La luz del Sol por la mañana acarició las mejillas de Cassandra. Abrió los ojos lentamente. ¿Dónde estaba? Los recuerdos de la noche anterior pasaban tan rápidos como difusos por su mente. El pub, Denize y Samuel, Zoe... ¡Zoe! Se giró hacia su derecha y vio el cuerpo de Zoe tumbado a su lado, con el pelo enredado en su mano y las uñas azules descansando sobre la almohada. Lentamente, Cassandra recuerda todo lo vivido la noche anterior:
"Mierda, mierda, mierda. Pero ¿qué has hecho? ¿En qué estabas pensando?" Salió de la cama con cuidado, se vistió y salió del apartamento. Al llegar a su casa, se duchó y se tomó un ibuprofeno, la cabeza le iba a estallar. Al encender su móvil,descubrió un mensaje de Zoe: "Te has olvidado del libro de Freud que te iba a prestar". Cassandra suspiró. El libro era lo que menos le importaba. Acto seguido, un segundo mensaje iluminó la pantalla de su teléfono: "También te has dejado el sujetador. Supongo que eso sí te interesa ¿no?". ¡Maldita cría! Ahora tendría que volver allí a por su ropa interior. No se le ocurría un plan mejor.
Fue al cuarto de baño a secarse el pelo y a vestirse. Al retirarse la toalla que la envolvía y mirarse al espejo, le dieron ganas de morirse. Estaba llena de arañazos, muchos de ellos teñidos de pintura azul. "Vaya" pensó "para tener sólo 21 años, sabe cómo jugar fuerte". Se maldijo a sí misma al sonreír picarescamente ante estos pensamientos.
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Moonskin
RandomCassandra tiene 28 años y es profesora de filosofía. Zoe, tiene 21 y se encuentra de prácticas bajo la atenta tutela de Cassandra. Todo marchaba como dicta la rutina, hasta que Cassandra percibe lo que realmente oculta el tatuaje de Zoe en su piel c...