Alexandra en multimedia
Tenía el cabello corto, color castaño.
El color de mis ojos eran cafés, tenía un cuerpo promedio o al menos así solía ser en mi antigua vida. Además, salía en citas a ciegas que a la final solo eran malos resultados.
en cada cita recibía un nuevo comentario sobre algún disgusto de mi cuerpo o de mi personalidad. nada en mi vida antigua había salido bien, es cierto que tuve una mejor amiga, pero no demoré mucho en arruinarlo.
¿porqué lo digo?
después de recibir varios insultos, sentí que no debía relacionarme con nadie, solo concentrarme en la universidad para más adelante conseguir un trabajo cómodo.
pero el problema no era solo mío, todos hacían la vista gorda cuando era maltratada en los baños de mujeres.
cuando era niña veía novelas sobre chicos que se suicidaban por llevar una vida escolar desastrosa, pensaba que era una total tontería, que eran demasiados débiles, que si yo estuviera en su lugar solo los ignoraría.
entendí el por que lo hacían cuando yo estaba pasando por ello.
un día en la azotea del colegio estaba siendo golpeada fuertemente por 5 chicas, mi vista se nublaba y comenzaba a tener mareos. con gran dificultad me arrastré hasta llegar al muro que rodeaba la azotea, no demoré mucho en subirme y observar la altura a la que me enfrentaba.
la noticia de que me iba a suicidar se extendió rapidamente haciendo que todos en la universidad salieran a ver lo que estaba pasando en la azotea.
las chicas en vez de detenerme, me alentaban a hacerlo.
miraba a la gente que se había reunido abajo, ahí fue la primera vez que cruzamos miradas.
ella me veía con preocupación, todos abucheaban menos ella.
le sonreí amablemente porque era primera vez que alguien me hacía una expresión como esa.
poco después observaba el cielo, tenía una vista hermosa, quería morir con una vista así.
cuando ya estaba dispuesta a saltar alguien rodeo fuertemente mi cadera.
ella estaba con unas lagrimas bastante notables.
gracias a ella pude aguantar un poco mas, me acompañó a mis citas con una psicóloga, estaba avanzando, ya nadie me molestaba, tenía la vida pacifica que siempre había soñado.
mi mejor amiga pensó que ya era hora de salir de mi zona de confort y abrirme a las personas, tenía que dejar de tener miedo.
fuimos a una fiesta de uno de sus amigos, a diferencia de mi, ella era muy sociable.
Cuando estabamos jugando verdad o reto, casualmente escogí reto y me pusieron a besarme con ella, mi mejor amiga.
Estaba decidida a no darle un pequeño beso, nuestro beso en perspectiva de las personas que estaban a nuestro alrededor, fué algo muy corriente, pero a diferencia de nosotras fué un beso bastante profundo, cosa que asustó a mi mejor amiga y se mudó de la ciudad sin siquiera despedirse, no mantuvimos contacto.
Debo aclarar que respeto a las chicas que les gusta su mismo género, pero a pesar de que era mi primer beso, estaba segura de que no significaba nada más, quizá ese fué mi error, solo pensar que era un juego también para mi mejor amiga.
Una voz me sacó de mis pensamientos y volví a mi nueva realidad.
- Hija, el principe ganó la guerra en la que estaba hace años, y está buscando una prometida.
Se me había olvidado contarles.
Mi padre es un marqués, las condiciones de mi familia no son tan malas, me aman o al menos aman a la que era su hija.
En mi vida pasada mis padres se cansaron de mi y me abandonaron a los siete años. Desde entonces fuí independiente y tuve cientos de trabajos donde pagaban muy bien.
- Cariño, ¿me escuchas? - dijo el padre de Alexa.
Él se acercó, con una cara de seriedad que me puso intranquila, pero solo me abrazó.
Era cálido.
No me acostumbraba a tener nuevos padres, pero quería disfrutar un poco más de esto.
No me di cuenta en qué momento correspondí el abrazo, pero no me incomodaba.
Nunca había sentido el cariño de mis padres, tampoco era como si lo extrañara.
¿Cómo se puede extrañar lo desconocido?
- Hija regresando al tema, nos llego una carta en donde pedía la mano de nuestra unica y hermosa alexa.
-Espera, ¿que?
No, no, no.
Me tengo que alejar de él, él es el que me condena a muerte.
¿Por qué la desgracia me persigue?
- Padre, no entiendo bien lo que tratas de decir - dije bastante angustiada.
- Bueno, el principe necesita una esposa. el emperador ya está en busca de alguien que sea capaz de llevar el título de emperatriz, y quiere ver eso con sus propios ojos antes de fallecer, de tantas candidatas el principe ha creido que eres la indicada.
- NO. ¡No me quiero casar con él, papá! ademas, no entiendo porqué piensa eso de mí si de lo único que habla la nobleza es de mi comportamiento arrogante.
- ¿Pero de qué hablas cariño? ¿Ya no gustas de él?
Es cierto, Alexandra vivía haciéndole la vida imposible a la heroína o la protagonista, ya que pasaba demasiado tiempo con su prometido el príncipe heredero, el príncipe toma una actitud arrogante y fría al tratar con Alexandra, pero cuando trata a la protagonista es otro persona; alguien irreconocible, por lo tanto, Alexandra atormenta a la protagonista, así provocando su propia muerte y siendo reemplazada por la protagonista como la nueva emperatriz.
A pesar de ser un libro antiguo me interesó demasiado.
Pero.
¡¿Porqué yo soy Alexandra?!
Aunque me niegue rotundamente a ser su prometida no podría pensar en rechazar una petición directa del emperador, por lo tanto al menos tengo que evitar el contacto que tenía Alexandra con la protagonista. mi único plan era tratarla mejor, así el príncipe no me acusaría de nada y yo no sería ejecutada, y cuando se enamoren perdidamente irme en silencio.
Es el único plan que se me ocurrió para sobrevivir por el momento. Pero gracias a que conozco lo que va a pasar puedo evitar algunas cosas.
Pronto habrá un baile, en donde seré anunciada como la prometida del príncipe.
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¡¡reencarne en una historia!!
RomanceMe he puesto a analizar varias veces la situación en la que me encuentro actualmente. Recuerdo muy bien el escalofrío que sentí cuando supe que el camión que iluminaba mi rostro se iba a encargar de mi. Salí corriendo ese día, con un libro en la man...