II. Encuentro

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(Flashback)

Cuando la luz que me había empezó a perder intensidad abrí los ojos. ¿Dónde supuestamente estaba? No era el museo, de eso estaba segura, era un ambiente totalmente distinto: los bancos de madera habían desaparecido, el impoluto suelo de madera ahora era de piedra sucia, las paredes habían desaparecido sustituyéndolas por altos edificios, tiendas y parques, las pocas personas se habían multiplicado y habían aparecido de la nada imponentes carruajes tirados por caballos.

Estaba estática, no me podía mover de donde estaba y no era consciente de lo que pasaba a mi alrededor. Si lo hubiese sido, me hubiera ahorrado muchos disgustos, pero no le habría conocido a él, no hubiera pasado las dos mejores semanas de mi vida, todo sería un gran nada. Un conductor comenzó a chillarme que me apartara, pero estaba demasiado confusa para reaccionar y no lo hice, solo noté que alguien se me tiraba encima y me apartaba justo en el último instante, antes de que un coche tirado por dos caballos negros, me arrolladora. Noté el duro suelo bajo me espalda y la respiración de alguien sobre mí, levanté la cabeza y me topé con unos ojos azul celeste que me miraban fijamente. Me sonrojé. El joven se puso en pie y me tendió su mano para ayudarme a levantarme. No la acepté, y me levanté yo solita orgullosamente. Este, confuso, me preguntó:

- ¿Te encuentras bien?

- Si, perfectamente. Muchas gracias.- dije altanera - Si me disculpas.-dije en un intento de acabar la conversación. Pero cuando me intenté ir me agarró del brazo.

- Te acabo de salvar. - dijo mirándome, haciendo que me sintiese incómoda. Ya le había dicho gracias, ¿qué más quería?

- Gracias. Ahora si me disculpas. ¿Te importaría mucho soltar mi brazo?

- Ah, sí lo siento. -dijo sonrojándose.

Me fui hacia un pequeño parque que había cerca y me senté en un banco a pensar. Esto no puede ser real, estoy soñando, o quién sabe igual me he desmayado o estoy en coma, vale Amy, eso es demasiado. Pero esto no es real, no puede serlo. Estaba tan metida en mis pensamientos que no me fijé que el joven de antes se había sentado a mi lado.

- No quiero ser impertinente, pero ¿estás bien? Estás muy pálida.

- ¿Qué? Ah, sí estoy...- no pude acabar la frase ya que me empecé a marear.

El joven me sujetó, y evitó que cayese al suelo, sacó un pañuelo de la chaqueta, lo mojó en una fuente que estaba cerca y me lo tendió para que me refrescase.

- Gracias. - dije mientras me pasaba el pañuelo por la frente.

- Ahora, es cuando me dices: Tenías razón no estoy bien. - dijo mientras miraba distraídamente el cielo. Estas palabras me provocaron una tímida sonrisa. - Sabes que tengo razón.

- La tienes. - acabé diciendo. - ¿Dónde estoy?

- En Hyde Park.

- No puede ser, conozco este sitio como la palma de mi mano, y nunca había visto este banco o esa fuente.

- Siempre han estado. ¿Me disculpas un momento? Voy a comprar el periódico.

Asentí. Cuando el joven volvió le pedí el periódico, y busqué la fecha: 19 de Septiembre 1823. ¿Qué? Esto era imposible. Se habrían equivocado en la impresión; sin embargo no se parecía nada al periódico de mi padre de esta mañana. ¿Qué broma pesada era esta?

- Perdona, ¿en qué año estamos?

- 1823.

-¿ Estás bromeando?

- ¿Por qué habría de hacerlo?

Por la seriedad de su cara supo que no lo hacía, miles de preguntas surgían en mi cabeza, cada cual más disparatada. Pero la más importante para mí era, ¿cómo demonios iba a regresar?

Me giré y ahí estaba el joven . Me centré en su físico, era un chico joven, más o menos de mi edad, con el pelo castaño cobrizo y los ojos azul celeste. Iba vestido con un elegante traje a cuadros marrón, una camisa blanca impoluta y una pajarita a juego con la tela del traje, llevaba la chaquetas del traje abierta y distinguí una cadena que llegaba hasta el bolsillo del chaleco, también a conjunto con el traje, y acababa en un dorado reloj de bolsillo. Quise marcharme de ahí, pero me tomó del brazo:

- No te vayas, me da miedo que te metas en más problemas.- contestó rápidamente.

- Creo que soy capaz de cuidarme solita, muchas gracias. -hice un ademán de irme pero seguía reteniéndome agarrando mi brazo.

- ¿Estás segura? Ten presente que te he salvado dos veces en un día, en menos de media hora.

- ¿Insinúas algo?- dije con un tono bastante amargo. Me estaba enfadando con sus comentarios impertinentes, ¿quién se creía que era para decirme esas cosas? ¿Que en esta época, donde quiera que estuviese, por salvar a alguien de ser atropellado y de caerse al suelo ya le tenía que poner en un pedestal? Era cierto que me había salvado la vida, pero no era para tanto... O si.

Creo que debió percibir mis pensamientos porque cambió su tono de voz, volviéndola suave y amable, con un cierto toque aterciopelado.

- Déjame ayudarte. Creo que no vas ha llegar sola muy lejos- dijo mientras centraba su mirada en mí, la verdad sea dicha, estaba en lo cierto. Estaba no se sabe dónde, con ni se sabe quién. No tenía nada, ni dinero, solo unos pocos peniques* en mi bolsillo, ni ninguna referencia de dónde podía encontrarme.

- De acuerdo - dije a regañadientes.

- ¿Podría saber tu nombre?

- Amelia White, pero todo el mundo me llama Amy.

- Encantado. Por cierto me llamo Jeremy, Jeremy Tyson.- dijo mientras se ponía de pie y me daba amablemente la mano.

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(*) La historia se desarrolla en Londres, y en Inglaterra, como bien es sabido se usan los peniques y las libras. Así que habrá detalles que sean propios ingleses, en plan que conduzcan por la izquierda, la famosa hora del té, o cosas por el estilo. Si os habéis dado cuenta Jeremy se presenta en plan James Bond (Me llamo James, James Bond. Jajaja. Toda una genio que soy!!)

Por fin actualizo el capítulo!! Me merezco un premio. Siento el laaargoooo retraso, pero he estado muy ocupada y la verdad, he dedicado poco tiempo a Wattpad. Voy a introducir igual nuevos capítulos entre los que ya tenía escritos y también actualizare (más bien reescribiré) los que ya tenía. Estoy intentado que los capítulos sean un pelin más largos, así que es bastante probable que tarde bastante en actualizar.

Nos vemos en el siguiente capítulo!! 😇

Aunque el tiempo nos separeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora