Día 6: Pro-Héroes.

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La vida de un héroe no es fácil. Al menos la vida real de uno. Piensa Hitoshi.

En la infancia ser un héroe es un sueño, una ilusión que crece con ansias en el interior de niños como él, es ser un aventurero y obtener victorias esplendorosas, ser genial y deslumbrante; como los héroes ficticios en la televisión, en los cómics y en las caricaturas, y ¿por qué no?, en los noticieros donde anuncian los incribiles actos de éstos.

Para un niño, ser un héroe es simplemente hacer algo asombrosamente bueno que logre deslumbrar a todos, y nada más.

En la adolescencia, cuando el estudio de la profesión forma parte del día a día para aquellos que deciden seguir ese camino, el mundo heróico aún no ha perdido el velo celestial que le cubre, ser un héroe es sinónimo de una vida llena de aplausos y alabanzas, de trajes geniales, y frases inspiradoras, de halagos que enaltecen aún más el ego, y que cautiva las luces de las cámaras.

La visión se distorsiona un poco —no lo suficiente pero lo hace—, la fama y las riquezas llaman poderosamente la atención, y ya no se trata solo de hacer algo asombroso, sino de serlo también.
Aunque ligeramente se le da una vista rápida a lo que cubre el velo, y se forma los pilares que sostienen los ideales de cada quien, la responsabilidad de cargar los problemas de alguien más sobre tus hombros y darle fin con el poder que se te ha concedido, mientras que también comienza a formarse aquellos grilletes provenientes de las leyes que rigen el nuevo mundo, para tener controlado todo ese asombroso poder y lo que es capaz de hacer. Se traza una línea que no se puede cruzar sin obtener consecuencias.

¡Y el mundo de la farándula no solo tendrá el poder de enaltecer, sino que también podrá hundir!

Es simplemente un mirada rápida.
No se ha visto mucho aún, pero se sabe que no solo se trata de hacer cosas increíbles y lucirse haciéndolas, aún así, muchos piensan «Puedo con ello». Y en parte no se equivocan.

Hasta que llegan al mundo adulto y deben golpearse contra la realidad, como un viejo ritual que todos deben pasar.
Y el golpe es brutal, doloroso y deja secuelas de por vida.

El primer golpe contra la realidad de Hitoshi —sí, el primero, porque olvidé mencionar que golpearte contra la realidad es un ritual que se hace a diario—, es cuando no logra salvar a una persona. Y en las noticias lo hacen pasar con el título; “Un mal día” y en él hablan sobre cómo no pudo salvar a la persona que ahora ya tiene un rostro claro en la pantalla y el nombre figurando por debajo de la imagen, solo para que sus pesadillas sean más lúcidas y reales.
La culpa lo embarga por completo, y su jefe de agencia lo aconseja ir con un psicólogo. Se niega al principio pero cuando las cosas empeoran ya no es una sugerencia, sino una orden.

Así que, Hitoshi puede sobrevivir al primer golpe, pero el problema es que no tardan en venir más, y más, hasta que se vuelve una obligación tener que acostumbrarse.

Lastimosamente la televisión siempre anuncia un mal día para otro héroe, a veces ve el nombre Deku en la pantalla, junto a las imágenes de personas que ahora portan un nombre y unos rostros claros. Otras, ve el nombre de Red Riot, de Creaty, Cellophan, Uravity, y progresivamente todos los que fueron sus compañeros han tenido su mal día, algunos han aparecido muchas veces, incluso él lo ha hecho.

Cuando a alguno de ellos se le ocurre hacer una reunión, nadie comenta nada sobre aquellos incidentes, solo mencionan los logros y las esplendorosas hazañas que se han corrido como rumores. Todos saben que los héroes son geniales, y que los fracasos son algo que se dejan oculto bajo el tapete.

Aún así el cambio es notorio, no es tan fácil ocultar los daños colaterales de aquellos fracasos, al menos Midoriya no puede ocultar las ojeras y las nuevas cicatrices, Kirishima ya no aguanta tanto tiempo con la sonrisa en el rostro y ligeramente va cediendo al alcohol en sus ratos libres, Yaoyorozu tiene las manos inquietas todo el tiempo, y Bakugo permanece demasiado callado de a momentos, apretando su brazo derecho en una mueca preocupada. Y Hitoshi no puede dejar de revisar las noticias y compadecerse de sus camaradas, como tampoco puede dejar de perderse en sus pensamientos de repente.

ShinKami Week 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora