La chica detrás del escándalo, ¿la nueva integrante de BTS? [PAUSA]

~Chapter 15~

Junio 2016: ¿Como fue vivir en el extranjero?
————- 🌺 —————

El mes pasado el ahora octeto de Bangtan había terminado con éxito su promoción y al mismo tiempo el tobillo de la chica se recuperaba con éxito.

Ahora todos se encontraban en su departamento descansando en su día libre, HeeJong se encontraba sentada/acostada con la cabeza colgando en el sillón, se encontraba leyendo uno de los tantos libros que le hacían falta por leer. Todo estaba muy pacífico así que nada le impedía avanzar en su lectura rápidamente.

Capítulo tras capitulo fue introduciéndose mas en la historia del libro como si ella fuera el personaje principal de la historia narrada, en ese punto comenzaba a desear que la magia que emanaban las palabras y páginas de aquel bulto de hojas fueran reales, que realmente existiera un colegio de magia y que ella fuera una de sus estudiantes... Por desgracia aunque esto fuera posible ella se encontraba muy lejos de aquel lugar y le hubiera sido casi imposible poder ingresar, porque no optaba con ningún don de magia en sus venas.

-- ¿Por que la magia no existe? Quiero ir a Hogwarts, ser bruja, volar en escobas y tener aventuras como Harry -- gritó cerrando su libro y lo colocó a lado suyo en el sillón

-- Si existe, quizá no de la manera en la que tu quieres que se manifieste, pero si existe. -- una voz algo ronca le hizo voltear hacia su derecha, se encontró con un Jimin medio adormilado, parecía que recién se había levantado. Tenía la almohada marcada en el cabello y parte de su cara.

-- Oh~ Jimin Sumbae... ¿Te he despertado? -- preguntó acomodándose correctamente. El chico negó y fue a sentarse junto a ella. — ¿Tienes hambre? — dijo mirando el como se tallaba los ojos y escuchando como su estomago rugía.

— Solo un poco ¿ordenamos algo para cenar? — preguntó recostándose en el regazo de la chica mirándole a los ojos. —

— Mejor prepararé algo para todos... — ella le sonrió y desordenó el pelo del mayor. — Vamos, ayúdame a preparar la cena. —

El chico negó y la agarro para que no se levantara — Un ratito más — cerró los ojos y se acomodó de lado en la posición que toma un niño pequeño cuando tiene mucho sueño, abrazo la cintura de la chica. Se quedaron en esa posición por unos 10 minutos más, mientras HeeJong acariciaba y peinaba la cabellera pelirrosa de Jimin.

— Jimin... — lo llamo sonriendo y este le volteo a ver nuevamente — Te vez muy tierno — le tomó una de sus mejillas y la pellizcó con delicadeza — Anda... Pronto saldrán los demás y querran cenar — el pelirrosa sin mucho ánimo se levantó junto a ella.

Ambos se dirigieron a la cocina, pero solo HeeJong comenzó a cocinar, Jimin se limitó a hacerle compañía y charlar con ella. Jimin desde un principio siempre fue el más interesado en saber sobre su vida pasada, los chicos ya hasta lo habían tachado como el "Enamorado de HeeJong", pero el siempre lo ha negado, y se ha excusado con que solo son muy buenos amigos.

— HeeJong... ¿Como fue vivir en el extranjero? — el joven de mejillas regordetas recargó la barbilla en una de sus manos observando como la más pequeña salteaba lo que parecía ser un poco de pollo, el cual olía realmente bien.

— Ya te he contado eso Jimin... — dijo soltando pequeñas risas, tapó el sartén y bajo la lumbre para que el pollo absorbiera el sabor de la salsa que había preparado.

— Me gusta escuchar tu historia... El como le hiciste para vivir allá... Todo parece ser tan fascinante por lo que me has contado... — la chica estiró los labios a los lados dejándolo en una línea recta mientras asentía. — ¿Puedes contarlo de nuevo? — junto sus manos y las sacudió ante ella.

— Está bien... — ella se sentó delante de él y se acomodó. — tenía 14 años, cuando me dieron la noticia de que me iría por tiempo indefinido al extranjero y que eso conllevaría a tener inactividad con mis promociones y con mi carrera como artista, lo cual siendo sincera me lastimo mucho, ya que solo tenía un año de haber debutado y no había mostrado nada de mi potencial al mundo. — ella suspiro pesadamente y acomodó su cabello hacia atrás. — El día en el que me fui, todas mi herm... — se detuvo cuando un nudo en su garganta se formó, decir aquello le dolía, asi que prefería evitar llamarles así — las miembros de GLAM fueron a despedirme al aeropuerto, esa fue la ultima vez que supe algo de ellas.

