● P R I M E R O ●

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Nishinoya llegó a la sala de la reunión un segundo antes de que el comisario Ukai cerrara la puerta. Él siempre había sido cumplidor y puntual, a su manera, pero desde que había entrado oficialmente en el cuerpo de policía sentía que todo ocurría apresuradamente y no estaba dando la talla al nivel al que él lo deseaba. Además, de que ser el novato de la patrulla entre un montón de veteranos, bastante graciosillos, tampoco era trabajo fácil.

Tomó asiento junto al subinspector Tanaka, el único que era un poco agradable con él. Al otro lado de la sala el inspector Sawamura le siguió con una mirada de desaprobación hasta que Noya se sentó y dejó de hacer ruido.

Entonces el comisario Ukai empezó a hablar.

—Bien muchachos, esta mañana han llegado las pruebas del último caso; aquel chico de diecisiete años asesinado y, como lamentablemente todos esperábamos, las muestras de esperma halladas en el cadáver coinciden también con las halladas en los cuerpos de los otros dos chicos. Estamos oficialmente frente a un violador y asesino en serie... —alzó la vista y miró uno a uno la cara de papanatas de "sus hombres"—, así están las cosas. Pero hay una buena noticia y es que los muchachos de la científica creen tener a nuestro hombre localizado.

Noya sintió un escalofrío en todo su cuerpo. Hacía un par de meses que trataban de atrapar al violador de Miyagi al que la prensa sensacionalista había bautizado como "el cuervo" ya que tras cometer sus crímenes mutilaba alguna pequeña parte del cuerpo, sin dejar rastro de esta, por lo que suponían que se las comías.

Durante sus pasados meses en la academia Noya se había preparado para oír de todo, pero algo así seguía revolviéndole las tripas.

El comisario chasqueó los dedos haciéndole un gesto a Nishinoya para que regresara a su mundo y cogiera unos dosieres sobre su mesa para comenzar a repartirlos.

Odiaba tanto que le trataran así, sin embargo le obedeció mientras este seguía hablando.

—Resulta que "el cuervo", podría ser Azumane Asahi. Un hombre soltero de veintiséis años que vive solo en un apartamento cerca de donde aparecieron el primer y tercer cadáver, y tan solo a unos metros del instituto Karasuno, en el que estudiaba la segunda víctima. Los que investigaron la desaparición de los primeros chicos ya apuntaban a que podía ser él. Tiene un aspecto muy sospechoso y siniestro, pero aún no tenemos nada más.

—¿No podemos detenerle y pedirle una muestra de esperma? —preguntó Tanaka. Nishinoya pensó que le diría algo por interrumpirle pero no fue desagradable del todo con él.

—Para eso necesitamos autorización judicial y no nos la darán solo con sospechas, así que necesitamos una prueba.

Nishinoya terminó de repartir y regresó a su asiento, abrió el dossier y vio la fotografía del sospechoso. Estaba tomada desde una esquina y este estaba de lado y abrigado con una bufanda que le cubría hasta media cara, el moño respingón que llevaba en lo alto de la coronilla era lo único útil para diferenciarle. Al lado de la imágen estaba apuntada la dirección y varios datos personales.

—Entonces, ¿qué hacemos? Sabemos quién es pero ¿no podemos ir a por él?

—No sabemos si es él... —le dijo Sawamura, abogando por la desconocida presunción de inocencia.

—Lo que haremos será seguimiento —aclaró el comisario Ukai—. Le observaremos hasta que le pillemos in fraganti, no podemos hacer otra cosa por el momento.

—Entonces ¿tenemos que dejar que acose a alguien más?

—Sí y no... —sonrió.

Cuando el Inspector Ukai sonreía algo malo estaba por pasar y de súbito todos, menos Nishinoya por su falta de experiencia, obtuvieron la respuesta en sus cabezas.

EL CUERVO [ASANOYA] 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora