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Abrazaba a mi hija con fuerza sentadas en las escaleras de casa de los Cullen los cuales se habían negado a dejarme ir sin respuestas. Besaba sus mejillas mientras ella se reía divertida, habían llegado hace dos horas en las cuales yo besaba, abrazaba y hacia reír a mi hija.
-Ya basta mamá. -dijo en reproche al ver como nos veían.
-Dime, ¿Se divirtieron?
-Diría que Bella se la paso mejor que nosotros -se queja Alex -Ella se montó en todas las machinas y fue a todos los actos mientras nosotros nos hacíamos responsables del desastre que hacía.
-Bien, en el próximo ella se queda -dije con burla. -¿Algo que decir?
-Sabe donde estamos, y los tres chiflados vienes para acá por unos vampiros jóvenes o y dijo que debemos alejarnos mientras se encargan de las bestias. -le sonreí pasando un mechón rebelde por detrás de su oreja. -Papá sigue igual de protector.. sabes es estúpido llamarlos neófitos, porque eso significa que acaban de ser bautizado o comenzó una religión.
-¿Desde cuándo te importa la palabra neófito? -le pregunté.
-Solo era un dato mamá, oh y ví a Josh con sus hijas en Animal kingdom el no me reconoció.
-Te dejo sola y te encuentras a tus dos "padres" ¿Qué pasará si me muero? Uno es imbécil y el otro es sexy, idiota y sexy..
-Eso fue asqueroso -dijo Alex parándose y mirando a la casa donde estaban todos esperándonos. -Tienen dudas, hay que decirles la verdad y ayudar con los que vienen.
-No creo que.. -Alex me miró alzando una ceja tal como yo le hacía a ella y cruzó sus brazos. -Está bien, pero recuerda que la mayor soy yo no tu.
Entramos agarradas de las manos hasta la sala donde estaban todos los Cullen, Jacob, Sam, Jared y Billy.
-Así que.. con un chupasangre -fue lo primero que soltó Sam Uley.
-No seas grosero Samuel.
-Lo siento señora Swan.
-Es mejor que nos sentamos Hunter y comiences a hablar. -dijo Billy.
-Como si les tuviera miedo -bufe mientras tomaba asiento junto a Alex y Bella.
-¿Desde cuándo estás casada? ¿Desde cuándo conoces a Caius? ¿Porque con el más cruel? ¿Te hizo daño? ¿Te obligo?
-Bella, me casé cuando Alex tenía siete y tú tenías ocho y odiabas ver a tu padre, conozco a Caius de Forks, cuando sus ojos rojos.. eran como diamantes un rojo hermoso que podía ver por horas.. el rojo de sus ojos era lo único que me decía que debajo de esa dura forma de ser había un hombre.. mi marido. -dije pasando mi mano por el cabello -no había algo que podía ser comparado con nuestro amor, yo.. Alex era considerada una princesa y nadie se le acercaba solo él y yo. Era nuestra hija y cuando estábamos juntos era estar en una burbuja llena de colores pero cuando el se iba todo perdía color.
La mano de mi hija se poso en mi hombro y me sonrió de lado.
-Era una loca enamorada. Tanto como Edward ama a Bella y aún así su amor es tóxico al igual que Caius y yo. Hasta que lo ví en mi cama con Athenodora y me fui. Tome a Alex, un poco de dinero y varias prendas de ropa con nuestros documentos y regresamos a América.
-¿Huyen a los Volturi? -pregunto Edward -¿Cómo es que siguen vivas?
-Soy la primera esposa y no puede matarme y los demás respetan el casamiento. Las bodas para los vampiros vales, deberían saberlo ustedes son de su clase. Es algo de honor o no lo sé.
-Si los Volturi alguna vez crean otra regla sería la de honor al matrimonio -hablo por primera vez el hombre al lado de la bocona de Esme.
-¿Donde está tu sortija? -me pregunto la chica enana con emoción.
-En.. ¿Alex?
-En Seattle, en el primer cajón de mi habitación.
-Tú chico listo, ¿Podrías buscarla? En unos días veré a mi esposo. -le pregunté al adolescente rubio y recto.
