1. Notas Reales.

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San Francisco era una de las ciudades con mejor clima de todo Estados Unidos. Los veranos eran cálidos y en el invierno la nieve cubría la ciudad, pero era un clima constante, pocas veces una lluvia imprevista sorprendía a sus habitantes.

Los veranos eran tan agradables, que incluso podías dormir con un montón de mantas encima y no morir de calor, igual que el joven estudiante de ciencias de la comunicación, Peter Quill lo hacía en esos momentos.

Era verano afuera y el chico seguía durmiendo plácidamente en su cama pese a que su alarma llevaba 20 minutos sonado. La alarma sonaba alto pero era completamente ignorada. No fue hasta que el celular arriba de la cabecera de la cama, empezó a sonar, que el joven se retorció en su cama y entre sus mantas para contestar.

-¿Hola?... - se escuchó el sueño y el cansancio en su voz.

-Peter ¿no piensas venir a clase? -.

-Claro que sí... -.

-¿Ya viste qué hora es? -.

-Espera, no te escucho, mi alarma no deja de sonar, déjame ver qué hora es... - moviéndose entre las mantas, revisó su despertador y el sueño se le fue casi de inmediato - ...¡demonios! - se levantó de golpe arrojando las sabanas - ...¡¿por qué no me llamaste antes, Gamora?! -.

-No soy tu madre, ahora date prisa o llegarán tarde, pasa también por Rocket, él tampoco ha llegado -.

-¡Sí! ¡sí! - Peter tenía una gran habilidad para moverse de un lado a otro intentado alistarse y seguir hablando por teléfono sin problema. Cuando su amiga colgó, arrojó el celular a la cama y se apresuró a terminar de vestirse.

Sus clases comenzaban a las 08:00 am y eran 07:45, prácticamente no tenía tiempo que perder, en especial porque el edificio de su facultad quedaba un poco apartado de los dormitorios.

Haciendo maniobras entre el pequeño y desordenado cuarto, el joven de cabello rubio logró estar lo más presentable posible, su toque final fue unas pastillas de menta para ocultar que esa mañana no tuvo tiempo de lavarse los dientes. Tomó su mochila de la silla giratoria y ni siquiera revisó que tuviera todo, se guardó el celular en el bolsillo de su chaqueta roja y salió asegurándose de llevar sus llaves en el otro bolsillo.

Cuando salió, no salió corriendo, sino que sólo dio un par de pasos a la puerta de al lado y comenzó a tocar con fuerza.

-¡Rocket! ¡Despierta! ¡Estamos llegando tarde! - golpeó la puerta con mucha fuerza, sabiendo que su amigo no se levantaría con cualquier pequeño ruido.

La puerta se abrió, revelando la imagen de un chico de cabello castaño, ligeramente largo, barba poblada y ojos azules. No tenía camisa y se veía completamente desalineado.

-¿Qué carajo quieres, Quill? - cuestionó tallándose el rostro con cansancio.

-¡Se hace tarde, idiota! Olvídalo, me voy - frunciendo el ceño, se dio la vuelta y ahora sí, empezó a correr. Tenía sólo 5 minutos para llegar a su clase, no le importaba si su amigo iba o no, él cumplió con despertarlo.

Peter Quill bajó corriendo las escaleras del edificio de dormitorios y corrió con todas sus fuerzas teniendo como única meta en su cabeza, no llegar tarde. No podía darse el lujo de tener un retardo más.

Muchos jóvenes más iniciaron su día de la misma manera que el joven Quill. La Universal Estatal de San Francisco tenía todo tipo de estudiantes como cualquier otra institución, los cuales se paseaban con prisa por todo el campus hacia sus clases, los que estuvieran libres por la mañana llevaban un paso más tranquilo e iban a la cafetería a tomar un ligero desayuno.

Notas Reales - Star-Ant - MarvelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora