● S E G U N D O ●

7.1K 713 1.8K
                                    

Pasaron unos cuantos días en los que Noya y sus compañeros acechaban sin descanso a Asahi. Le habían pinchado el teléfono y le seguían a todas partes, anotando meticulosamente cada detalle de su vida. En cuanto a los encuentros con el anzuelo estos fueron algo más suaves para compensar, de modo que hacía el recorrido al instituto por delante de su apartamento y una que otra vez forzaron un encuentro en tiendas locales, siempre a horas intempestivas para que dichos encontronazos ocurrieran lo más aislados posibles. Sin nadie que les viera, con la estrategia obvia de enviarle un mensaje a Asahi: que nadie absolutamente podría relacionarle con Noya si de pronto le pasaba algo.

Ahora, Noya estaba en el furgón aparcado al girar dos calles junto con Shimizu y Tanaka, esperando a que Asahi terminara una conversación telefónica que estaban escuchando, para intervenir de nuevo.

"—Está bien, mamá", oían la voz de Asahi a través del teléfono pinchado.

"—No me digas solo "está bien" y ven más a visitarme, dijiste que vendrías hace dos semanas y aquí estoy esperando.

—Estuve ocupado, lo siento. Iré en cuanto pueda.

—¿Qué te tiene tan ocupado? ¿Sales con alguna chica?

—No, mamá, nada de eso.

—Mira, por el barrio empiezan a comentarme si eres un invertido de esos. Voy a empezar a creérmelo si no me das nietos pronto.

—Mamá, por favor, no digas cosas así...

—Solo bromeo, si has conocido a un chico dímelo, ven a presentármelo, pero ¡ven a verme!

—Que no es nada de eso, de verdad mamá. Solo estoy ocupado y cansado con el trabajo.

—Ya, ya... Entonces iré yo a verte, podría ir el...

—¡No! No vengas, por favor. Iré esta semana sin falta, te lo prometo.

—Está bien y cuando quieras visitar a tu anciana madre ya me explicarás qué es más importante que visitarme... Cuídate. Te quiero.

—Y tú. Te quiero, mamá".

Después la llamada finalizó.

Noya y Tanak se quitaron los cascos pero Shimizu seguía concentrada, pensando en algo.

—Esto... —dijo muy serio Tanaka, su cara se veía sombría: había descubierto algo. Noya le prestó toda su atención.

«Que cool son los veteranos, solo con una charla así son capaces de deducir algo del perfil del criminal», pensó Noya.

—Esto... —repitió Tanaka—, ¡me recuerda que hace semanas que no llamo a mi madre! Me va a matar...

Shimizu se quitó los cascos finalmente.

—Chicos, ha dicho que debió visitarle hace dos semanas, eso fue cuando desapareció la tercera víctima.

—Muy bien visto, Kiyoko —la felicitó Tanaka mientras lo anotaba.

—Usualmente mantiene a la víctima encerrada durante unos días más el tiempo que le lleva abandonar el cadáver sin ser visto. Creo que podemos deducir que seguramente no vuelva a atacar antes de visitar a su madre.

—Entonces ¿abortamos misión por hoy? —preguntó Noya.

—No, no. Nosotros seguimos adelante.

● ● ●

Aquella tarde diluviaba a mares lo cual era ideal para el plan, casi como si el mismísimo cielo quisiera acabar con ese criminal.

Sus compañeros, le desearon suerte y bajó de la furgoneta. A los diez minutos ya estaba empapado totalmente y corrió a la puerta de Azumane. Él había insistido en que para ser la primera-gran-estrategia era demasiado burda y obvia y que eso no iba a salir bien. Pero los "profesionales" insistían en que según su perfil de maníaco sexual iba a aprovechar.

EL CUERVO [ASANOYA] 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora