VI

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"Altercado"

—Fue Hakim, ¿verdad?

La atmósfera estaba tensa. A la mañana siguiente, Flug consultó con Hakim cuál era la mejor decisión que podía tomar, para hacerle frente al nuevo comportamiento de Black. Hakim fue claro y preciso: "Black es un peligro para ti, solo aléjate sin que lo note", y así hizo, a pesar de que este buscaba sentarse más cerca del doctor, le pedía regresar a su lugar predeterminado.

—No entiendo tu pregunta, ¿a qué te refieres?

El mayor lo inspeccionó de pies a cabeza, sabía que algo había cambiado entre ellos, la interacción era incómoda.

—Usted me aleja, ayer habíamos congeniado perfectamente y hoy me aparta. ¿No es parte de su objetivo, como psicólogo, conectarse conmigo para ayudarme? Estoy seguro de que Hakim lo aconsejó.

Flug suspiró, no le gustaba dar explicaciones, pero era pertinente.

—Sí, es parte de mi objetivo acercarme a mis pacientes, mas no te puedo permitir acercarte demasiado a mí debido a las normas que—

—¿Normas? ¿Ahora disfrazan la indiferencia con normas?

—No, permíteme explicar. Los doctores no nos podemos acercar de esa—

—¿Entonces por qué no me apartó la sesión anterior, doctor?

Hubo un momento de silencio, en el cual, Flug buscaba desesperadamente aquella respuesta que le pedía el ensombrerado, sin encontrar una que fuera lo suficiente buena, no podía justificar aquella falta normativa.

—Por miedo. —declaró en un hilo de voz.

—¿Por miedo? ¿Aún tengo ese poder sobre usted? —Black soltó una carcajada desde su asiento metálico— Debería saber, doctor, que no es a mí a quien debe de temer, yo no soy el verdugo que arrebatara su vida.

Flug rodó los ojos y descubrió parte del moretón que escondía bajo su bufanda. Black rodó los ojos ante el recordatorio de su agresión física y las consecuencias de su ira desencadenada.

—Oh, vamos doctor, eso solo fue un rasguño, eso no es la muerte. —bufó mientras desviaba la mirada de la zona afectada, le asqueaba el desastre que había ocasionado.

Las facciones del doctor se endurecieron, sus cejas carbón se arrugaron y sus ojos esmeralda se ensombrecieron.— ¿A ti te parece que los atentados contra mi seguridad son una broma? —Flug se levantó enfurecido de su asiento.

—No, para nada, doctor. —entonó casi sarcástico.

Suficiente, pensó Flug, no permitiría otra burla más, no lo soportaría, menos si su autor eran el demonio frente a él.

—En tanto que seas un demente portaras esa camisa de fuerza. —pronunció a la vez que se acercaba a paso seguro al mayor, señalándolo con el dedo índice cuál juez justo.— Y mientras yo siga con vida estarás encerrado en este jodido lugar. —El doctor levantó a Black de su asiento jalando del cuello de su camisa y lo estampó contra la pared más cercana— No crea que por ser un demonio me intimida, usted ya no me podrá someter más.

Una sonrisa satisfactoria se formó en los labios de Black Hat, estaba encantado con aquella faceta peligrosa del científico.

—Doctor, ambos sabemos que la única demente en este lugar es Demencia. —de nuevo hizo uso del sarcasmo sin pena alguna, entretanto, en una sonrisa gozosa, presumía sus fauces afiladas— Debería intimidarle mi presencia, soy de los demonios más temidos del infierno, además que su alma me pertenece, estoy más que en mi derecho de someterle.

ASYLUM [Revisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora