● Q U I N T O Y Ú L T I M O ●

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Llevaba tres días sin ver a Asahi, le habían separado un poco del caso porque se lo estaba tomando muy a lo personal y eso no era bueno ni para la investigación ni para Nishinoya.

Por eso le habían hecho regresar a Tokyo solo mientras todo su equipo seguía tras la pista de "El Cuervo". No estaba suspendido ni inhabilitado, la bondad infinita del comisario Ukai solo le había dejado en un limbo de legalidad en el que si volvía a romperle las bolas defendiendo -sin pruebas- a Azumane, le quitaría la placa y la pistola y le pediría un par de citas forzosas con el psicólogo del cuerpo para tratar su "trauma" tras la infiltración, del cual muchos ya se burlaban comparándolo con un síndrome de estocolmo.

Ahora estaba en su casa, en un estado que él definía como "perder el tiempo", pero no podía hacer más: no podía ir a trabajar en otro caso hasta "calmarse", ni podía seguir investigando ni mucho menos ir a ver a Asahi. El comisario no quería volver a oírle decir que se equivocaban de hombre. En general: no quería volver a oírle, al menos en una temporada.

De modo que Noya solo podía esperar.

Había estado esos tres días sin bañarse y con la tele prendida veinticuatro horas. Con y sin ganas de todo al mismo tiempo.

Hasta que a las once de la noche del tercer día recibió una llamada.

—¿Tanaka?

—¿Estás solo? ¿Puede hablar?

—Sí, ¿qué ocurre?

—Lo tenemos.

Tanala lo dijo tajante y orgulloso, era una buena noticia pero para Noya fue como una bofetada. Escuchaba sin prestar atención como su compañero le hablaba de que el violador y asesino había sido arrestado. En su cabeza imaginaba al bueno de Asahi asustado mientras sin razón alguna sus compañeros le ponían contra la pared y le retorcían el brazo a la espalda...

—Eh, Noya ¿sigues ahí?

—Sí...

—Vale, porque aquí viene lo fuerte: tenías razón.

—¿Qué?

—Ya me explicarás cómo lo supiste pero "El Cuervo" no era ese tal Asahi. Hemos estado siguiendo al pobre desgraciado sin culpa alguna... —bromeó—. Ese estaría durmiendo seguramente mientras deteníamos al auténtico. El hijo de perra estaba abandonando en el río el cuerpo del chaval que desapareció hace tres días. Un par de críos lo vieron y dieron la voz de alarma. Todo pasó muy rápido por suerte los mocosos están asustados pero a salvo. La familia del muerto ya está informada... Mañana habrá una reunión para cerrar el caso, si hablas con Ukai seguramente vuelvas ya al trabajo. ¿Sí, Noya? ¿Noya?

● ● ●

Lo que estaba a punto de hacer tal vez no estaba permitido pero tampoco era cien por ciento ilegal, se decía como consuelo y es que en el reglamento no venía nada de aquello que ahora mismo sentía, ni que hacer en esa situación de emergencia total en la que se habían convertido sus sentimientos durante las últimas semanas.

Había conducido sin parar desde Tokyo hasta Miyagi; desde su apartamento hasta el de Asahi y aún así no tenía muy claro qué decir. Sí, iba a tocar a su puerta y sin con suerte quería escucharle le contaría ¿qué? ¿Que era policía infiltrado y que trato de seducirlo para meterlo en la cárcel porque creía que era un detestable violador? Y luego ¿qué? Un: "Ah, y por cierto me gustas", para ponerle el broche al discurso.

«Lo más seguro es que me eche a patadas por mentiroso y falso», se dijo para darse aliento a su manera. Nada le desanimaría pues sabía que pasase lo que pasase, era algo que tenía que hacer.

EL CUERVO [ASANOYA] 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora