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Cuando dije que no estaba listo para tener sexo con Aristóteles Córcega lo dije en serio, pero uno siempre está listo para dar una mamada ¿no? Como sea lo tenía que hacer como agradecimiento por mis regalos, casi me voy de culo al ver en todo su esplendor y HD la enorme verga de mi jefe y aunque la había visto parcialmente cuando accidentalmente lo vi por varios minutos cogiendo en su oficina esto de tenerlo de frente intimidaba y se me había hecho agua a la boca en toda mi vida había chupado un solo pene y era evidentemente el de Axel pero definitivamente era una porquería comparado con Aristóteles.

—Vamos gatito, haz lo tuyo — lo escuche decir con una voz ligeramente más ronca de lo normal mientras acercaba mi mano temblorosa para rodear todo el tronco de su miembro el cual apenas podía abarcar con mi mano, comencé a masturbarlo así acercando mis labios a la punta de este para dejar un pequeño beso húmedo con el cual escuché un jadeo de su parte aquel sonido me había recorrido la espina dorsal como una corriente eléctrica que ayudó a que la sangre de mi cuerpo bombeara fuertemente hasta un solo punto.

Había comenzado a meter el miembro a mi boca llegando a meter un poco más de la mitad en esta mientras removía mis caderas incómodo por mi erección, nunca había sido muy bueno en el sexo oral es más no me agradaba hacérselo a Axel pero por alguna razón sentía la necesidad de dar lo mejor de mi en esta mamada por lo cual profundice mi boca sobre la verga de Aristóteles hasta que mi nariz toco la muy delgada capa de bellos que tenía mi jefe de la cual emanaba un aroma embriagador que me estaba excitando muchísimo, saque su miembro de mi boca completamente dejando escurrir unos pequeños hilos de baba y entonces lo vi a la cara, tenía sus labios entreabiertos y los ojos llenos de lujuria seguramente esa fue mi perdición porque comencé a sacar y meter su verga de mi boca a un ritmo constante el cual a veces hacía más lento solo para escuchar los delirantes jadeos de Aristóteles que me ponían tanto que mi erección parecía doler dentro de mis bragas de encaje rosado.

Cada cierto tiempo al sacar su miembro de mi boca succionaba con ansias su glande haciéndole contraer todo su miembro era una sensación exquisita darle placer al imponente y sensual Aristóteles Córcega con mi boca nada más —Espera espera, déjame respirar bebito — pedía Córcega apartándome un poco con esta iban dos veces que me apartaba de su miembro pues por lo qué presentía no se quería venir aún pero yo sí que quería que lo hiciera, lo ansiaba saborear en mí así que aparte su mano de mi hombro lanzándome con mi boca de nuevo sobre su miembro terriblemente duro y a punto de estallar por mi.

Podía sentir su glande raspar mi garganta muy profundo mientras trataba de aguantar un poco más la respiración buscando de una vez el orgasmo de mi Daddy, lleve una de mis manos hasta sus testículos acariciandolos con delicadeza jugando un poco con ellos lo cual fue su perdición me pidió para de nuevo pero no hice caso, no importaba si me castigaba después yo ansiaba el líquido blanquecino en mi boca y lo obtuve a chorros bajando por mi garganta mientras seguía moviendo mi cabeza para llevar al máximo el placer de Aristóteles y sin darme cuenta el mío pues sin haberme tocado llegue al orgasmo manchando vergonzosamente mi ropa interior.

Era un desastre tembloroso y excitado de rodillas en la sala con mi cabeza apoyada en una de las piernas de mi jefe limpiaba con mi lengua unas gotas de semen que se habían escapado de mi boca, nunca había sentido este deseo y necesidad de dar placer jamás había pensado en lo mucho que me esforzaría para volver loco a alguien, hasta ahora.

—Eres un gatito desobediente, tendré que castigarte —lo escuche decir mientras me levantaba del suelo, estaba dispuesto a sentarme en su regazo pero contrario a eso lo que recibí fueron sus manos volteando mi cuerpo poniéndome boca abajo sobre sus piernas.

—¿Q-que haces Daddy? — pregunté nervioso, era real no estaba listo para tener el miembro de mi jefe dentro pero contrario a eso lo que recibí después de haber bajado mis pantalones me hizo gemir aunque había intentado retenerlo, fueron 10 golpes sobre mi, nalgadas lo que me tenía gimiendo en parte de dolor pero más que nada de excitación, sentí unos besos castos sobre mis nalgas que ardian terriblemente ¿porqué me había rehusado tanto a Aristóteles ?




QUE SEPAN QUE LOS AMO QUE GRACIAS POR LOS 3k Y QUE ME ESTOY ESFORZANDO POR DARLES MUCHO MÁS DE LO QUE LES VENÍA DANDO.   SON LO MÁXIMO Y ME CAGO DE RISA CON SUS COMENTARIOS QUW SON LO MÁXIMO 🖤🖤🖤


LITTLENXGGET 🔥

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