Heterocromía <N & Ravi> Vixx

Magic shop

Para Hakyeon, no había razón clara que explicase la ausencia de Ravi durante la última semana de clases. Sabía que, si bien el chico intentaba ocultar su gusto por la lectura y el mantener sus buenas notas, a este no le agradaba que el número de faltas en los registros vayan en aumento, de modo que decidió ir a su departamento a encontrar las respuestas que el primo y el mejor amigo del chico se negaban a darle.

Al llegar al piso del menor, el moreno golpeó con sus nudillos. 《Realmente espero que Ravi se encuentre en casa...》 pensaba.

El sonido de la puerta enfrente suyo abriéndose interrumpió sus discernimientos, mostrándole a un pelirrosa totalmente desastroso. Tenía prominentes ojeras bajo sus disímiles ojos, los cuales delataban que habría pasado varias noches sin descansar como debía. Lucía cansado y su expresión de mal humor no ayudaba, ya que parecía que mataría a cualquiera que le hablase. Mas no sería el caso con Hakyeon, puesto que su visita lo tomó desprevenido.

Hyuk, siendo su primo, estaba al tanto de lo que pasó Ravi la mayor parte de su vida y sabía que, en situaciones como esa, el chico prefería aislarse. Por otro lado, a Leo le costó comprender este comportamiento. Él buscaba la forma de ayudarlo, hasta que cayó en cuenta de que no había remedio y no le quedó de otra que aceptar el actuar de su amigo.

Ahora, Hakyeon se agregaba a la lista y, pese a que no eran siquiera conocidos, se preocupaba por su compañero de trabajo escolar.

- ¿Qué es lo que quieres, enano? -soltó seco y cortante, evitando el contacto visual con el moreno.

- Pues no sé, tú dime; tengo que hacer un ensayo con cierto tonto y este desiste de presentarse a clases durante la última semana, ¿¡qué demonios piensas que hago aquí, Ravi?! ¡¿Jugar a extraviarme?! -exclamó algo exasperado, logrando que el adverso soltara una media sonrisa, tal vez siendo esta la primera en la semana.

- Pasa; has llegado justo cuando estaba investigando y anotando algunas cosas. Puede que sirva lo que he encontrado. -habló mientras se hacía a un costado para dejarle entrar.

El mayor se adentró en el apartamento y observó a su alrededor. Las decoraciones y muebles, variando en colores de la gama entre blanco y negro, no le sorprendían en lo absoluto y no sabía porqué, aunque no podría esperar menos del chico "más rudo" de la institución.

Llegó a la sala de estar y tomó asiento en el sofá de cuerina gris, dejando su mochila a un costado suyo. Detrás, venía el más alto prácticamente arrastrando sus pies al caminar. Este agarró la computadora portátil de la mesa ratona y se la tendió a Hakyeon.

- Buscando más allá de lo que comúnmente aparece, hallé esta página con información que no es tan conocida. Échale un vistazo, tal vez podamos aprovecharla.

El más bajo recibió el aparato y prestó atención a lo señalado. La pantalla mostraba algunas curiosidades y portadas de libros de diferentes géneros literarios, tema del cual trataba su tarea. Varios de estos títulos llamaban su atención, por lo que decidió anotarlos para luego acudir a alguna librería o biblioteca.

Mientras tomaba nota con su teléfono, el sofá se hundió en el otro extremo y pudo ver de soslayo, al pelirrosa con la vista pegada al suelo.

- Oye, Ravi -el nombrado alzó su cabeza y observó al pelinegro-. Sé que no soy quién para preguntar pero, por más que me cueste admitirlo, me preocupó que faltaras y ahora lo hace el cómo luces... -soltó, casi con miedo a ser insultado o contestado de mala manera- ¿Puedo saber por qué?

Ravi mantuvo su vista en la de Hakyeon, como si estuviera analizándolo. Sin embargo, él sólo buscaba su alma.

Durante su vida se le dificultó muchísimo confiar en la gente y ya no sabía si podía siquiera confiar en sí mismo.