— ¿Las sigues llamando hermanas? — ella asintió con una sonrisa nostálgica y un ligero rubor adornando sus mejillas. — ¿No las has buscado? — Ella negó. — ¿Por qué? —

— Por miedo... — dijo ella con mucha seriedad y tristeza en su voz, sus ojos se aguaron en ese momento. — Por miedo a que me rechacen unas de las personas que más amo en el mundo — apartó la vista del chico y seco las lágrimas de sus ojos antes de que estas rodaran por sus mejillas — Por eso...

— No creo que ellas te odien... Al contrario, creo que les encantaría verte. — afirmó muy seguro el chico, se estiró y tomó la mano de la chica, la acarició con suma delicadeza — ¿puedes seguirme contando tu historia? —

Ella sonrió por el gesto y asintió, de alguna u otra forma Jimin siempre encontraba la manera de hacerla sentir bien, aunque su día estuviera siendo una completa basura. — Fue un viaje muy largo, cuando llegue allá unos hombres me recibieron de una manera muy agradable, me dijeron que ellos serían mis instructores de baile y canto, junto a ellos había un chico castaño... De más o menos mi edad, quizá un año mayor que yo... Se veía casi tan asustado como yo — la chica miró sus manos unidas y después volvió a verle a la cara — Entrenábamos día y noche para que nuestra mejora diera frutos rápidos, ambos deseábamos volver a corea lo más pronto posible. Pasaron los meses, ese chico y yo nos volvimos muy cércanos, al ser los únicos estudiantes en toda esa academia tuvimos que aprender a convivir juntos... — bufó, se sentía mal por no contarle la verdad la Jimin, sobre lo que realmente le había pasado estando allá— un día, ese chico dejó de ir a la academia, me dejó sola en aquel inmenso lugar... Nunca nadie me dio información sobre que era lo que había sucedido con él, solo sabía que me había lastimado mucho su partida.

— Nunca me has dicho quien era el chico... — un Jimin muy interesado se recargó en su mano y fijó su vista en ella — ¿es un trainee de aquí? — ella negó . — ¿me dirás quien es? — preguntó insistiendo con un puchero.

— No creo que lo conozcas... Era un Trainee el cual apenas estaba en progreso de ser invitado a formar parte de un proyecto — explicó ella, no se resistió al puchero así que le apretó ambas mejillas. — ¿puedo continuar? Ya falta poco... — el asintió— Por muchos meses más fui la única estudiante de aquel lugar, a decir verdad todos me trataban con mucho cariño, me había ganado el corazón de aquellas personas... Fue difícil, pero al final... lo logré — ella sonrió de lado, sabía que era una mentira piadosa que protegería a todos y en especial a ella. — En mis últimos días ahí, como les conte vivi con una señora que tenía una granja... Utilizaba las horas libres que me quedaban del día y le ayudaba con el lugar... El día que me iba a devolver la señora me agradeció dándome a SunHee y me pidió que si alguna vez volvía a Estados Unidos fuera a visitarla... Y bueno, creo que es todo... — se sentía bien saber que una parte de todo lo que había contado no era falso, aunque seguía sintiendo remordimiento por todo lo demás. Ella trató de soltar la mano de Jimin para ir a ver su comida, pero este solamente aferro más el agarre que tenían. — debo checar la comida Jimin... — se soltó y fue a ver si ya todo estaba listo y así era.

— Me impresiona que pudieras sobrevivir tu sola por tanto tiempo en un lugar desconocido... — el se levantó y se acercó al fregadero para llevar los platos a la mesa, colocó los platos junto con los palillos y tenedores para cada uno.

— Gracias, pero no es para tanto...—

Él asintió y caminó hacia los dormitorios — Les llamaré para que vengan a cenar — ella asintió y llevo la comida a la mesa.

Miró hacia los dormitorios viendo como Jimin llamaba animadamente a sus compañeros. Sonrió con tristeza, no se merecía todo el amor que Jimin le brindaba, le había estado mintiendo sobre algo que a él le parecía importar mucho, aunque no entendía el porqué.