-Capítulo VI-

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Kuroko al ver que Akashi se alejaba después de quedarse mirando su dirección, sonríe y piensa cerrar las cortinas cuando siente una mirada, baja la vista rápidamente y lo único que alcanza a observar es una pequeña silueta que se va corriendo. Algo extrañado, decide cerrar definitivamente las cortinas por si esa silueta venía a por él, aunque tras pensarlo durante un rato, se rió de sí mismo un rato. ¿Cómo vendría alguien a por él si siquiera hay gente que sabe sobre su existencia?

Claro, eso es a diferencia de Akashi, este al salir tranquilamente de la calle, a su lado pasa alguien corriendo con mucha prisa, como si tratase de escapar de algo. Con poca confianza, se gira para comprobar si hay alguien detrás, al no ver a nadie, suspiró con calma. Sus ojos ahora captan que Kuroko miraba a su dirección, solo que no a él, después de todo con ese ángulo y la poca iluminación de la zona le sería imposible verlo en esa zona. El pelirrojo no le tomó mucha importancia hasta que llegó a salvo hasta su mansión, durante el camino estuvo pensando en que lo que acababa de ocurrir con la persona que salió corriendo y que Kuroko le observara, tendría alguna relación.  

Por otro lado, delante de una casa parecida a una mansión, una niña respira hondo para recuperar aire. En mente maldice mil veces a una misma persona, exactamente a sí misma. El guardia de un lado al verla así, se acerca para preguntarle si está bien, esta responde cortamente y entra directo a su casa. Cierra la puerta y a oscuras se dirige directamente a su habitación, antes de entrar se encuentra con su padre.

—¿Dónde estabas a estas horas? —Pregunta este nada más al verla con pintas de haber estado fuera.

—Papá... tengo sueño, no tengo ganas de hablar de eso. —Al escucharla así, su padre rápidamente cambia de cara y le dice que se vaya a dormir. Después de todo, desde pequeña hasta ahora, lo que dice su hija es lo primero. Ya que es lo único que le queda de su mujer.

Al día siguiente, Kuroko se despierta escuchando su tono de llamada. Abre levemente los ojos y con las manos coge torpemente el teléfono, viendo entre sueño y realidad el nombre de Akashi, le da a aceptar. Habla algo dormido, sin escuchar la risa que se le escapa al pelirrojo del otro lado. Luego de un tiempo, Kuroko se da cuenta de que está en una llamada, mira por segunda vez el nombre del contacto y dice casi chillando: —¡Akashi-kun...! Lo siento, no sabía que eras tú. —Al otro lado se escucha una pequeña risa, de nuevo, haciendo sonrojar al peliceleste—. ¿Qué ocurre?

—Nada... solo llamaba para saber si te encuentras bien. —Kuroko se sorprende de lo dicho por Akashi, por otro lado también siente un sentimiento parecido al agradecimiento por la preocupación que tiene el pelirrojo. A la vez, siente curiosidad y pregunta.

—¿Por qué no lo estaría?

—Ayer cuando me iba vi a una persona pasar por mi lado, no sabía si te afectaba directamente hasta que llegué a mi casa. No quería interrumpir tu sueño y ya pensé en llamarte esta misma mañana. —El peliceleste al oír aquello recuerda que ayer había alguien debajo de su casa que resultaba ciertamente sospechoso, escuchando lo que dice Akashi intenta pensar en que no hay relación alguna entre los dos sucesos.

Tras hablar durante un rato, cuelgan la llamada y vuelven cada uno a lo suyo. Al final aunque Kuroko estuvo a punto de rechazar totalmente, deciden que Akashi vendría a vivir unos días a casa de este para asegurarse de todo, a parte así no molesta a ninguno de los dos en cuanto a la rutina diaria.

Esa misma noche, el peliceleste despierta entre sudores por el sueño que acaba de tener. Mucha información y poca credibilidad, pero la sensación que le trajo el sueño fue tan real que duda de si realmente no fueron recuerdos. 

Tras tranquilizarse durante unos breves momentos, suspira y se gira hacia otro lado, esperando que el sueño lo atrape de nuevo para poder descansar mejor las siguientes pocas horas. Al haberlo intentado cinco minutos y no ver resultado alguno, se sale de la cama y decide lavarse la cara para despertarse al completo.

Eso sí, no tiene planeado nada para poder pasar esas horas, recién son las cuatro de la madrugada y normalmente despierta a las seis casi llegando las siete, eso cuando toca clases.

Intenta de todas formas no aburrirse, como por ejemplo pensar en el sueño que ha tenido esta noche. Dentro de este habían escenas demasiado extrañas, solo que al parecer reales le entran escalofríos de por sí. En este momento, afuera suenan pasos hacia la zona del baño, después de asustarse se acuerda de que Akashi se ha venido a vivir a su casa.

Respira hondo calmando sus nervios, esperando que los pasos suenen de nuevo para salir de la habitación, ya que es menos aburrido pensar entre dos personas. De algún modo, necesita preguntarle esto a Akashi.

Después de esperar cerca de cinco minutos, logra escuchar una puerta abrirse, enseguida se levanta de la cama y abre la puerta, viendo cómo Akashi se gira tras escuchar a él salir de la habitación.

—¿Tetsuya? —Aún sin verlo totalmente por la poca claridad que hay en la habitación, Kuroko sabe perfectamente por el tono que tiene Akashi de que está algo sorprendido por su aparición—, ¿tan temprano te levantas?

—No, solo que... me desperté por un sueño. —Viendo que la cara de Akashi mostraba cierta curiosidad, Kuroko siguió hablando—, en el sueño aparecías tú. No sabría cómo explicarlo, pero... se puede decir que aparecíamos como cuando éramos de poca edad. De hecho, por lo que recuerdo, en ese entonces teníamos una relación de...

Viendo que el peliceleste se paraba en ese de, el pelirrojo se sienta en el sofá, teniendo el instinto de que algo raro saldría de ese sueño. Y como lo tuvo supuesto, la palabra ''hermanastros'' hizo cataplum en la cabeza de Akashi, provocando que su sonrisa se incomode durante unos segundos, para luego reírse como nunca.

—Tetsuya, creo que piensas demasiado —dice entre risas. Al verlo en este estado, Kuroko se da cuenta de lo absurdo que ha sido su estado.

Después de todo, solo ha sido un sueño. ¿Quién le dijo que eso sería real?

Por alguna razón, una especie de pesadez que estaba en su pecho se fue alejándose, juntando su risa con la de Akashi. A buenas mañanas, estos dos ya se han reído con ganas, se consideraría un buen comienzo de día.

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Esto de no escribir durante meses y que hasta la forma de escribir ha cambiado...

Ay.

Gracias por leer <3

A saber cuándo nos vemos :'v Intentaré actualizar antes de que sea el año que viene (?)

Intentaré :u

Solo una vez más - AkaKuro (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora