×CAPITULO 4×

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Dark en multimedia

Era un poco complicado dormir cómodamente porque hasta para eso tenía que seguir usando un vestido, un poco sencillo, pero no dejaba de ser incómodo.

Él entró justo cuando estaba terminando de cambiarme.

-¿Eh? ¿Qué haces aquí? -pregunté.

- Como que ¿qué hago aquí? Vamos a compartir la habitación.

- Cierto, pero, ¿por qué tenemos que compartirla si aún no nos hemos casado oficialmente? - dije mostrando interés.

- Si quieres puedes ir directamente a preguntarle al emperador, que fue quien dio la órden.

No pregunté nada más.

Solo entré en las sábanas y me puse a leer, cada uno tenía su lampara de su lado.

- ¿Lees de noche? - preguntó mirando el libro que tenía en las manos.

- Solo cuando aún no tengo sueño.

-Ah, por cierto, lo de compartir la habitación, lo podemos hacer solo una vez al mes, si quieres.

-¿Y si quiero dormir contigo todos los días? - pregunté sin desviar la vista del libro.

- Ejem - tosió, supongo, tratando de ocultar la vergüenza-. No sé, supongo que podrías.

- Tranquilo - me reí sin interrumpir mi lectura-, estaba bromeando.

- Entiendo.

Él se acostó a dormir, desvié un poco mí mirada hacía donde estaba él, y me puse a pensar.

Se supone que él volvía de la guerra.

Entonces, ¿a qué edad fué a ella?

Él aún era un niño, sin embargo, ya pasó por todo eso, aunque apenas era el principio.

Dormía profundamente.

Cerré mi libro y apagué mi lámpara.

Él no la apagó, supongo que dormía con la luz prendida.

En la historia, él siempre fue un títere controlado por la emperatriz.

Incluso entonces, al comprometerse conmigo e ir a la guerra, porque ella creía que Zack iba a morir en ella.

Sí, salió victorioso, pero eso no quiere decir que el proceso no fuese doloroso.

Me acosté un poco más cerca de él, lo abracé por detrás acurrucándome y escondiendo mi cara en su espalda.

Vi su mano colgando y no dudé en entrelazarla con la mía.

Era muy cálida, me hacía sentir segura.

'Te lo prometo. Romperé el compromiso para verte feliz con la señorita Anastasia.
Porque no quiero que te conviertas en el frío y sangriento hombre de la historia.
Esta vez te daré cariño, el cariño que se te fue negado de niño. Así... Quizá sea capaz de devolverte la felicidad.

Con Zack

Al principio creí que no podría dormir, pero dormí muy cómodo, ni siquiera sentí frío en toda la noche.

Mi habitación era muy fría por lo que había preparado una sábana doble.

Me levanté a las seis de la mañana, pero no me pude levantar del todo de la cama. Algo me estaba sujetando.

¿Ella me estaba abrazando?

Sí, lo estaba haciendo.

Aunque sea mayor que yo. Te protegeré Alexandra.

¡¡reencarne en una historia!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora