Vecinos (ZIAM)

Especial ¿Trio?

— Déjame.

— Ño.

— Zayn...

— Me gustan tus mejillas, ¡vuelvelas a inflar!

— Ya para.

— ¡Qué las infles!

Liam cerró los ojos exasperado, si alguien le hubiese dicho unos meses atrás que estaría en ese momento acostado en la cama haciéndole un aegyo forzado a su pareja en vez de follar como se supone que tendría que ser seguramente estaría riéndose a carcajadas. Pero allí lo tenía, Liam, el ser más antipático del universo siendo adorable. Infló las mejillas y puso un puchero en sus labios, Zayn chillo a la vez que con sus dedos le tocaba la cara como si de tratara de un niño curioso. El mayor comenzó a quejarse.

— Aún te tengo desnudo arriba mío, ¿Acaso ya no lo haremos?

Zayn bufo y golpeó el pálido pecho con sus puños, totalmente indignado.

— ¿Por qué siento que solo me quieres para tener sexo?

— Oh, mira, dijiste la palabra con s sin sonrojarte.

— Ya, no te bur...

Un golpe en la puerta de entrada lo interrumpió a media frase, dió un saltito asustado sobre la erección de Liam sacándole un gemido grave, aunque para la desgracia de este no le tomó la importancia que desearía, en su lugar tomó las frazadas esparcidas por la cama y se tapó a ambos con ellas.

La casa estaba vacía a excepción de ellos, por eso Zayn había invitado a su vecino (y pareja) a pasar la noche con él, quien quiera que hubiera llegado (su madre o Louis) podrían encontrarlo en ese momento así, totalmente despeinado y desnudo arriba del mayor; lo único que cruzaba por su mente eran meses de bromas pesadas por parte de su familia.

Pero tal fue su sorpresa al escuchar a su primo acompañado de alguien cruzando el pasillo hasta su cuarto (que estaba justo al lado del suyo) y encerrarse con un fuerte portazo en este, aunque la mueca de incredulidad de Liam al escuchar un gemido más que conocido superó todas sus reacciones.

— ¿Ese es...?

Gemidos, jadeos, golpes de la cama contra la pared, todo se escuchaba como salido de una película porno y tarde cayeron en cuenta que no habían dos personas teniendo sexo en la habitación continúa, sino tres, y ambos supieron al instante quienes conformaban ese ruidoso trío.

— Ah, Lou...

— Mierda Andy...

— Mhm, Hazz...

La cara de Liam se volvió roja de la vergüenza, si, Liam se sintió avergonzado por primera vez desde que se declaró a Zayn, por lo que tuvo que tomar de la cintura a este, dejarlo bajo suyo y hundirse en su interior acercando el oído a su boca para escuchar únicamente los gemidos de él.

Al día siguiente ninguno de los cinco se atrevió a hablar de lo sucedido.