CUENTO

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Hace muchos años, en un lugar muy lejano, existió un antiguo rey. Como todos los reyes, tenían un gran pueblo que gobernar y un ejército que les ayudaba con las batallas. Los guerreros debían de ser fuertes, ágiles, diestros en la lucha y en la espada. A cada batalla que iban, siempre ganaban, y es que ellos, tenían un as bajo la manga.

Los guerreros iban a una escuela especial, una donde se les enseñaba desde muy pequeños. Pero una vez, llegó un niño aún más pequeño que los demás, su nombre, era Yuri.

-Yo conozco a alguien con ese nombre!

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-Yo conozco a alguien con ese nombre!

-si pequeño, así es

-si pequeño, así es

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**Entonces, este pequeño, tenía apenas cinco años cuando llegó de mano de su abuelo, estaba muy enfermo y quería asegurarle un lugar al pequeño. El general a cargo de la academia era amigo del abuelo de yuri, así que hizo una excepción con el, y empezó a entrenarlo con los demás niños.

Al paso de los años, Yuri creció, se volvió más fuerte, pero mantenía su bella silueta. Yuri era de piel blanca, alto, y de cabello dorado, se decia que venía de las tierras del norte, para entonces tenía 15 años, cuando ganó un torneo de elección. En estos torneos los guerreros podían acercarse con el rey y ser bendecidos como caballeros, tomaban agua sagrada y entonces se develaba su naturaleza, podían ser demonios, angeles o guardianes, cada uno tenía un complemento.

Ese era su secreto, los caballeros tenían una persona compatible, en ocasiones resultaban ser sus hermanos, en sus parejas o amigos, y así debía ser, ya que necesitaban conocer a la otra persona para completarse.

Yuri al llegar el día, se descubrió como un demonio en la celebración, contrario a lo que se esperaba, su aspecto tomó un aura más temible y sus facciones cambiaron si quitarle su bello rostro y porte. Entonces uno de los caballeros se acercó y mostró distintos sellos, el debía elegir uno, algunos ya tenían al del otro lado, otros debían esperar.

Rozo sus dedos con varios y se detuvo en uno. Era dorado, con detalles en madera, tenía la firma de una quimera, mitad oso, mitad tigre. Al tomarlo, una luz le iluminó por encima como un rayo, estaba ligado, y otra aparecio entre los caballeros que estaban a los lados, todos abrieron paso.Y entre ellos estaba un joven, de tez morena, y ojos chocolate, con el corte militar, Yuri dió pasos hacia el y ambos se vieron encerrados en su propia burbuja, el joven se hincó sobre una rodilla y tomó la mano de Yuri, que llevo a sus labios, y en su dedo anular apareció una marca dorada.

One Shots / Yuri On iceWhere stories live. Discover now