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Respire por cuarta vez mientras me ponía unas botas. Mi cuerpo dolía y solo quería dormir, me levanté sola como siempre así que estaba adolorida y molesta. En mis cuellos se veían varias marcas al igual que en mis brazos, muñecas, hombros y costillas. Me monte en mi auto sabiendo que todos verías mis marcas y sabrían que había pasado por mi olor, cosa que no me importaba mucho ayer fue una grandiosa noche.
Aparque frente a la mansión Cullen y espere a que todos salieran para irnos. Emmett el grandote fue el primero en verme y sonreír con picardía al igual que Alice la enana, Rosalie la rubia solo me miró curiosa y los señores o mejor dicho la señora Cullen con desprecio ya que el hombre, Carlisle nunca me miraba directamente o me hablaba, solo si era por obligación.
-¿Donde está Alex? -les pregunté al ver que no salía.
-Aquí mamá.. ¿Buena noche? -la mire con desaprobación -¿Hablaste con el?
-Vamos a acabar con muertos y lo haremos solos, Jane no vendrá a tiempo y Caius actuará como imbécil -les avise empezando a caminar hacia el bosque. El grandote me tomo de la cintura como un saco y corrió llegando a un gran claro en medio de cinco segundos.
-Cuida a mamá -oi decir a Alex. La mire con una sonrisa y bese su cabeza.
Ese día estaba optimista y no pensé que perdería algo bueno de mi vida. Peleaba con un vampiro junto a Alice y Alex peleaba junto a Rosalie y así estubimos hasta que no hubieron más. Todos sonreímos hasta que vino esa sombra muy rápido tomando el cuello de mi hija y rompiéndolo haciendo que cayera al suelo con un ruido seco. Un gran grito de dolor salió de mi garganta espantando a los pocos pájaros que se habían quedado. Esme Cullen acababa de dejar caer la cabeza de mi hija. Estaba histérica y no lo pensé dos veces en correr hacia mi hija y empezar a juntar su cabeza intentando a que despertara.
-¡Alex despierta, Alex despierta! -estaba desesperada y está pesadilla me estaba comiendo por dentro. -¡Alexa Swan no me hagas esto bebé!
Unos manos frías y suaves se posaron en mis hombros sentándose en el suelo y abrazándome. Escondí mi rostro en su cuello mientras sollozaba. El acarició mi cabello y susurraba palabras de aliento mientras me mantenía sin ver qué pasaba.
-Mi hija.. Carlisle mi hija.. -dije sollozando.
-Ella estará en un mejor lugar, ella te cuidará a ti como tú lo hacías con ella. -dijo en mi cabello. Alce mi cabeza mirando como tenían a Esme aguantada entre Rosalie y Alice y el cuerpo de Alex esa tapado con una manta y Emmett estaba al lado cuando llegó Bella y Edward.
-Oh Dios, ¡Alexa! -volvi a empezar a llorar cuando Bella empezo a gritar.
Había pasado varios minutos y ya estaba parada de la mano de Carlisle mirando a Alex.
-¡Vienen los Vulturi! -grito Alice y como era normal nos pusimos el línea todavía con Esme de rodillas. La primera que ví fue a Jane y a sus espaldas estaba su hermano, Demetri, Félix y con paso elegante se acercaba Caius.
-Son unos inútiles, llegaron tarde y dejaron que perdiera a lo único que me mantenía con los pies en la tierra. -dije sin dejarlos hablar -Caius juraste protegernos y fallaste nuestro patrimonio es una falsa y como solo estamos "bendecidos" por Aro puedes meterte este anillo por el culo.
Me saque el anillo lanzando lo al fuego y lo mire con rabia.
-Eso no hace que dejes de ser mi esposa Hunter -dijo con falsa calma mirando a Esme -¿Mataste a mi hija?
-¡Esa perra me quitara a mi esposo! -grito señalando me. Caius miró hacia Carlisle pero le hizo una seña a Jane.
-Dolor -fue lo único que salió de los labios de la chica que era la misma cara de mi hija.
Los gritos de Esme no me hicieron sentir bien y tampoco me devolverían a mi hija así que caminé en dirección a la casa de los Cullen. Iría a terminar con mi matrimonio y a ser libre. Se lo debía a Alex, era lo que ella querría.
