Punto de vista de Nico.
-Gracias-dijo Omar. El doctor asintió después de terminar de enyesar mi brazo.
-Debes tener más cuidado pequeño-dijo el doctor. Asentí-Ten más cuidado al bajar de las escaleras.
-Sí, gracias-bajé la cabeza.
-Bien, toma tus medicinas, y no intentes usar tu brazo ¿De acuerdo?-sonreí y asentí-Deberías comer más, estás algo delgado-rio.
-Gracias-el doctor sonrió.
-No hay por qué pequeño-sacudió mi cabello y salió del consultorio.
-Bien, vámonos-dijo Omar. Asentí y bajé de la silla.A pesar de ya ser mayor de edad. La poca alimentación y la baja estatura al parecer aún me hacían ver como un niño pequeño.
Regresamos a su casa. Omar me quitó la ropa apenas entramos. Cubrí mi entre pierna con mis esqueléticas manos.
-No seas tímido, no es como que sea novedad-dijo Omar. Bajé la cabeza-Adelante.-No has dicho nada del trato...-dije en voz baja mientras Omar lavaba mi espalda.
-¿Qué te preocupa tanto?-preguntó-Dijiste que aceptarías cualquier trato, sin importar qué fuera-bajé la cabeza.
-Aun así no has dicho nada sobre eso-sonrió.
-Sólo confía...-bajó su mano hasta llegar a mi espalda baja-Confía...Omar soltó la esponja al terminar de pasar por mi pierna. La esponja se mantenía flotando en el agua.
Colocó sus brazos alrededor de mí. Sus manos quedaron frente a mi pecho. Dejé mi brazo enyesado fuera de la tina y con mi otra mano me mantenía rozando los dedos de las manos de Omar.
-Relajate. Sólo somos nosotros dos-susurró Omar acercándome a su pecho,
-Exactamente por eso no me puedo relajar-susurré para mí mismo. Sonrió.
-Es simple, todo se trata de la confianza.Salimos de la bañera. Omar colocó una toalla en mi cabeza y secó mi cabello. Me senté en el sillón, Omar sacó una hoja de papel, la dejó caer sobre la mesa después golpeó la mesa con una pluma.
-Aquí está el trato. Firmalo-ordenó Omar. Miré fijamente la hoja de papel-Dijiste que aceptarías cualquier tipo de trato, ¿No es cierto?-carraspeé.
-No seas impulsivo. No seas impulsivo-me repetía a mí mismo. Aunque lo que hice terminó por ser lo opuesto.Tomé la pluma y firmé el contrato.
-Buen chico. Comamos algo y después te explicaré el contrato.Omar se sentó en la cabecera opuesta.
-Gracias por la comida-susurré al ver aquel plato enfrente de mí.
-Buen provecho-dijo Omar. Comencé a comer.
Omar mantenía la mirada. El atardecer se mostraba por los enormes ventanales de su departamento.
-Nico-me llamó Omar. Alcé la mirada de mi plato de comida-¿Por qué no te empezamos con la explicación del trato?Punto de vista de Jared.
El atardecer se asomaba por aquellos pastizales.
Coloqué un cigarro en mi boca y lo encendí. Saqué el humo y bajé el cigarro, tomé un sorbo del vaso de whisky.
Bajé la cabeza tomando una bocanada de aire.
-¿Qué estoy haciendo?-susurré para mí mismo.
-¡Jared!-gritaron. Miré aquél chico vestido de esmoquin.
-¿Sí?-pregunté.
-¿Qué hace ahí? La novia lo espera. Es hora de su vals-asentí.
Fumé un último pedazo antes de apagarlo dejándolo caer en el whisky.Al centro de la pista estaba ella. Vestida por un hermoso vestido blanco, sus manos en su regazo esperándome ahí.
Ella volteó la mirada y sonrió. Le devolví la sonrisa y entré a la pista de baile.
Extendí mi mano y ella colocó la suya por encima. Tomé su mano y la besé ligeramente, nos miramos mutuamente, aquella mirada de felicidad y esas pequeñas lágrimas aperladas que se asomaban amenazando el maquillaje.
Su mano opuesta descansó en mi hombro y yo coloqué la mía en su cintura. La acerqué a mí, su cabeza reposó en mi cuello.
La música sonaba de fondo mientras nosotros danzábamos al compás de ella. La gente se juntaba alrededor observándonos.
-Te amo.
-Yo a ti.Punto de vista de Nico.
-¿Una semana?-pregunté.
-Así es, si en una semana no lo logras. Tendrás que volver aquí-dijo Omar. Tensé la mandíbula-Sin escapadas, sin huidas. Te quedarás aquí, y no te negarás a hacer lo que te pida.
-Lo sé-alejé la mirada. Omar colocó su dedo bajo mi mentón, nuestras miradas se cruzaron.
-¿Estás listo?-una lágrima se deslizó por mi pómulo.
-Sí...Punto de vista de Jared.
-Y así, de esta manera, es como la feliz pareja llegó hasta este momento-dijo su padre. Levantó su copa hacia nosotros. Todos hicimos lo mismo-¡Por la feliz pareja!
-¡Salud!La noche cayó. Las estrellas iluminaban el cielo nocturno, la luna se posó partiendo la oscuridad. Tomé el vaso y lo acerqué a mi boca.
-¿Bebiendo como antes?-preguntó Rafael.
-¿Quieres un poco?-pregunté al mostrarle el vaso. Rafael levantó el suyo-De acuerdo.
-No pareces muy feliz-saqué la caja de cigarrillos y tomé uno.
-¿Gustas?-negó.
-Deja de evadir todo lo que digo-encendí el cigarro.
-¿Aún lo extrañas?-lo miré.
-¿Acaso sabes cuánto tiempo ha pasado?
-¿Acaso no recuerdas cuantas cosas pasaron juntos?-inhalé y posteriormente saqué el humo.
-Todo eso se va por el caño cuando te dejan una nota.
-¿Todavía lo amas?-expulsé el humo.
-Ha pasado tiempo, ¿Crees que aún podría mantener sentimientos por él?
-Los sentimientos no desaparecen de un día a otro-acerqué nuevamente el cigarro a mi boca y lo miré.
-Mira todo esto, es la clara señal de que...-Rafael me miró. Tensé la mandíbula.
-No tienes que decirlo...Punto de vista de Nico.
Omar me subió a su auto. lo único que tenía puesto era su abrigo. Aunque el hecho de que no me haya matado por haberme escapado, más aún, el hecho de que me haya echo un trato era más que suficiente. La ropa no me vendría mal.
Miré por la ventana. Todo era tan desconocido y familiar a la vez.
-Aquí es-dijo Omar. Reconocí aquella fachada de inmediato-Baja-salí del auto y quedé enfrente de la puerta. Omar dijo unas últimas palabras.
-Recuerda, una semana...Punto de vista de Jared.
Tirémi sacó encima del sillón y recogí la invitación de la mesa del centro. Mi casaseguía gélida y a oscuras.
Suspiré y recogí un vaso de vodka del piso. Lo llevé a la cocina y tomé unabotella de agua, subí las escaleras cuando el golpeteo de la puerta me detuvo.
Fui hacia la puerta y la abrí. Me paralicé al escuchar aquella voz.
-Ja... ¿Jared?
-¿Nicolás?
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P.D. Todavía Te Amo [ASS II]
Ficção AdolescenteHa pasado un año ya desde que fui vendido a Omar, abandonando a la persona que llamaba familia, y sobre todo a la persona que realmente amaba. Entre sexo, dolor y sangre, logré escaparme de la casa de Omar. ha pasado tiempo desde que me fui, todo p...