Capítulo nueve

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Narra Shadow

Después de dejar a María y a la niña en casa, mis soldados me informaron que los ciudadanos tenían una queja con la guardia real y tuve que acudir de inmediato. Monté a Aquiles, mi caballo, y me dirigí a la plaza principal de Notre Dame, donde la gente me estaba esperando.

-¡Capitán! Enhorabuena.- dijo un campesino. Me fui acercado poco a poco a ellos aún montado en Aquiles. -¿Cuál es el problema a estas horas de la noche?- cuestione serio, realmente ya estaba cansado.

-¡Capitán, se llevaron mi brazalete de oro!- dijo una señora de edad avanzada. –Se llevaron la paga. Eso era para el casero, ¡nos echarán a mi familia y a mí!- dijo otro campesino muy furioso. –Se llevaron los pendientes de plata que me regaló mi difunto esposo.- dijo otra señora de edad avanzada. -¡Se llevaron mis botones!- dijo un erizo anciano. -¡Me robaron la plata de la semana, capitán! Mis hijos morirán de hambre.- dijo una muchacha -¡Mi collar de perlas familiar, capitán!- dijo una joven armadillo. -¡Mi reloj de plata traído desde España me lo han robado!- dijo un joven.

¡Vaya! Se han robado cosas de mucho valor en un solo día. Esto es extraño.

-¿Cuándo fue que notaron la ausencia de sus pertenencias?- cuestioné. Y la mayoría de comentarios era que había sido entre las 3-5 de la tarde.

-Capitán, exigimos que de rápidamente con los ladrones. Haga lo necesario para capturarlos.- dijo una eriza adulta, y los demás exclamaron un "Sí".

-No se preocupen. La guardia real se hará cargo. Encontraremos a los culpables.- ordené que mis hombres se retirarán, y poco a poco los ciudadanos hicieron lo mismo.

Mientras regresaba a casa, mi mente daba un breve recuento de lo que había pasado hoy. Se anuncia que faltaba una semana para el festival del amor, el desfile del circo, el circo...el circo...

-¿Se comete una serie de robos el mismo día en que el circo llega la ciudad? ¿Coincidencia?...- pensé en voz alta. Aquiles se paró en seco, y comenzó a mover la cabeza. Eso solo hace cuando me equivoco o estoy en lo cierto.

En fin.

Estoy muy cansado y ya me quiero ir a dormir. Lo resolveré mañana a primera hora.

Narra Amy

Sonic y yo llegamos a una torre abandonada que se encontraba cerca de donde el circo estaba ubicado. Él me contaba que esa torre, dicen, que lleva allí desde la guerra de 100 años, y que desde allí se podía ver todo alrededor de la catedral de Notre Dame.

Subimos las escaleras, y este me abrió la puerta, haciéndome un ademán de que entrara yo primero, lo cual hice. Desde allí se puede ver toda lo que se encuentra alrededor de la catedral; realmente era precioso que comencé a emocionarme con las aventuras que tendría allá abajo, y el pensar que era solo un cacho que la ciudad, me emocionaba aún más.

-Sonic...-¡Esto es fantástico! Dime, ¿a dónde iremos primero? Deseo que me enseñes todo lo que tú conozcas. ¡Esto es muy emocionante!- dije con una sonrisa de par en par, mientras que me sostenía de aquel balcón.

-Te enseñaré todo lo que tú desees ver.- dijo mientras este ponía sus manos en mis ojos. –Ahora, escucha a París.- me sonrojé levemente por este acto, pero le hice caso y escuché. Pese a la hora, París seguía rebosante de alegría. Niños jugando, risas, y se escuchaba a las personas bailando, cantando y divirtiéndose. Tomé sus manos y las quité de mis ojos. –Es hermoso, Sonic.-

-Bu-bueno.- Sonic quitó alejó sus manos de las mías y se rascó nuevamente la cabeza. Por alguna extraña razón, no me gustó que quitara sus manos de las mías. -Como ya viste nuestro mapa. Ya te darás una idea de los lugares a los cuales voy a llevarte.- dijo finalmente.

El rayo de Notre Dame (SonAmy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora