Capítulo catorce

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Otra aclaración, o creo que ya lo hice desde el primer capítulo, pero lo aclararé por si las dudas. Todo el tiempo está la canción de Le Jour D'Amour, por motivo de que se acerca el festival del amor, y Sonic y Amy en casi la mayoría de los lugares a los que visitan o visitaran se va a escuchar esa canción a fuerza. Es como un Danza Kuduro o Despacito.

Sin más que aclarar, seguimos con la historia.

Narra Amy

El día estaba dando sus últimos rayos de sol, para darle paso a la fría noche. Sonic y yo rompimos el abrazo y nos miramos. Él sonreía, más de lo que en el tiempo que llevo conociéndolo lo he visto, y eso me hizo sentir muy feliz por dentro y comencé a reír, y es que por primera vez en la vida me sentía feliz, realmente feliz. Él también comenzó a reírse: me encantaba cuando él reía.

Paré de reír cuando me di cuenta de que ya era hora de regresar al circo; eso apagó la felicidad que sentía hace unos segundo, y él notó eso.

-Creo, que ya debo regresarte al circo.- me dijo tiernamente. Tomó mi mejilla y me hizo mirarle. –Si quieres, te llevo nuevamente entre mis brazos y...- no lo dejé continuar puesto que abracé su cuello pidiendo varias veces por favor muy emocionada.

Sonic me tomó en sus brazos y volvió a correr en dirección a la ciudad. Hace un rato tuve la vista de la ciudad y de la vegetación a la luz de la tarde, ahora la veía a la luz de la luna; me repetía varias veces que esa "anormalidad" a la que Sonic se refería a su poder, era una mentira, era un don, un milagro; y yo desde sus brazos, sintiendo la misma experiencia que él lo confirmaba todo.

Llegamos en un santiamén al circo, y yo me entristecí que mi día con él terminara. Sonic me bajó de sus brazos y dejé libre su cuello.

-Muchas gracias por traerme de vuelta, Sonikku.- le dediqué una amplia sonrisa. Estaba a punto de irme cuando su mano tomó la mía, lo que hizo que lo volviera a ver.

-Em..., pues...¿te acuerdas que mañana voy a ir a cenar con María y los otros? Pues, antes de la cena, los chicos y yo iremos a un pequeño baile que organizaron por apertura de los preparativos para el festival del amor, y quería saber si quisieras acompañarme.- ¿Un baile? ¡Amo los bailes! Espera. Quizás esto no le guste a Eggman, pero no me importa, quiere su mugrosa campana, así que se va a tener que aguantar.

-¿Un baile? Por supuesto que sí.- dije muy emocionada. -¿Dónde deseas que te vea?-

-¿No tendrás ningún problema con Eggman? Además me contaste que en tus tiempos libres te gustaba mucho practicar con tu martillo, así que tampoco me gustaría interrumpirte.- no hago más que mirarlo con ternura, realmente es muy considerado de su parte. -Pero claro que me encantaría. ¿En dónde quieres que te vea?- le sonreí. -¿De verdad? ¿No tienes ningún problema con eso?- dijo algo confundido y un poco sonrojado. 

-No, Sonic. No tendré ningún problema en acompañarte. Así que repito, ¿dónde quieres que te vea?- Sonic me miró feliz y se inclinó ligeramente como un caballero. –Madame, yo la buscaré aquí, dos horas antes del anochecer.- volvió a su posición original, yo solo reí con su acción.

-Entonces, sir Sonic, lo veré aquí dos horas antes del anochecer.- yo también hice una pequeña reverencia y volví a mi posición original. Ambos reímos por nuestra actuación. –Bueno, hasta mañana.- fui rápido a darle un beso en el cachete y me fui corriendo para no darle tiempo de reaccionar. Me reí de mi misma por eso, me sentía feliz.

-¡Espero que eso se repita mañana después de dejarte aquí!- lo escuché decir, y mientras seguía corriendo hacia mi carpa, me sonrojé ligeramente. Tontito, pensé.

El rayo de Notre Dame (SonAmy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora