Era ya de noche, y el encapuchado continuaba recostado del Árbol Eterno. Aun meditaba toda su vida recordando los momentos en que escuchó por primera vez al gnomo. Cuando descubrió su misión y creó en su cuaderno nuevos mundos. Entonces recordó cuando poseia una fuerza ilimitada para crear y como luego, al descubrir y luchar contra los seres Miedo y Vicio perdió su capacidad. Tras meditar esto, comenzó a pensar si su pérdida del camino fue gracias a estos seres.
—¿Qué meditas tanto?— le preguntó el Árbol Eterno al encapuchado quien se alarmó al escucharlo.
—Pienso el por qué no puedo aun continuar el camino como una vez lo comencé.
— ¿Qué meditas tanto? Tu misión aun esta inconclusa. Tu deber es continuar el sueño que se te fue impregnado en tu ser.
—Antes lo podía todo solo y me aventuraba con el gnomo y luego con la hada a cada misión con valentía en búsqueda de conocimientos que me ampliaran mis poderes.
—¿Qué sucedió con esos conocimientos?
—No me fueron suficientes. Sabía qué hacer pero no podía continuar. Tener los conocimientos no fueron suficientes.
—Todo cambia, y tu etapa de comienzo ya lo atravesaste. Caíste en las sombras de tu nueva etapa y ya estas en la transición de tu luz. El momento en que te enlazas a otra historia. Antes tu no estaba enfocada a ti. Pero ahora, todo se centra a tu propia leyenda. Encontraste lo que una vez pensaste que necesitabas abriéndote paso a continuar el sueño.
—No siento poseer las fuerzas para ello— dijo el encapuchado con el rostro bajo.
—Tus Guardianes y la hoja que se encuentra junto a la tuya te las otorgarán.
A tales palabras, escuchó unos pasos aproximarse. Esto alarmó al encapuchado y se levantó rápidamente. Entonces, de entre los arbustos del bosque apareció el gnomo un poco torpe y junto a él, volando y no emitiendo ruido alguno, el hada.
—¿Dónde rayos estuviste metido en todo este tiempo?— preguntó el gnomo exhausto.
—Justo aquí— le dijo el encapuchado un poco más enérgico.
En ese momento, de Árbol Eterno cayeron dos hojas atadas entre sí y cayeron frente a él sobre una aparente roca rojiza. Fue a recoger las hojas del suelo cuando se dividieron ambas por su unión. Entonces pareció escuchar al Árbol.
—"Esas hojas representan a ustedes y su unión. Esa bajo de las hojas es una semilla de este viejo Árbol que soy. Protégelas, que su unión ya esta escrita y esto une todos los propósitos"— le dijo el Arbol Eterno volviendo a mencionar cosas que apenas el encapuchado comprendía.
Por Angel Yamil Ortiz Torres 2010 ©
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El Cuaderno del Encapuchado
FantasíaEl Cuaderno del Encapuchado es una recopilación de los escritos del encapuchado en sus aventuras con su hada y su gnomo a través de múltiples facetas de la vida en búsqueda de su inspiración y poder trazar su camino. Son cuentos para meditar y entre...