Yo Shindo x Reader [Español]

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(c/o) tu color de ojos

[Editado 02/06/20]

Shindo PDV:

Una vez ya había acabado con las clases me fui directo a casa de mi abuela ya que me había estado pidiendo que pasara algo de tiempo con ella. Inocente de mí ya que en realidad sólo era una excusa y quería que le hiciera unos recados, a cambio me hizo unas de sus galletas caseras así que en realidad no me pude negar. Tampoco es como si no lo fuera a hacer sin galletas de todos modos, lo hubiera hecho igual. Entonces me explicó detalladamente cuales eran las cosas que necesitaba pero como estaban un poco lejos y tenía que ir en tren ella no podía hacerlas.

Me parecía algo gracioso y al mismo tiempo tierno que pensara que necesitaba darme algún tipo de recompensa para que yo aceptara hacer sus recados, al fin y al cabo era mi abuelita y lo haría igualmente en cualquier momento incluso si me podía parecer algo tedioso. Sin embargo, esta vez no podía evitar sentirme feliz debido a sus recados ya que casualmente estaban cerca de la U.A.

Saqué mi teléfono mientras recostaba mi cuerpo enlas puertas del tren.

"Shindo: Tengo que hacer unas cosas cerca de ti."

"Shindo: ¿Quieres quedar y hacer algo?"

Tras enviar los mensajes esperé por una respuesta mientras miraba el paisaje por las ventanas, esperando que estuviera libre. Fue entonces cuando me di cuenta, ¿y si no podía quedar? No  pensaba que fuera a negarse por no querer ya que habíamos estado hablando de vez en cuando por mensajes y podía sentir que ambos estábamos cómods con respecto al otro. Pero no se me había ocurrido que quizás estuviera ocupada y no pudiéramos vernos.

Suspiré ante el pensamiento, realmente deseando que pudiera verla, negándome a pasar el día haciendo aburridos recados solo ya que al final ya me había hecho a la idea de pasar el día con ella. Mi móvil vibró y me apresuré a leer la pantalla.

"(T/ap): Claro"

No sabía exactamente por qué pero esperaba alguna cosa más, estúpidamente, ya que qué más iba a responder a lo que le había dicho. Así que le dije la hora por la que estaría en la U.A y seguí mirando por la ventana, pensando en ella.

La última vez que nos vimos me quedé más sorprendido de lo que en un principio esperaba. No solamente por la manera en la que me miraba y actuaba en general, que era totalmente distinto a nada que había visto anteriormente, sino que también era capaz de darle la vuelta a la conversación hábilmente, evitando los temas de los que ella prefería no hablar. Tal y como me había dicho el primer día que nos conocimos, sin acabar de confiar en mí completamente.  Era extraño porque me molestaba, pero al mismo tiempo me hacía sonreír y sentir como si fuera una especie de reto. El reto de conocerlo todo sobre ella y de que confiase en mí. 

En cierta manera nos parecíamos, esa era probablemente la razón por la que (T/ap) había sido capaz de ver a través de mí como nadie antes había podido, lo que hizo que se ganase toda mi atención e interés. Y probablemente, esa era la misma razón por la que yo era capaz de ver sus sutiles cambios de humor y en la conversación cuando quería evitar alguna cosa, haciendo que me preguntara si alguien más que fuera cercano a ella también sería capaz de darse cuenta

Pero algo que realmente encontraba curioso sobre ella, y que de algún modo inconscientemente me era enternecedor, era que incluso aunque pareciera fuerte (lo cual había probado en el examen) y fuera ingeniosamente capaz de dirigir las conversaciones como ella quisiera, había podido ver en ese pequeño tiempo en que habíamos estado juntos que también era intimidada con fácilidad. No sabía exactamente qué era lo que la hacía ser así, y cuales eran las cosas que yo pudiera hacer o decir que la hicieran quedarse callada y desviar su mirada con unas tiernas mejillas sonrojadas, y a veces una tímida sonrisa. Dándome cuenta de que realmente no era tan extrovertida como a veces hacía ver, y que ella también vestía una máscara. Una máscara que no me dejaba ver más allá tal y cómo normalmente haría con los demás. De nuevo, otra cosa en la que ambos nos parecíamos. Pero no era solamente eso lo que quería saber, el por qué de su máscara; era todo. Estaba convencido de que (T/ap) no podía haber nacido de esa manera, ciertas cosas debían haberla hecho así, y necesitaba saberlas. Anhelaba saber qué era, su infancia, dónde estaba su madre y por qué parecía evitar el tema, sus amigos, ... Realmente todo lo que me pudiera hacer entender el por qué y cómo era tan observadora

Pero lo que más me absorbía de ella era la manera en la que me miraba. Con esos ojos (c/o) que parecían tener vida propia. Ojos que se quedaban mirando a los míos profundamente como si pudiera leer todos mis pensamientos sólo con mirarme. Era inquietante, ella era la que me intimidaba, la que me hacía sentir como si fuera un libro abierto ante ella. Eran esos ojos que cada vez que me quedaba mirándolos parecía que tuvieran mil historias tras ellos. Los mismos ojos que me estaban mirando ahora, seguidos de una sutil sonrisa que en conjunto hacía que mi corazón latiera anormalmente rápido, probablemente sintiéndome como un libro abierto de nuevo.

La miré algo mejor, viendo una leve marca sobre sus mejillas rosadas junto con una expresión somnolienta.

 - Perdona -bostezó tratando de taparse la cara -me acabo de despertar de una siesta.

No sabía por qué pero de repente me encontraba sonriendo dulcemente como nunca antes lo había hecho con nadie.

 - ¿No es un poco tarde? -pregunté curioso, alejándome de allí con ella a mi lado. Me contestó con un "mhm" asintiendo.

 - Últimamente no he estado durmiendo muy bien... Pero siempre es buen momento para una buena siesta -añadió rápidamente.

La miré por unos segundos. Quería preguntarle si había alguna cosa que le hiciera no dormir bien, pero al mismo tiempo no quería parecer entrometido ni presionarla. Así que simplemente lo dejé ir, sintiendo que a su vez, si siempre hacía lo mismo nunca llegaría a conocerla más.

 - Aún me quedan por recoger un par de cosas para mi abuela -le dije sintiéndome algo mal, como disculpa por que tuviera que acompañarme.

 - Ah no pasa nada -sonrió -Mejor que dormir toda la tarde -añadió, y yo le sonreí de vuelta -Aunque no te tomaba por el típico nieto bueno -añadió riendo ligeramente con una sonrisa pícara.

 - ¿Ey por qué? -dije fingiendo estar dolido lo cual sólo la hizo reír más ampliamente. Ella sólo se encogió de hombros -¿Qué tipo  de opinión tienes sobre mí? ¿Qué crees, que soy un capullo? Que yo me quiero mucho a mi abuelita -dije tratando de sonar serio pero sólo la hice reír más -¡Deja de reírte!-añadí notando mis mejillas rojas.

 - Lo siento lo siento -habló mientras trataba de recuperar el aire con una amplia y bonita sonrisa.

Seguimos bromeando un poco más, de manera que realmente parecía como si nos hubiéramos conocido desde hacía mucho. En algún momento la conversación pasó a mi familia, lo cual no tenía ningún problema con ello y hablé abiertamente, hasta que sentí que (T/ap) empezaba a estar cada vez más callada y algo más tensa, probablemente sintiéndose algo mal al no ser capaz de hablar de la suya. Por lo que le sonreí dulcemente aunque no me estuviera mirando y cambié de tema discretamente.

Fuimos a las tres paradas a las que aún tenía que ir y decidimos que volveríamos dando una vuelta por un río y así tardar un poco más para poder seguir hablando un rato más.

Era realmente adictivo pasar tiempo con ella. Todo parecía fluir cómoda y normalmente, incluso si ambos nos quedábamos en silencio por un rato de alguna manera se sentía bien. Y cuando me encontraba mirándola, admirando su singular belleza pero sobretodo admirando las cosas que decía, y las cosas que no decía, y ella se daba cuenta de que la estaba mirando y me miraba de vuelta, pasábamos de un momento raro a sonreír los dos y empezar otra conversación como si nada hubiera pasado.

Después de todo acabamos hablando de héroes y villanos una vez más, además de hablar algo sobre nuestras habilidades. Pero justo cuando el tema se estaba poniendo interesante finalmente llegamos a la U.A, dejándome con una sabor algo amargo. 

No me quedó otra que despedirme de ella y volver a la estación, sintiendo la necesidad de seguir hablando con ella, y sintiéndome extraño en el repentino silencio que ahora me envolvía.