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"Al Principio"

Todo estaba perdido. Los aliados se habían retirado en busca de refuerzos, no tenía compañeros, sus fuerzas se habían agotado y se encontraba atrapado entre una luz cegadora que quemaba cada fibra de su delgado cuerpo. No se podía mover, no tenía energía para hacerlo, no había forma de escapar de su cruel destino.

Flug inspeccionó su bata destrozada, buscaba entre los bolsillos algo que pudiera ayudarle a escapar. No obtuvo éxito alguno, hasta después de una larga búsqueda encontró en uno de sus bolsillos interiores su dispositivo interdimensional, sin pensarlo dos veces lo tomó y apuntó frente a él. Debió de escapar desde el principio, sabía perfecto que su verdugo aguardaba a unos metros de él, sabía que no habría oportunidades de victoria, sabía que moriría ahí, debió de huir junto con su pandilla.

Antes de que pudiera jalar del gatillo alguien le arrebató el arma de un golpe, no se preocupó por quién había sido, todo su cuerpo se había adormilado debido al rotundo dolor, todo su sistema se había detenido, ya no le importaba quién atestará el golpe definitivo. El pánico se apoderó de él, la oportunidad de escapar le había sido arrebatada, solo le importaba sobrevivir.

Le costaba respirar correctamente, sus ojos solo tomaban imágenes borrosas de los que podrían ser sus enemigos, aun así, el doctor usó sus temblorosas manos para buscar en el suelo un indicio de su arma. Su corazón daba más palpitaciones de las que debería, sus oídos captaban hasta el más diminuto ruido, cualquier sonido que no proviniera de sus movimientos le ponía los pelos de punta, temía que estuviera sufriendo un ataque de pánico.

Siguió buscando a sus alrededores, tenía que encontrar su dispositivo o su muerte sería inminente. Esta no era una de sus pesadillas, era una realidad inevitable que le ponía a temblar, sus manos sudaban en frío y un escalofrío de muerte parecía recorrer todo su cuerpo a velocidades inimaginables. Su mundo daba vueltas, se desmoronaba, y nadie le ayudaba.

—¡Ríndete de una vez, villano!— escuchó a lo lejos una voz femenina que le hizo dar un pequeño brinco en su lugar.

La ignoró, tenía que huir cuanto antes, monologar no era su prioridad ahora. Era probable que ni siquiera pudiera emitir palabras, había un horrible nudo en su garganta.

Volvió a buscar por el suelo su arma, la adrenalina estaba a flor de piel, no podía pensar bien, cuando encontró por fin su boleto de salida, la vida quería burlarse una vez más de su patética derrota, un estruendo sonó detrás de él y antes de que pudiera tomarla entre sus manos algo le estampó contra el suelo.

Listo. Este sería el fin del doctor Kenning Flug Slys.

—No tan rápido, Slys— su cuerpo se hizo piedra, era él. Fue inmovilizado contra el suelo mientras, cerca de su oreja, alguien susurraba con ternura. —Tú necesitas de mi ayuda, serías una excelente aliado ¿sabes?

Un escalofrío de muerte recorrió cada una de sus vértebras. Se deshizo del nudo en su garganta y se forzó a contestar, no aceptaría la oferta de un héroe. —N-no sabes lo q-que dices.— respondió entre dientes.

—Claro que lo sé, Slys. Eres inteligente y audaz, es una lástima que Black Hat no te admire tanto como yo lo hago.

—¡C-cállate de una buena vez, m-maldito infeliz!— gritó mientras trataba de quitárselo de encima.

Flug se movía bruscamente buscando deshacerse de él, pero nada daba resultado, su enemigo era más fuerte que él. Se sentía perdido entre la incandescencia que no cesaba ante nada, parecía que el sol se había plantado frente a él. Sabía que ahí sería su fin, podía ver con claridad la luz al final del túnel.

ASYLUM [Revisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora