Esta Noche [YuYuu] [Yuri On Ice!!!]

Dominame.

Después de una agotada jornada de trabajo, el joven ruso tenia el cansancio consumiendo completamente su cuerpo, las ojeras formadas por la falta de sueño gritaban por atención y el rubio planeaba escucharlas. Tomando sus pertenecías afloja el nudo de su corbata que comenzaba a sofocarlo, dispuesto a salir de ese lugar infernal al que llamaba trabajo.

Fue intersectado por sus compañeros que desprendían un aura de diversión, intuía que estaría en problemas si no se alejaba pronto de aquel mal tercio.

-No estoy de humor para aguantar sus estupideces.- Su mirada mostraba molestia y determinación, pero a sus compañeros ese método ya no resultaba. Conocían a Yuri desde que ingreso a la empresa como un chico inexperto del mundo laboral, y sabían que era amable aunque arisco en la mayoría de ocasiones.

-Gatito gruñón, hoy es día de diversión y la noche es corta para dejarla pasar.- Unas grandes manos toman sus pertenencias, el peliplateado se ve con la confían suficiente para decidir por el rubio. Conoció a Plisetsky cuando éste era pequeño y solía cuidarlo en casa, eran prácticamente familia.

-¡Hey, anciano! No me hace gracia ser niñero de unos inadaptados.- Para Yuri estar en esta situación solo significaba tener que cuidar a sus amigos, que terminarían embriagándose y buscando una pareja sexual con la cuál pasar la noche.

Como era de esperarse nadie escuchó sus réplicas. El carismático suizo lo tomó del brazo izquierdo, Jean se reía por la situación mientras sostenía su lado derecho. Y sin importarles las groserías que salían de la boca del bello rubio decidieron emprender camino.

El lugar estaba lleno en su mayoría por alfas, el ambiente estaba impregnado de distintos olores que eran una molestia para el frágil olfato de Yuri. Podía identificar perfectamente el olor de algunos omegas, el club contaba con guardias de seguridad entre betas y alfas para garantizar la protección de los bailarines.

Cuando más se adentraba al sitio una muy sutil pero agradable esencia invadió su espacio, no sabia cual era la fuente de tal aroma pero su alfa interno comenzó a emocionarse buscando entre la multitud al dueño de tan maravilloso olor.

Sus amigos empujan al rubio hacia una zona en específico obligándolo a relajarse con unas cervezas, las bebidas eran repartidas por meseros omegas que a la opinión de Yuri parecía más normal de lo que esperaba, a excepción de las máscaras de distintos diseños que lograba ocultar exitosamente las identidades de los empleados.

Las luces del local se apagan por un breve momento, los clientes en su mayoría hombres comienzan a gritar eufóricos por algo que no comprendía.

Se remueve impaciente en su asiento, sus amigos habían reservado con antelación la primera fila y así poder apreciar el show lo más cerca posible. No lograba entender porque se emocionaban tanto, era uno más de esos lugares donde los hombres acudían a contemplar los shows que en su mayoría eran omegas los que brindaban estos servicios. Aunque eso no evitaba que hubieran alfas y betas, había para todos los gustos.

El presentador hace aparición, una luz central alumbra el escenario. Se puede escuchar como el hombre expone lo que parecía ser el último show de la noche, el más popular de los bailarines del lugar. Una música sensual comienza a inundar el ambiente, era suave y cautivadora. Un cuerpo se muestra denotando gracia y seducción, buscando dominar la noche.

El joven rubio no podía apartar los ojos del maravilloso cuerpo frente a sus ojos, sus movimientos sobre el escenario eran seguros y armónicos. El aroma que con anterioridad había sentido comenzó a intensificarse y su cuerpo instintivamente comenzó a soltar sus propias feromonas.

La habitación es una mezcla de griteríos y brazos extendidos tratando de llamar la atención del bailarín, por un segundo puede observar en su mirada rojiza una mueca de malestar y no puede evitar preguntarse como aquél chico llegó a ese lugar. Si realmente deseaba estar ahí o es por que no tenía opción.