«Madrugar es lo peor y ni siquiera me gustan los guisantes pero...». Asahi no podía terminar la frase. Aone tampoco.
Ya era el cuarto o quinto día yendo allí y el trabajo era duro, agotador y sucio pero que bueno era estar con él. Hora, tras hora, tras hora allí solos trabajando codo a codo se habían ido soltando, dándose a conocer y conociendo a partes iguales y cada cosa que descubrían el uno del otro les gustaba más y más.
Tenían muchas cosas en común y no solo lo que ya sabían sino pequeñas tonterías pero de las trascendentes, desde gustos por algunas series o música hasta esa sensibilidad para ver el mundo que tenían.
Aone descubrió que Asahi era tan fuerte en la cancha como en el resto de facetas y no solo físicamente aunque también por el modo en que le veía trabajar y cargar, y al mismo tiempo tenía un corazón de cristal. Que era sencillo y encantador. No chillaba ni se alteraba por todo. Era el tipo de chico con el que sí se sentía cómodo para hablar porque sabía que iba a ser escuchado.
Asahi aprendió que el silencio de Aone no significaba rechazo ni hostilidad y que de hecho podía ser acogedor estar callados, algo que se conseguía con muy pocas personas. Tenía una forma lindísima de ponerse rojo, con esa piel tan blanca que tenía. Y su mirada era limpia y le transmitía afecto y sinceridad.
Algo había entre ellos, una conexión especial y cruzaban los dedos porque el otro también lo notara ya que reían de corazón que podrían terminar siendo buenos amigos pues todo iba fantástico... al menos hasta que una frase lo arruinó todo aquella mañana.
«A trabajar, no estáis aquí para mariconear».
Había sido el marido de la señora que a la hora del descanso había ido hasta allí a conocerles. Estos no le habían visto llegar porque estaban sentados en la banca tras la caseta. El hombre había llegado en un momento en que Aone y Asahi se estaban riendo.
Solo estaban riendo juntos; nada más. Sin embargo, algo habrían hecho aunque no sabían el qué que había molestado a aquel señor.
Los dos cortaron de seco sus risas y tras mirar al hombre bajaron la vista al suelo.
Luego le oyeron gruñir alguna barbaridad que no lograron entender y lo vieron marcharse. Los dos tenían la cabeza gacha aún después de que se hubiera ido ese hombre. Ya no les quedaban ganas de terminar el almuerzo ni tampoco de reír.
No sabían si era el tono que había usado o la palabra, pero algo había dolido. Aunque lo que más les ardió fue su reacción sumisa, aceptando la culpa de lo que no habían cometido.
—No hemos dicho nada... —dijo Aone.
Asahi escuchó por primera vez rabia en su voz y no supo interpretarlo. ¿"No hemos dicho nada malo para que nos diga que mariconeamos", "No hemos dicho nada para corregirle de su error" o, tal vez, "No hemos dicho nada y le hemos dejado usar 'maricón' como insulto"?
Le vio apretar los puños sobre sus piernas. Asahi quería añadir algo, tenía su propia opinión sobre lo ocurrido pero un segundo antes de abrir la boca sintió miedo. Miedo a que esa opinión suya no coincidiera con la de Aone. Pánico total e irracional a exponerse y que Aone pensara igual que el hombre.
Así que por esta vez cerró la boca. Ante el silencio Aone dejó de esperar por Asahi y se levantó para volver al trabajo sin decirle nada más.
❁❁❁
Aquel día el silencio no fue cómodo. Dejaron de bromear y se metieron cada uno en su labor de lleno; no hubo miraditas cruzando el huerto ni risas en el aire, solo un halo de rabia, culpa y vergüenza.
![](https://img.wattpad.com/cover/191862433-288-k363561.jpg)
ESTÁS LEYENDO
PÈSOLS [ANOE X ASAHI]
FanfictionNinguno de los dos imaginó que trabajar en verano en un campo de guisantes podía ser lo mejor que iba a pasarles. 🐼🌱🐻 Asahi x Aone Haikyuu