Como sospechaban, las lluvias habían embarrado los caminos y el huerto así que ese día se ensuciaron el doble. En una ocasión Aone resbaló con el barro y calló al suelo. Asahi corrió a por él y resbaló en el mismo charco, dejando sus cuerpos pringados hasta que pararon a descansar y pudieron lavarse. Lo hicieron con la manguera, las botas como eran de goma pudieron lavarlas y quitárselas un rato, pero el mono de trabajo tuvieron que remangárselo y abrirlo.
Aone estaba algo pudoroso de su cuerpo por primera vez. Ni en los entrenamientos ni en clase de gimnasia había tenido nunca problema con desnudarse frente a otros chicos porque no le preocupó nunca la opinión que nadie tuviera de su físico, pero con Asahi era diferente. Lo que pensara ese bonito chico sí le preocupaba. Así que solo se sacó la camiseta para cambiársela por otra. Asahi por el contrario, ya no pensaba que existiera forma de parecerle sexy a Aone estando hasta arriba de barro, ni de ninguna otra forma, así que de forma despreocupada y sin mal pensar empezó a quitarse la ropa.
Asahi no vio siniestro tenerle allí de pie mirando mientras se desnudaba. De ser otra persona en el mundo aquello hubiera revestido carácter sexual, truculento y extraño pero sexual, pero no, pensaba Asahi, con Aone no había problema pues no tenían ese tipo de maldad pícara. Así que se quedó en calzones y abrió la manguera para empezar a lavarse. Salía en chorro grueso pero sin mucha presión y como estaba acalorado además de muy sucio se mojó también el pelo. Con una mano agarraba fuerte la gruesa manguera y con la otra se apartaba el cabello del rostro y se frotaba el cuerpo para sacar el barro que pronto se deshizo y desapareció dejando su cuerpo tan moreno y marcado como era.
Por su parte, Aone, bueno... decir que aquella fue la primera vez que Aone se puso duro en público.
Si Asahi le descubría empalmado y mirándole no solo tendría que abandonar el trabajo sino no también el vóley y probablemente la ciudad para nunca jamás volver a cruzarse con él pues podía, literalmente, morirse. Así que rápidamente se quitó el sombrero y se tapó la entrepierna, sin decir más se metió a la caseta.
«No...», pensó al desabotonarse la bragueta del mono y confirmar que estaba duro y también mojado, pero no porque le hubiera salpicado el agua. Dentro de su calzón estaba su miembro erecto que ya asomaba la punta hacia fuera, con esa fina capa de vello claro que iba desde su ombligo hasta donde se perdía su vista y ahora estaba manchado de transparente y viscoso presemen.
«Y se supone que hoy tengo que mirarle a la cara después de esto...», se dijo mirando la vergonzosa mancha que hacía pegajosa su ropa interior.
Dejó de mirar ahí abajo y trató de pensar en cosas neutras. Estaba casi seguro de que Asahi no lo había notado, solo debía calmarse, que eso bajara y cuando la jornada terminara encontrar un lugar tranquilo y apartado para poder morirse a gusto.
Masturbarse no era una opción, primero porque aunque le daba mucho gustito hacerlo necesitaba máxima concentración: saber que sus padres no estaban en casa, que la puerta estaba cerrada y que nadie iba a preguntar por él. También algo a mano para limpiarse pues ¿cómo decirlo? sus finales solían ser abundantes. Y además que no, que sería una locura. Si entraba Asahi y le descubría en plena faena... ni imaginaba las consecuencias que tendría eso. No, no. No iba a jugársela ni era de ese tipo de hombres que se masturabab en sitios inusuales. Así que sencillamente se calmó y despejó de su mente la tórrida escena de la ue Asahi le había hecho espectador involuntario. Si Asahi duchándose era o no buen material recreativo ya lo decidiría en un contexto en el que pudiera darle solución al problema entre sus piernas.
❁❁❁
Cuando tuvo preparada una excusa salió pero resultó que no fue necesaria pues el escenario era muy distinto a cuando había huído. La jefa les había visto de lejos usar la manguera y se había acercado, por si arruinaban su economía familiar al gastar unos litros de agua extra. Asahi ya estaba vestido y la señora recién llegaba.
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PÈSOLS [ANOE X ASAHI]
FanfictionNinguno de los dos imaginó que trabajar en verano en un campo de guisantes podía ser lo mejor que iba a pasarles. 🐼🌱🐻 Asahi x Aone Haikyuu