El joven ruso se encontraba con una pila de trabajos pendientes que había postergado en distintas ocasiones. Esas ocasiones eran cuando Yuuri llamaba por él.El rubio no podía evitar descartar cualquier deber para acudir con su omega, obviamente el japonés no estaba enterado de las acciones de Plisetsky.
El reloj marco la media noche y el rubio sintió como entraba en pánico. Aún le faltaban algunos archivos que revisar y el azabache saldría en dos horas. Sus ojos leían ágilmente los papeles esparcidos concentrándose en cada palabra para no cometer errores, podía sentir como su mano dominante se acalambraba por la cantidad de firmas que hacia en poco tiempo. Seria una larga noche.
Yuuri estaba indeciso con el celular en la mano, deseaba llamar al rubio o enviarle algún mensaje pero no quería molestarlo. Aunque estuvieran en una relación, el japonés notaba como su alfa llegaba cansado esperando por él. Se sentía culpable por las notorias ojeras que se habían formado en el bello rostro de Yuri, el hombre trabajaba demasiado.El japonés era consciente del sobreesfuerzo que hacia el rubio, trabajando horas extras cada día. El alfa era un hombre terco cuando se trata de cuidar a los suyos, en este caso de su única familia. Nikolai Plisetsky.
El abuelo era un hombre comprensivo y cariñoso cuando se trataba de su nieto. Aunque su rostro denotaba seriedad, su personalidad transmitía cálidez y ganas de proteger al debilitado alfa. Era un hombre mayor que había dedicado toda su atención en la crianza de su nieto y él rubio buscaba cuidarlo ahora que era un hombre adulto, por eso trabajaba tan arduamente.
Yuuri sonríe recordando cuando el alfa y él visitaron a su madre. Ambos estaban nerviosos por qué diría la familia Katsuki. Era un paso importante para el alfa ser reconocido por quién sería su suegra en un futuro.
Las cosas salieron mejor de lo planeado. Hiroko término adorando a Yuri y felicitando a su hijo por tener a un buen alfa a su lado.
Después de un largo día de charlas, no falto el momento donde la mujer desempolvara los álbumes con fotos de Yuuri como cachorro.
El alfa se burlaba de su omega por lo adorablemente gordito que era de pequeño, tomando fotografías con su celular lo mejor que podía y así poder recordarlo en un futuro.
Yuuri iba a detener a su madre, pero al ver como ambos se divertían juntos decidió dejarlo pasar, la debilidad del japonés era la sonrisa del rubio.
Aquella vez ambos se quedaron el fin de semana con la familia del omega, cuando fue la hora de regresar la madre de Yuuri lamentó mucho no poder pasar más tiempo con la pareja.
Yuuri sonreía al recordar aquél momento, su amigo Phichit lo observaba divertido acercándose donde el chico informándole que ya era hora de cerrar el local.
Seung, pareja de su amigo, llamaba a su compañero desde el exterior del local. Esa noche era lluviosa y el moreno no quería que Yuuri esperará por el rubio. Era probable que no viniera, había pasada la hora normal de su llegada y aún no se había presentado.
Los ojos rojizos de Yuuri mostraban preocupación por su alfa, era raro que no recibiera una llamada de su parte para avisarle.
Su instinto no lo dejaba tranquilo. Decidido rechazó la oferta de su amigo para llevarlo a casa. Esperaría a su alfa. Yuri llegaría, lo haría.
Había transcurrido una hora desde que Phichit se fue a casa. Esa noche el clima era helado y la gente normalmente se encontraba en cama a esa hora.El japonés había decidido salir del local a ver las calles húmedas y como la lluvia caía cada vez más fuerte. Phichit le había dejado las llaves para que no esperará al rubio en la calle. El moreno no quería encontrar a su amigo como un hielo andante.
El cuerpo del azabache se estremecía por las incontrolables brisas. Sus manos habían adquirido un color más claro y sus uñas tenían un tono rosa. Ambos brazos cubrían su cuerpo en busca de calor, sus mejillas estaban sonrojadas y su nariz se había enfriado tanto que no podía sentirla.
Quería a su alfa, quería sentir sus enormes brazos y la calidez que desprendía su cuerpo. Experimentar la sensación de sus labios besando y saboreando su nuca mientras frotaba su rostro en el comienzo de su cuello finalizando en su mentón. Quería ser envuelto en su aroma, escucharlo gruñir cuando soltara sus propias feromonas.
Lo quería, lo necesitaba.
Inconscientemente suelta lastimeros gemidos llamando a su alfa, sus lloriqueos pedían por la presencia del rubio. Observa las calles desiertas y no puede evitar ponerse en posición fetal intensificando su llanto. Fue lo suficientemente estúpido para olvidar las llaves dentro del lugar.
Si su amigo estuviera ahí, le regalaría por ser tan descuidado. No quería pensar, cerró los ojos cansado por el esfuerzo, sus pestañas estaban humedecidas y no lo dejaban ver correctamente.
Inesperadamente unos brazos envolvieron al azabache sosteniéndolo fuerte, las ropas de la persona estaban arrugadas y mojadas pero eso ya no importaba. No sentía frío, solo escuchaba como el rubio suspiraba frustrado.
El pequeño cuerpo del japonés encajaba perfectamente con el alfa. El aroma del ruso siempre lograba tranquilizarlo y termina soltando gemidos de satisfacción por la agradable cercanía.
El lobo interno de Yuri estaba alterado por la escena anterior. Estaba caminando desde la estación al club en medio de la lluvia, escuchar como su omega llamaba por él lo descolocó totalmente, su cuerpo corrió por inercia al encuentro de Yuuri.
Encontrarlo hecho una bolita logró estrujar su corazón y hacerlo sentir miserable. Se supone que debía protegerlo ¿qué es lo que estaba haciendo como alfa?
El rubio lo carga cuidadosamente dispuesto a llevarlo a casa. Yuuri envuelve sus piernas en la cintura ajena sosteniéndose de los hombros del hombre, su rostro se recarga en el pecho de su pareja buscando más cercanía. El japonés acaricia los mechones húmedos del alfa y sonríe.
Estuvo en lo correcto. Yuri llego a buscarlo, corrió a su encuentro. Escuchó su llamado. Sabia que vendría, siempre lo hacia. Porque lo necesitaba, ambos se necesitaban.
Dos cuerpos mojados. Dos sonrisas cálidas. Dos enamorados en una noche lluviosa, necesitándose, queriéndose, amándose.
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Esta Noche [YuYuu] [Yuri On Ice!!!]
FanfictionUna noche de seducción. Donde su instinto despertó por un pequeño y hermoso omega, aquel bailarín que había cautivado a su lobo interno dejándolo deseoso de un nuevo encuentro. Porque esa noche era apenas el comienzo. Pareja: Yuri Plisetsky & Yuu...