09. Hola Vecino

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Hetero, hetero, hetero...

Zayn volvió a removerse entre las sábanas con frustración.

¿Por qué? ¿Por qué no nació mujer?

La vida lo odiaba.

Estaba seguro que Liam Payne era gay, es decir, todo en él gritaba pasiva, ¿Y ahora saltaba con que era hetero?

Oh vamos, ¿Qué tenía una mujer que él no? A parte de tetas...

Soltó un suspiro de cansancio, no se iba a permitir rendirse tan fácilmente, se dijo a si mismo, tendría que haber una manera de llamar la atención de aquél castaño.

— Zayn, cariño, tu tía mandó una foto de Louis vestido de mujer, al parecer acaba de sufrir su primera borrachera, ven a ver esto —le gritó su madre desde la sala para luego soltar una sonora carcajada.

¿Su primo Louis se había vestido de mujer? Que idiota, ¿Quién en su sano juicio se humillaría de tal manera por si solo?

Vestirse de mujer...

Pff.

Rió fuerte para luego ir calmándose de a poco al surgir una loca idea en su mente.

¿Y si...?

*****

Zayn apretujo sus inexistentes tetas para juntarlas aún más, gracias al maquillaje y el relleno de medias podía presumir un buen par de atributos imaginarios, el trasero ya lo tenía y luego de una depilación de piernas y una peluca negra lisa podría decirse que su masculinidad se había esfumado por completo. Llevaba una polera negra acampanada, un top rosado ajustado y zapatillas con medias bucaneras hasta las rodillas. Si fuera un hombre se daría sin pensarlo.

"Esto tiene que funcionar", pensó.

Tocó el timbre de la puerta con una mano, con la otra sostenía el gran pastel que había comprado a la vuelta de la esquina.

En el momento que el castaño abrió la puerta no pudo evitar abrir los ojos sorprendido al ver aquella persona frente suyo.

Estaba irreconocible.

Pero vamos, reconocería aquella sonrisa donde fuera.

— Hola vecino —la ahora pelinegra habló seductoramente—, soy su nueva vecina, y le traje —alzó sus brazos frente suyo recalcando aún más sus pechos falsos— un pastel...

Liam levantó una ceja interrogativo y evitó reírse a carcajadas.

— ¿Zayn?

La brillante sonrisa del moreno se fue esfumando lentamente,

¿Cómo era posible que lo haya reconocido? Diablos, ya se había puesto nervioso.

— E-esto... —en un acto apresurado lanzó el pastel en su dirección, el cual cayó en toda la cara del castaño, no pudo ni disculparse dado que había salido corriendo para encerrarse en su casa totalmente avergonzado.

Se apoyó en la puerta y respiró hondo una vez a salvo.

La había cagado.

Otra vez.

Un pequeño flash lo hizo desviar la mirada, su madre mantenía su celular en alto y sonreía malvada.

— Atrevete a no ordenar tu cuarto ahora.

Vecinos (ZIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora