-Bienvenida a mi cueva- dijo Lauren abriendo la puerta y haciéndose a un lado para que Camila pasara primero.
-Es literalmente lo contrario a como la imaginaba- comentó Camila, mirando a todos lados.
-¿Cómo se supone que era en tu imaginación?
La ojiverde se sentó en su cama y dio pequeños golpecitos con su mano, indicándole a Camila que se sentara, cosa que la menor hizo.
-O sea me la imaginaba oscura, con cosas darks en las paredes y probablemente un cadáver en la esquina.
Lauren frunció el ceño.
-Qué mamadas dices, de veras.
-Wey, es que yo creo que todo el mundo piensa que así es tu habitación.
-Pues también son mamadas- dijo acostándose y extendió los brazos.
Camila comenzaba a juguetear con sus propias manos, estaba muy nerviosa y aquel silencio que había no le estaba ayudando. Lauren en cambio estaba muy tranquila y relajada, viendo el techo y tarareando una canción por lo bajo.
-Hey- habló por fin la ojiverde- ¿por qué no te recuestas?- preguntó.
Su propuesta no tenía intenciones con doble sentido, sólo comenzaba a desesperarle que Camila estuviera ahí, sin hablar y moviéndose tanto. La menor volvió a hacer caso a lo que la ojiverde sugería y se acomodó alado de ella.
-Así que... ¿te imaginabas un cadáver, eh?- preguntó Lauren jugando, rompiendo el silencio una vez más.
-Sí, qué puto miedo- ambas rieron un poco.
-Puedo matarte y dejar tu cuerpo ahí si quieres- dijo con un tono serio, tratando de esconder su risa al ver la expresión que Camila hizo.
-N-no, tu habitación está bien así. Gracias.
Ambas volvieron a quedarse en silencio, el cual había roto la tranquilidad que Lauren tenía en un principio.
-Camila...- comenzó la ojiverde, pero el timbre del celular de la menor interrumpió.
-Puta madre- renegó Camila.
Dinah le llamaba.
-¿Qué quieres?- respondió.
-Uy, qué mamonsita... pero en fin, te llamaba porque el profe está súper emputado contigo. Dice que vas de mal en peor y que de pilón te brincas su clase.
Camila abrió los ojos a más no poder, había olvidado lo mal que iba en cálculo.
-Puta madre, ¿qué le dijiste tú?- preguntó con angustia.
-Pos me reí wey, o sea es que tiene razón. Tú bien chingona todo el semestre tirando flojera pero ya que estás valiendo madres ahí sí te preocupas.
-Ya Dinah, no estoy para tus regaños, suficiente tendré con el de mi mamá- pasó su mano por su rostro, evidentemente frustrada.
-Tienes razón, pero igual quise tirar veneno, bueno Mila, veré qué excusa le invento a este pelón fregado para que al menos te acepte las tareas con retardo.
-Gracias Dinah, te amo- dijo con agradecimiento.
-Cuál gracias, encuérate- Camila escuchó una risa sonora de su amiga y de fondo se escuchaba Normani.
-Ay qué pendeja, adiós- colgó.
-¿Valiendo verga otra vez?- preguntó Lauren mirando al techo y riendo.
-Así es- suspiró- debo irme a hacer todas las tareas de mierda o nunca acabaré.
Camila se levantó, dispuesta a tomar su mochila e irse.
-De acuerdo, pero- habló Lauren- ¿al menos entiendes cálculo?- preguntó, aunque ya sabía la respuesta.
-No, maldita sea, voy a tener que ver vídeos o algo así. Dios, Lauren, estoy valiendo madres literalmente. No puedo esperar a ya terminar el ciclo.
Lauren rió un poco.
-Pues mira, no es como si me estuviera yendo excelente en cálculo, pero puedo ayudarte un poco- ofreció la ojiverde.
-Este pues...- Camila comenzaba a ponerse nerviosa- s-sí, estaría bien.
-De acuerdo. Saca tus cosas y empecemos.
Camila maldecía a sus adentros, en realidad ya quería irse de la casa de Lauren, pero no podía oponerse a su oferta.
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La verdad este capítulo no me convencía, pero psss