era buena idea lanzar el telescopio por el balcón.

Boo Reed necesitaba urgentemente un telescopio nuevo, y el que había visto en un catálogo costaba alrededor de 400 dólares, sus padres le prometieron que se lo regalarían por navidad, pero Boo Reed no podía esperar siete meses y medio.

-Hola Boo -saludó uno de sus mejores amigos, Lukas Hawk-.

Boo seguía concentrado en su libro por lo que Lukas tuvo que golpearle la cabeza levemente para que el chico dejara el libro de una vez por todas.

-Ah, hola -sonrió a su amigo y abrió su casillero-. Papá me regaló este nuevo libro, ya sabes como me pongo

-Si, lo sabemos -comentó Lance Wilson, su segundo mejor amigo, que acababa de llegar-. ¿Cómo vas convenciendo a tus padres con lo del telescopio nuevo?

-Mal -bufó sacando libros de su casillero-. Siguen diciéndome que me lo conseguirán para navidad

-Eso es malo -susurró Lance-. Pero no sé si es tan malo como tener que aguantarte enojado los siete meses restantes

-Siete meses y medio -corrigió Lukas-.

-Gracias por recordármelo -Boo gruñó y cerró su casillero con fuerza-.

El joven iba a decir algo más pero su voz se detuvo completamente cuando vio como el trío de chicos populares ingresaban a la escuela, Alan Cooper, el mariscal del equipo de fútbol de la escuela junto a sus dos mejores amigos (también parte del equipo), Zev Bennett y Dean Brown. Su caminar era lento y sus miradas intimidaban a todos, aunque siempre tenían tiempo para coquetearle a las chicas que estaban babeando junto a ellos.

-Es un idiota -susurró Boo mirando aún al líder del grupo-.

-Por supuesto que lo es -rodó los ojos-. Es el típico chico cliché de la secundaria

-Y nosotros somos los típicos chicos nerds -comentó Lance riendo divertido-.

-Si esta fuera una película juvenil súper cliché, Alan Cooper estaría apostando enamorar a alguna nerd de la escuela solo para ganar algo -soltó Boo entre risas-. Menos mal, esto es la vida real

Se giró y comenzó a caminar hacia su salón mientras se escuchaba la campana de la escuela sonar, Lance y Lukas cruzaron miradas al escuchar el comentario de su amigo, se les acababa de ocurrir una grandiosa idea que suponían, Boo, no podría negarse a ella.

🤓😎🤓😎🤓😎

-¡¿Ustedes están dementes?! -susurró Boo mientras miraba a sus amigos con algo de terror-. ¿Por qué demonios yo haría eso?

-Porque si lo haces, ganarás algo muy bueno -sonrió Lance divertido-.

-Me niego -Boo frunció el ceño-. Jamás en la vida aceptaría su estúpido reto -gruñó-. ¿Enamorar a Alan Cooper? ¿En serio?

-No pienses que es un reto -Lukas rodó los ojos-. Te conocemos, eres un maldito cobarde

-Gracias -susurró molesto el lindo chico castaño-.

-Sabemos que no lo harás si es un reto -continuó Lance-. Por eso, esto será una apuesta

-¿Y qué se supone que ganaré si lo consigo? -rodó los ojos-.

A Bad BetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora