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(Arte de @______CEO______ en twitter (tiene 6 '_'))

(C/o) tu color de ojos

[Editado 8/07/2020]


Shindo PDV: 

- Te reto a darle chupetones a (T/ap) -Mina dijo con una sonrisa maliciosa.

Tragué mi bebida y miré a (T/n), esperando que dijera alguna cosa en contra, pero no lo hacía. Solo me miraba confundida y sonrojándose.

 - Está bien - dije tratando de esconder una sonrisa y los nervios que sentía.

 - Tienes 10 minutos -añadió Mina tan pronto como me levanté, dándome a entender que teníamos que irnos de allí a otro sitio.

Me acerqué a (T/n) con los ojos de todo el mundo puestos sobre los dos, y le tendí mi mano para ayudarla a levantarse, tratando de parecer lo más seguro de mí mismo posible.

Ella tomó mi mano y salimos de allí en silencio, aún sintiendo los ojos de todos clavados en nuestras nucas. Podía sentir la inquietud entre los dos y su tenso cuerpo, claramente igual de nerviosa que yo. Entonces abrió una puerta y me dejó pasar primero. Miré alrededor y me di cuenta de que esa era su habitación. La cerró tras entrar y se apoyó en ella, haciendo que me diera la vuelta para mirar a sus tiernas mejillas sonrojadas.

 - No tienes por qué hacerlo en realidad si no quieres... -dijo desviando la mirada -Puedo usar algo de maquillaje y hacer unos falsos.

Me acerqué más a ella, sonriendo incontrolablemente al ver lo adorable que era. Cogí suavemente su barbilla y moví su rostro haciendo que me mirase. Fue entonces cuando vi lo hermosos que estaban sus ojos ahora que tenían un leve brillo, además de su rostro sonrojado debido a la cercanía que habíamos tomado el uno del otro, teniendo nuestros cuerpos casi rozándose. Apoyé mi otra mano contra la puerta justo al lado de su cintura, tratando de acercarme aún más. La mera sensación de su calor hacía que todo mi cuerpo se estremeciera. La miré directamente a sus hermosos ojos (c/o) los cuales me miraban de vuelta expectantes. Sonreí suave y dulcemente, acariciando su tersa barbilla con mi pulgar, muriendo de la felicidad que me producía ese simple momento con ella, y de las crecientes ganas que tenía de besarla de una vez por todas.

 - Yo nunca me echo atrás -dije casi en susurros, para después inclinar con suavidad su cabeza. 

Moví mis labios a su  cuello, primero inspirando su natural y atractivo perfume cerrando mis ojos por un momento, y después dejándome llevar, posando un suave beso en su piel, sólo para sentir su calidez y tacto. Pude notar como se tensaba un poco, pero no le di mucho más tiempo puesto que después de ese suave beso abrí mis labios ampliamente, mordiendo húmedamente su cuello, lo cual provocó que su mano fuera a mi pelo. Pasó sus dedos por este y tiró de él ligeramente, junto con su otra mano que ahora estaba entre mi pecho y hombro, lo que hacía mi cuerpo temblar y por consiguiente provocó que yo moviera mi mano a su cintura expuesta para moverme más cerca de ella.

Iba alternando entre lamer, a morder, a sólo besar su cuello. sintiendo como se relajaba más y más, y de vez en cuando oyéndola tratar de evitar suspirar o gemir mientras me tiraba con cuidado del pelo, lo que hacía que mis labios corrieran más desesperadamente por su piel, y presionara más mi cuerpo al suyo.

Si su piel ya sabía y se sentía así de bien, no podía parar de imaginarme cómo serían sus labios. Así que dejándome llevar por el calor del momento moví mis dedos de nuevo a su barbilla para que la pudiera mirar a los ojos una vez más. Ambos respirábamos con pesadez sobre la boca del otro debido a la excitación y el calor, tan sólo a milímetros, con nuestras narices rozándose. La miré a los ojos por unos segundos y después cerré la corta distancia entre los dos, finalmente posando mis labios sobre los suyos. No importaba cuánto hubiera imaginado este momento, cómo lo hubiera soñado, porque la realidad era un millón de veces mejor a cualquier cosa que mi mente jamás hubiera podido imaginar. Dejé que mis labios y lengua hablaran por mi, diciéndole a la suya cuánto y por cuánto tiempo había estado deseando esto, y parecía que era igual por su parte puesto que ambas de nuestras lenguas se movían lujuriosas en la boca del otro, haciendo que nuestra respiración fuera más pesada y nuestros latidos más rápidos. Sentí una de sus piernas moverse hacia arriba y con gusto la tomé de sus muslos. Sus piernas rodearon mi cintura y sus brazos pasaron alrededor de mi cuello, lo que me hizo sonreír en mitad del beso para luego volver a mover mis labios al otro lado de su cuello que aún no había sido marcado.

Yo Shindo x Reader [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora