Zack en multimedia
Salí de esa habitación en la que estába zack, dí una vuelta por el jardín, mirando las estrellas.
Si tán solo pudiera romper el compromiso, Es tán facil decirlo, pero yo no tengo ningún poder aún.
El único que puede romperlo es él, las mujeres somos tán debiles.
Voy caminando por el pasillo, me detengo, y visualizo la habitación que está en el fondo.
Hoy le mencionaré el compromiso, Estoy decidida.
abro la puerta, antes de entrar miro a ver si el príncipe Zack está.
Pero no.
Quité mi ropa, me quedé en ropa interior, Me miro en el espejo y veo que el la medicina que apliqué en el golpe está haciendo resultado, Totalmente dispuesta abro la puerta del baño.
Cuando veo el cuerpo desnudo del principe zack.
Me volteo rapido, pero he visto su... ¡ahhh!
¡Es tan vergonzoso!
¿Porqué me pasa esto a mi?
Estába apunto de irme, Pero algo me detiene, Sus brazos húmedos alrededor de mi cadera desnuda, Sentí un leve escalofrío correr por mi cuerpo, Me sonrojo, al pensar ¿porqué un niño de trece años provoca esto?
Intento calmarme un poco.
-príncipe Zack, sueltame -fria.
-no te quiero dejar ir -dice él poniendo su cabeza en mi cuello.
-le he dicho que me deje ir -enojada.
volteo, dispuesta a sacarme de sus brazos.
giro mi rostro.
Teniendo sus labios a centimetros de los mios.
Me giro enseguida con mi cara roja, a pesar de su edad, el príncipe zack es de mi misma estatura.
-vaya, mi prometida está demasiado roj...espera, que tienes en tu rostro? -colocando su mano en mi cachete.
-¡No, no me toques! ¡ahhh!
me resbalé y caí al piso.
Estoy indignada.
-dejame ayudart...
Golpeo su mano, haciendole saber que no necesito su ayuda, Me levanto sin mirarle al rostro y salgo del baño.
Él sale con una toalla amarrada a su cadera.
¡Joder! Que guapo es.
Tiene un cuerpo tan perfecto para ser el de un niño.
Se acerca hasta el punto de quedar casi a mi lado.
-cuerpo de niño, sí. Pero este cuerpo puede hacerte sentir placer -susurrando a mi oido.
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¡¡reencarne en una historia!!
RomanceMe he puesto a analizar varias veces la situación en la que me encuentro actualmente. Recuerdo muy bien el escalofrío que sentí cuando supe que el camión que iluminaba mi rostro se iba a encargar de mi. Salí corriendo ese día, con un libro en la man...