Decisiones de 10 minutos

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El invierno era la mejor estación para celebrar las cosas buenas.

Derek, como miembro del equipo justiciero, tenía el arduo trabajo de vigilar y tratar de mantener el orden público durante todo el tiempo de duración de las fiestas. El sheriff había sido muy claro cuando exigió las calles libres de cualquier tipo de persona alcoholizada, en especial si esa persona conducía un automóvil.

Era un trabajo tedioso, pero tenía su gloria en ciertos aspectos. Más que todo cuando estaba en su tiempo libre y podía disfrutar de su trabajo bien hecho.

Sin embargo, las jornadas serían muy duras a partir del siguiente fin de semana.

— ¿Irás a cenar a la casa? —Stiles preguntó mientras se desprendía el suéter. A pesar de que en Beacon Hills no caía nieve como en todos los demás estados del país, el invierno era famoso por la gran decaída de temperatura y el frío que afloraba entre los árboles— Prepararé la receta de mamá...

En estos días Stiles estaba un poco tenso y decaído. La carta de la universidad había llegado, sólo que no de la universidad que quería en un principio; por lo que estaba notablemente contrariado. Él había enviado varias solicitudes a al menos cuatro universidades distintas; de las cuales dos quedaban dentro de Beacon Hills, teniendo la esperanza de ser aceptado en una de esas como mínimo ya que, las otras dos, estaban dispersas en el país. Stiles solamente envió solicitudes a San Francisco y a New York para no dejar espacios en blancos y aliviar la conciencia de sus padres en lo que respectaba a optar por todas las herramientas posibles; y en secreto, se había postulado al puesto de reclutamiento en Quántico para el nuevo año de entrenamiento de agentes del FBI.

Eso último lo descubrió Derek cuando recogió la correspondencia de Stiles en la oficina de envíos postales nacionales. Él quedó tan sorprendido por ello que no tuvo palabras para expresarse.

Eso le recordó bastante aquellas ocaciones en donde Derek le explicaba lo que conllevaba realizar el entrenamiento intensivo para entrar en las instalaciones policiales. Stiles entonces tendría cerca de catorce años y estaba tan entusiasmado por escuchar las anécdotas de Derek que le repetía incansablemente lo mucho que esperaba terminar siendo un agente del FBI. Derek solamente sonreía y le decía que no era tan fácil como esperaba.

Después entonces vino la medicina y Stiles dejó el tema de lado.

Y entonces Derek que tenía en sus manos la acepción de Stiles en la academia, se preguntó que tanto tendría Stiles guardado dentro de sí que no le comentó a nadie más.

Por lo que, Stiles estaba en una enorme encrucijada.

¿Reclamar el cupo de San Francisco para estudiar medicina, o irse a Quántico para optar por el entrenamiento de agente del FBI?

—Podemos hacer una cena familiar en conjunto —respondió Derek mientras analizaba el comentario. Una sonrisa tímida apareció en el rostro de Stiles. Después de la escena en la casa Hale, muchas cosas se hablaron y se solucionaron; ahora pues, era mucho más fácil hablar sobre tema abiertamente—. Cora regresa una semana por el descanso de la universidad y me matará si hacemos una cena sin ustedes.

— ¿Cómo le va en la universidad? —preguntó Stiles con una sonrisa triste. Derek redujo la distancia y atrajo a Stiles a un abrazo. Su chico estaba tan tenso como las cuerdas de un violín.

—Amor, ya hablamos de esto. No hay nada de malo en elegir cualquiera de las dos opciones disponibles que tienes. O si quieres, podemos pagar...

Stiles negó mientras se separaba de Derek.

Ahí se iba otra charla más.

—No haré que mi papá pague la universidad cuando ya tengo un cupo asignado —su voz fue firme y final—. Sabes que no tengo problema en estudiar en la distancia. Es sólo que...

Cosas de Adultos ||Sterek||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora