Cuando llegó a casa, Zoe tenía cinco mensajes nuevos de Alyna. Todos preguntaban si le apetecía salir el viernes. Aceptó sin pensarlo, su primera semana de prácticas estaba siendo dura.
Llenó la bañera y vertió en ella las sales de baño de vainilla. Se quitó la ropa y se hizo un moño con su larguísimo y ondulado pelo rubio. El espejo le devolvió, al girarse, el reflejo del tatuaje con las fases lunares que le recorría la espalda. Se sumergió en el agua burbujeante y, al estar completamente relajada, no pudo evitar pensar en Cassandra. ¿Por qué motivo la podía tener encandilada con sus discursos en cada clase? Siempre había sentido una atracción muy fuerte por las personas inteligentes, pero nunca como entonces...
Cassandra se subió al coche de Denize. Ésta empezó a conducir hacia el pub más frecuentado de la ciudad. Al entrar, Cassandra pidió las primeras copas de la noche. Se respiraba un buen ambiente.
"Estoy abajo". El whatsapp de Alyna llegó en el momento en el que Zoe salía por la puerta de su apartamento. Bajó. Se subieron en el coche de su amiga y emprendieron el rumbo hacia, lo que se veía venir, una noche prometedora.
Cassandra llevaba ya tres copas cuando encontró a Samuel. Denize se fijó en él y, su amiga, los presentó. Samuel había ido con ella a la Universidad y habían sido muy amigos hasta que ésta terminó. Denize y él empezaron a hablar y, como pasaba casi siempre, Cassandra tuvo que quedarse en la barra sola.
-Antes de entrar - dice Zoe - prométeme que no me vas a hacer lo mismo de siempre.
-¿Qué es lo mismo de siempre? - pregunta Alyna.
-Ligar, marcharte con el personaje y dejarme sola toda la santa noche - contesta cortante Zoe.
-Solo lo hago para que ligues tú también, cielo - bromea Alyna - cuando estás con amigas tan guapas como yo, es más difícil...
Entre risas entran al pub.
Cassandra lleva ya cinco copas. Se acerca una chica rubia, con el pelo recogido, y se sienta a su lado.
-Un ron-cola - dice, con voz delicada pero cortante - cargado.
Al instante, Cassandra reconoce esa voz: Zoe. Se gira para saludarla y empiezan a hablar.
-Me pareció interesante, eso que dijiste en clase sobre la orientación sexual - dice Cassandra - también te digo que hay que tener valor para hacerlo delante de toda una clase...
-Alguien tiene que explicarles cómo funcionan las cosas ¿no? - contesta Zoe.
Su móvil vibra en el bolsillo de su pantalón al recibir el mensaje de Alyna: "Tía lo siento pero me he tenido que ir. Ya te contaré".
-Mierda - masculla Zoe. Ante la cara interrogante de Cassandra aclara la situación - mi amiga se ha ido y me ha dejado tirada. Vinimos en su coche.
-¿Te acerco a casa? - pregunta Cassandra - además, así me puedes dejar el libro de Freud que me dijiste el otro día...
-¿No te importa? No vivo muy lejos de aquí, no nos llevará mucho tiempo...
-Mi acompañante se acaba de ir con un amigo mío de la Facultad, ¿crees que no tengo tiempo?
Entre risas llegan al portal de Zoe. Ésta invita a Cassandra a tomar algo en su apartamento y ella accede. Se sirven unas copas de vino y se sientan en el sofá.
-¿Sabes una cosa? - dice Cassandra - yo también descubrí mi orientación sexual probando...
-¿Y? - inquirió Zoe.
-Ahora puedo decir con toda seguridad - respondió Cassandra - que no hay persona viva más lesbiana que yo.
Estallaron en carcajadas, que cesaron cuando Zoe se sinceró:
-Me alegra oír eso...
Ninguna de las dos recuerda el momento exacto en el que se besaron. Sólo se acuerdan de cómo Zoe dirigió a Cassandra al piso de arriba, a su habitación. Le bajó lentamente la cremallera del vestido mientras sus labios jugaban con la piel de su cuello. Cassandra le desabrochó los botones de la camisa uno por uno y la dejó caer al suelo. Tumbó a Zoe en la cama, boca abajo, y recorrió con su boca la línea de la espalda marcada por el tatuaje con las fases lunares. Le dió la vuelta, la besó. Se fundieron en un solo ser mientras los gemidos de ambas y el calor en la habitación se hacía más y más intenso.
La luz de la Luna era lo único que permitía a Cassandra seguir viendo la delicadeza del cuerpo de Zoe.
La noche estaba siendo lo que prometía.

ESTÁS LEYENDO
Moonskin
RandomCassandra tiene 28 años y es profesora de filosofía. Zoe, tiene 21 y se encuentra de prácticas bajo la atenta tutela de Cassandra. Todo marchaba como dicta la rutina, hasta que Cassandra percibe lo que realmente oculta el tatuaje de Zoe en su piel c...