La Esencia de la Duda

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El encapuchado se encontraba atrapado en una pesadilla. En este, Miedo le repetía continuamente: "Eres débil y pronto el fuego con que has iniciado volverá a extinguirse"... "Tu no puedes conmigo"..."Yo soy tu realidad"...

Se levantó de un salto. Al mirar al alrededor notó que la pesadilla le había afectado. No veía las cosas como normalmente lo hacia y entendió rápidamente de quien se aproximaba.

—Ohh no. Tú no aparecerás aqui— dijo agarrando rápidamente su cuaderno y corriendo hacia su base.

De camino se encontró con el gnomo que estaba recogiendo rocas. Al ver la cara del muchacho el gnomo corrió junto a él y luego se le unió la hada. Al llegar a la base se puso su túnica y se encapuchó. En ese momento, parecía que todo se oscurecía.

—Duda— dijo secamente el encapuchado cuando surgió de la nada entre sombras un ser con un rostro horripilante.

El sólo ver su rostro te hacia considerar si realmente creías en algo. Ese ser, no tan oscuro como Miedo se mantenía frente a él jugando con la mente a travé de su mirada. El encapuchado entendió rápidamente su presencia.

—Es cierto— dijo rápidamente el encapuchado— mi solo querer volver no hará que permanezca en este camino.

—¿Qué te pasa?— preguntó el gnomo tratando de hacerlo reaccionar— Sabes que estas sometido al estado de Duda. ¡Pretende detenerte en el camino! ¡Es uno de los malos!

—Te equivocas— respondió el encapuchado— duda es como la goma del lápiz. Te permite borrar trazos que puedes hacer mejor. Sólo debemos estar pendientes de no borrar un trazo perfecto e indispensable en la obra. Por esto te permite borrar limitaciones de una certeza imperfecta y te lanza hacia nuevos horizontes. Por ello, si quiero perseverar en mi misión debo hacer más que quererlo.

Al haber dicho esto, el gnomo se quedó callado pensando en ello. En eso Duda, se volteó y desapareció.

—Entonces, ¿Duda no es uno de los negativos?— le preguntó el gnomo.

—Es neutral, Tan indispensable como todos los demás—dijo y se volteó para empezar limpiar la base.

—¿No es extraño que no atacara y se permaneciera inmóvil?—cuestionó el gnomo—Es como si quisiera anunciar algo.

A tales palabras el encapuchado permaneció pensativo.

Por Angel Yamil Ortiz Torres 2009 © #5

El Cuaderno del EncapuchadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora